Crítica
Por qué 'El robo del siglo' es 'La casa de papel' real (en todos los sentidos)

'El robo del siglo'

Marcos Méndez

Cuando una serie tiene tanto éxito que se acaba convirtiendo en un referente a nivel mundial, es normal que ante el estreno de nuevos proyectos surjan comparaciones respecto a ella. E incluso, por qué no, que los creativos tengan ideas inspiradas en ese éxito.

En los últimos años, es innegable que La Casa de Papel ha sido y es una de las ficciones más exitosas del mundo, y escribir esa definición desde España no supone ser presuntuoso o chovinista, sino expresar una realidad. Igual de innegable es decir que, gracias a ello, marca tendencia y un estilo.

Para otras ficciones que se asemejen a la creación de Álex Pina, esto se convierte en un arma de doble filo. Por un lado, tienen a un público preparado y ávido de series similares, pero por otro saben que siempre estarán sometidas a la comparación. Y, como en las ideas y creaciones originales, ahí entra también el ingenio.

Este viernes 14 de agosto Netflix estrena la serie colombiana El robo del siglo. Una ficción que narra el atraco de una banda a un banco para obtener un botín millonario. Sí, suena familiar. Hay parecido razonable, y más cuando La Casa de Papel sigue en pleno auge de popularidad antes de estrenar su quinta y última temporada. Y un parecido que la propia serie ha sabido utilizar a su favor, con un teaser que ya recogimos en Vertele, que ni siquiera es una escena de la serie, y en el que parodiaba la ficción española: “Esto no es un jueguito de policías y ladrones”.

A golpe de realidad

En Vertele ya hemos podido ver los 3 primeros capítulos de los 6 que componen esta nueva serie. Tres episodios de unos 40 minutos que permiten darse cuenta de que la realidad supera a la ficción, porque El robo del siglo se basa en un hecho real.

Año 1994. Banco de la República de Valledupar, al norte de Colombia, cerca de la frontera con Venezuela. Una banda organizada logró el atraco en efectivo más grande de la historia: 24 mil millones de pesos en 6 toneladas de billetes. O lo que es lo mismo, unos 33 millones de dólares, cerca de 28 millones de euros.

“Un intrincado plan, un botín inmensurable y una improbable banda liderada por 'Chayo' (Andrés Parra), 'El Abogado' (Christian Tappan) y 'Doña K' (Marcela Benjumea), quienes rápidamente descubren que sustraer 6 toneladas de billetes de una de las bóvedas más seguras de mundo será la parte más sencilla de la operación”, reza Netflix en su sinopsis oficial.

Esa realidad es, de hecho, la gran fuerza de la serie. Y aunque su proyecto de adaptación televisiva quizás haya llegado tras ver el éxito de La Casa de Papel, la ficción creada por Pablo González sabe ceñirse a ella para recordar que, en realidad, no hay un “Profesor” que tenga todo planificado al milímetro, y planes “B”, “C” y hasta “D” si algo sale mal. Que a veces algo se tuerce, y hay que improvisar. Y que de ello salen momentos de tensión, de incomprensión y hasta de humor que enriquecen la serie.

Aunque al estar basada en un hecho real su final está escrito, y como tal puede leerse desde el mismo año 1994, el acuerdo de embargo de Netflix establece que los periodistas no podemos “revelar puntos específicos de la trama”. Así que no iremos mucho más allá de la trama real que refleja, que por otro lado puede consultarse hasta en la Wikipedia.

Porque en la realidad, no todo es tan difícil

Lo que sí diremos es que El robo del siglo merece ser conocida en España más que como “La Casa de Papel colombiana”, y que su baño de realidad demuestra que a veces los sesudos guiones de una ficción 100% original se alejan de lo fácil que puede llegar a ser dar un gran golpe. Porque por momentos, dentro de ese banco con sus atracadores, todo parece fácil y las horas pasan demasiado rápido.

En su piloto, la serie no transmite el ritmo que luego alcanza en su segundo y tercer capítulo, que deja con ganas de más. Vista desde España, la ficción sirve también para “descubrirnos” a actores como Andrés Parra (Escobar, el patrón del mal; El presidente) y sobre todo a Christian Tappan (Narcos, Snowfall), en un papel que, siguiendo con las comparaciones, vendría a ser “El Profesor” en la realidad. Y que sí es cierto que repite el mismo esquema: el cerebro fuera, la acción dentro.

Igualmente, servirá para que todos los españoles recuerden (recordemos) lo rico y variado que es nuestro idioma. Tanto, que habrá momentos en los que nos perdamos al escuchar el uso de palabras de jerga de Colombia, y más concretamente de la zona norte del país. Algo que no perjudica el seguimiento de la serie y su trama. Es más, y por si sirve de algo el deseo puramente subjetivo, el que esto escribe está deseando ver los tres capítulos finales de El robo del siglo para vivir el final de la historia.

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