Analizamos cómo queda todo tras el último capítulo

Así es el final de 'Élite 3': ¿Quién sí y quién no se gradúa en Las Encinas?

El casting de la tercera temporada de 'Élite'

Laura García Higueras

A muchos la tercera temporada de Élite les sonará a algo del pasado. La capacidad adictiva de la serie y haberse estrenado en plena cuarentena seguro que ha acompañado más de uno en alguna de las tardes que llevamos encerrados por el coronavirus. Cierto es también que, teniendo en cuenta la amplísima oferta de contenido -y de tiempo libre- confiamos en que otros la habréis dosificado para aseguraros esos 40-50 minutos diarios de emoción e intriga. Por ello, dos semanas después, ha llegado el momento de hacer balance y comentar su desenlace. Por favor, si todavía no lo habéis visto, aquí es donde deberíais dejar de leer este artículo.

La resolución del caso: ¿otra muerte involuntaria?

Como ya ocurriera en las dos temporadas anteriores, la tercera también ha cerrado el gran misterio en su último capítulo. Aquí, descubrir qué mató a Polo. Para sorpresa de... ¿todos? La culpable es Lucrecia. En la fiesta tras la graduación, con unas cuantas copas de más, mata por accidente al asesino de Marina con el cuello de una botella de champán. Se la clava en el corazón de hecho. Él, al tiempo que se desangra, termina cayendo de la primera planta del teatro Barceló, quedando su cuerpo aplastado en el centro de la pista de baile. Así que sí, llevamos de nuevo ocho capítulos intrigados para que, otra vez más, el crimen haya sido “sin querer”. Así fue como Polo mató a Marina, y así es como Lu ha acabado con él. Desde luego, tal y como habían llegado los demás compañeros al capítulo final, varios de ellos podrían haber sido quienes se lo cargaran en un arrebato de bastantea más ira, venganza y desesperación.

Todos a una

Ya lo advirtieron Miguel Bernadeau (Guzmán), Álvaro Rico (Polo) y Aron Piper (Ander), en esta temporada iban a ser “más piña que nunca”, algo que ha ido siendo demostrado con el paso de los episodios. No obstante, ha habido tres momentos culmen. El primero, al enterarse todos de la enfermedad de Ánder. De cara a apoyar a su amigo, el resto deja al margen sus diferencias. El segundo, al conseguir que Rebeka no sea expulsada del colegio porque hayan detenido a su madre por narcotraficante. La alumna más rebelde de Las Encinas se encara con la directora en el pasillo, Samuel sale al rescate y sus compañeros se unen. Amenazan con irse todos del colegio en caso de que ella no pueda volver a clase, y la jugada les sale perfecta.

El tercero, cuando deciden compincharse para encubrir a Lu y que parezca que todos son culpables del asesinato de Polo. Carla descubre que ha sido su amiga, aunque haya sido por accidente, y la convence para que no diga la verdad. Tras ellas, la pandilla al completo se suma a la estrategia con la que impedir que la inspectora de policía que sea capaz de resolver el caso. El momento en el que todos dejan sus huellas dactilares en el cuello de la botella, incluida Cayetana, es sin duda uno de los más icónicos de la ficción hasta la fecha.

Los amores... regulín

A estas alturas ya sabíamos que en Élite todos se acabarían liando con todos, pero lo cierto es que llegado al final, de las parejas que sí que parecía que se estaban consolidando, solamente Omander han quedado en unas condiciones más o menos aceptables. A pesar de que, una vez más, durante la temporada hayamos sido testigos de las idas y venidas de la pareja, incluyendo cuernos de Omar. El último episodio concluye con este dejando atrás la oportunidad de marcharse a Nueva York con su hermana y Malick para quedarse con Ander. Así sí. El drama se lo comen los demás.

Por un lado, Carla y Samuel se han pasado los ocho capítulos sabiendo que están enamorados el uno del otro, pero obligados a estar separados. Aunque son sinceros el uno con el otro dejando claros sus sentimientos, ella opta por marcharse a estudiar al extranjero y separarse del panorama que la ha mantenido amargada, y él se queda en Las Encinas. Eso sí, con la promesa de ir a visitarla con un tupper de macarrones precalentados. Por el otro, Nadia es capaz de reconocerse que sigue queriendo a Gúzmán, lo comparte con él, se besan y... ella se marcha a Nueva York a aprovechar la beca que se ha ganado. Él le promete que va a esperar a que vuelva, pero llegado este punto es más fácil pensar que todo habrá cambiado para entonces.

Peor desenlace tiene el trío Polo - Carla - Christian, -perdón- Polo - Cayetana - Valerio. También es cierto que no había mucho por donde pillarlo. Con la muerte del primero, el hermanastro de Lucrecia descubre que Cayetana ha enviado mensajes a las universidades de Londres para que no se pueda ir. Enfadado, termina con su relación ahí.

Dos señores milagros

En el primer episodio fuimos testigos de que algo no iba bien en Ander. El bulto que le encuentra Omar no presagiaba nada bueno y, efectivamente, se correspondía con un cáncer. Entre medias, ha tenido que lidiar con su relación, el remordimiento por no haberle contado a Guzmán que sabía que Polo había matado a Marina, querer dejar los estudios y las sesiones de quimioterapia. Por suerte, todo ha sido por un final feliz, en el que consigue recuperarse de la enfermedad. ¿Le veremos, por fin, sonreír una temporada entera?

El segundo milagro llega con la salida de la madre de la Rebe de la cárcel. La combinación Claudia Salas - Eva Llorach es una de las mejores de la serie, y tener a la segunda en prisión estaba bien por un tiempo, pero ya. La narco consigue librarse de la pena, regresar a su casa y, por supuesto, continuar con el trapicheo. ¿Qué hará ahora con su delator, Samuel?

Bodegas al borde de un ataque de nervios

Uno de los mejores giros del final de la temporada es que Carla y Yeray se sinceren el uno con el otro y se alíen contra el padre de ella, que se ha pasado los episodios prácticamente prostituyendo a su hija para que consiga que el ricachón de su pretendiente salve el negocio familiar. Él termina accediendo al trato, pero cambia el acuerdo de tal forma que sea Carla quien figure como dueña. Su decisión, que firman, dificulta que la marquesita vaya a poder irse a estudiar fuera, pero encuentra la solución, no sabemos si perfecta: Valerio. Después de haberse ganado su lealtad al tratar de ayudarla a que dejara de drogarse, le hace responsable de las bodegas hasta su regreso.

Los que se quedan

  • Guzmán

Tras ser expulsado del colegio junto a Samuel, por haber estado acosando a Polo, le toca repetir curso. Así, en la última escena de la tercera temporada le vemos de nuevo con el uniforme de Las Encinas, afrontando un nuevo año de clases. No sabemos si en la próxima tanda en la que, a priori, no tendrá que seguir buscando hacer justicia tras el asesinato de su hermana, conseguirá centrarse en sus estudios. Sí que todo apunta a que volverá a hacer lazos con su amigo de toda la vida Ander, y se unirá aún más a Samuel. Que mientras tanto lo suyo con Nadia a distancia funcione... está por ver.

  • Samuel

Junto a Guzmán, le toca repetir curso tras haber sido expulsado por acosar a Polo. El joven, que ya puede respirar tranquilo porque se ha cerrado el caso de Marina, y por lo tanto de su hermano, podría volver a tener cerca a su familia. No obstante, de momento está solo, y con el corazón partido, ya que Carla se marcha a estudiar al extranjero, justo ahora que parecía que sí que podrían estar juntos. En el aire queda si la madre de la Rebe querrá vengarse porque le delatara y enviara a la cárcel; y si la propia Rebe dejará que recuperen su amistad.

  • Ander

Parece que las cosas por fin le van bien a Ander. Tras superar el cáncer y haber recuperado su amistad con Guzmán, llega el momento de que disfrute un poquito de la vida. Podrá retomar su último curso en Las Encinas y, quién sabe, disfrutar de su relación con Omar. Con lo que costó en la primera tanda que reconociera sus sentimientos y se los contara a su familia y amigos, queremos verle enamorado, contento y activo. Y oye, si intercede algún otro mozo por el camino y decide tomar un rumbo diferente, tampoco estaría mal. No deja de tener 17 años y lleva más de uno viviendo con su pareja. No es edad para llevar vida de casado.

  • Omar

Ay Omar. La verdad es que las cosas tampoco han sido del todo fáciles para él, teniendo en cuenta que se ha pasado la temporada apoyando a Ander aunque éste quisiera alejarle de él para “librarle” de su cáncer. Entre medias se ha acostado con Malick, algo que no nos ha gustado demasiado, pero consigue reaccionar a tiempo y no subirse al avión rumbo a Nueva York con él. Por otro lado, de momento sigue sin haber conseguido recuperar la relación con su padre, que no sabemos si dará su brazo a torcer y aceptará su homosexualidad. Le toca volver a clase y finalizar sus estudios. Después de trabajar en la discoteca, merece poder graduarse y estudiar aquello que le guste.

  • Rebeka

La Rebe pisó fuerte en la segunda temporada y se ha mantenido al alza en la tercera. La rebelde del grupo ha optado por pensar un poco más en ella, lanzarse a Samuel y desconfiar de él cuando ha tocado sin equivocarse. Le toca fijarse en otros chicos y terminar el curso, tras haber sido expulsada por tráfico de drogas. Con su madre fuera de la cárcel, quizás le de por ayudar en el negocio familiar, o quizás siga manteniéndose al margen viendo todo lo que puede llegar a salpicar. Quizás Valerio pueda darle trabajo en las bodegas de Carla.

  • ¿Valerio?

Para haber sido expulsado del colegio por traficar con drogas y que su padre le haya echado de casa tras descubrir lo suyo con Lucrecia, la jugada no le ha salido nada mal. Va a ocuparse de las bodegas de Carla mientras ella estudia fuera. Después de haberse hecho de oro vendiendo pastillas a sus compañeros de clase, puede que en el nuevo negocio se desenvuelva igual de bien. Claro que, conociendo al padre de la marquesita, seguramente tenga que enfrentarse a él. Ahora que Polo está muerto y está enfadado de Cayetana, esperamos que haga amistades que le convengan un poco más.

  • Cayetana

A Cayetana le ha tocado quitarse el traje de Cenicienta. Recién llegada de la carroza pasadas las doce de la noche, la joven decidió no aceptar el dinero de las madres de Polo y optar por ir a la universidad pública. Sin embargo, en el último capítulo vemos que está trabajando como limpiadora de Las Encinas. Imaginamos que sus antiguos amigos no tardarán en darse cuenta, aunque bueno, hace una temporada que saben que la imagen que dio de influencer y chica rica, era en verdad una mentira. ¿Conseguirá que vuelven a aceptarla?

Los que se marchan

  • Polo

Era de esperar y, como comentaron sus compañeros de reparto, “la muerte de Polo es justifica divina”. Es cierto que mató a Marina por accidente, pero fue él quien lo hizo. Además, los problemas en la investigación le tuvieron especialmente aturdido en la segunda temporada, en la que llegó a intentar suicidarse; y en la tercera, aunque consiguió librarse en un primer momento de la cárcel e iniciar su trío con Valerio y Cayetana, no pudo tirar más de la cuerda. Como último deseo, convence a sus madres para que mantengan la beca con la que Lucrecia y Nadia puedan ir a estudiar al extranjero. Pero cuando va a contárselo a ellas, le matan.

  • Nadia

Convertida finalmente en amiga de Lucrecia, quién nos iba a decir en la primera temporada que los dos cerebritos de Las Encinas fueran a marchar juntas a estudiar a Nueva York, y becadas. La joven musulmana se lo ha ganado a pulso, teniendo que superar incluso que su hermano se líe con su novio. Pero bueno, no hay mal que por bien no venga y la situación le permite dejar de engañarse y reconocerse que sigue enamorada de Guzmán. Ambos se confiesan su amor antes de que ella suba al avión. Veremos qué le depara el sueño americano.

  • Carla

Carla ha apostado por alejarse de todo y de todos, e irse a estudiar también al extranjero. Desde luego, su familia se ha ganado todo menos que ella se quede cerca. La marquesita decide romper y dejar atrás tanta desgracia. Acaba con su adicción a las drogas y deja en Madrid a Samuel. Ahora y no hay nada que les impida estar juntos, pero la decisión está tomada. Yeray la nombra dueña de las bodegas de la familia y, aunque ella no vaya a estar, confía en que Valerio vaya a ser capaz de mantenerle el negocio a flote.

  • Lucrecia

La evolución de Lucrecia la ha convertido en uno de los personajes más interesantes de la serie. Lejos de ser únicamente una repipi cruel y estudiosa, la joven ha demostrado tener mucha valía, estar ahí para sus amigos, valorarse y poner en su sitio al que ha hecho falta cuando ha hecho falta -todavía estamos aplaudiendo su discurso de la segunda temporada en la fiesta “benéfica” que le organiza a Cayetana-. Desheredada por su padre, se ha ganado la beca con la que viajar a Estados Unidos y se marcha con Nadia.

  • ¿Malick y Yeray?

Fueron los últimos en llegar y no sabemos si en marcharse. Malick, por lo pronto, se ha marchado a Estados Unidos con Nadia y Lucrecia, pero nada apunta a que vaya a convertirse en el mejor amigo de ninguna de las dos. Imaginamos que allí hará nuevas amistades. ¿Echará de menos a Omar? Yeray, por su parte, después de haber conseguido ser sincero con Carla y cerrar el acuerdo con su familia, podrá dedicarse a la aplicación que desarrolló y que tanto dinero le ha permitido ganar.

¿Y cómo lo van a hacer?

Por lo pronto, sabemos que Netflix renovó Élite por una cuarta y una quinta temporada, pero no reveló más detalles de sus tramas ni de sus personajes. Aunque la plataforma no lo ha confirmado, se prevé un cambio de ciclo para los siguientes episodios. Por lo tanto, no sabemos si los nuevos episodios seguirán el día a día de los alumnos que se han quedado en Las Encinas, si aparecerán aquellos que han marchado al extranjero en algún momento, o si directamente serán nuevos jóvenes los que tomen protagonismo. Habrá que esperar a conocer más detalles.

Etiquetas
stats