Investigación del programa de Cuatro

Cuatro destapa que la familia Franco posee edificios donde se ejerce la prostitución

En el punto de mira sobre conflictos vecinales

El programa de Cuatro “En el punto de mira” centró su entrega de este lunes 19 de junio en los conflictos vecinales, y para ejemplificar alguno de ellos se desplazó hasta el barrio madrileño de Legazpi.

Luis Troya, el reportero que se encargó de la edición, quiso recabar la opinión de los vecinos sobre las problemáticas que estaba teniendo el barrio, y uno de ellos se centró en varios edificios en los que se ejerce la prostitución.

El vecino les explicó que eran edificios que estaban alquilados y le aseguró que “por lo que sabemos pertenece a una sociedad que pertenece a la familia Franco”.

Cuatro comprobó que eran de una nieta de Franco

Tras ser puestos en la pista, el programa de Cuatro consultó el Registro de la Propiedad y comprobó que todos los pisos de uno de los edificios están al nombre de una misma empresa.

Al mirar quiénes están al frente de dicha empresa, “En el punto de mira” encontró dos nombres: el de una nieta de Franco y el de su marido. El programa explicó que intentó ponerse en contacto con dicha empresa, pero no obtuvo respuesta.

Volvieron a ser insultados y amenazados

Como ya ocurrió hace un par de semanas, cuando como recogimos el equipo de “En el punto de mira” sufrió un hurto nada más pisar el conflictivo barrio de Las Cuevas (Granada), en la entrega de este lunes volvieron a ser insultados y amenazados.

En esta ocasión fue por una inquilina del barrio de Moratalaz, en Madrid, que se había ganado las quejas de todos sus vecinos por dar de comer a las palomas, algo que está prohibido, y haber generado una plaga de estas aves.

Cuando la reportera Mireia Llinares intentó hablar con ella, lo único que se llevó fue varias amenazas e insultos de todo tipo: “tonta”, “idiota”, “mamaracha”...

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