Entrevista Vertele

Ana Pastor despide ¿Dónde estabas entonces?: “Ahora todo es un escándalo y provoca una polémica”

Ana Pastor

Marcos Méndez

La historia de España retrocede la noche de este martes en laSexta hasta 1989, año que protagoniza la última entrega de “¿Dónde estabas entonces?” para cerrar su primera temporada en la cadena de Atresmedia.

Antes de poner punto final a este viaje, charlamos con Ana Pastor sobre un formato que ella misma define como “el mejor programa que voy a hacer nunca”, y avanza la clara intención de seguir adelante: “Vamos a empezar a plantearnos los 90”.

Este repaso histórico le ha permitido “colocar cada cosa en su sitio y poder comparar el pasado con el presente”, y por eso no tiene dudas al confirmar que hemos retrocedido en libertad de expresión, con un ejemplo de total actualidad: “Lo de ARCO del otro día es un buen retrato del retroceso en algunas cosas”.

Ahora que ¿Dónde estabas entonces? inicia una nueva fase de preproducción, la periodista se centra en El Objetivo dejando claro que “no buscamos que los políticos estén cómodos” y repitiendo una vez más su invitación a Pedro Sánchez y a Mariano Rajoy: “Veremos si 2018 es el año”.

Este martes '¿Dónde estabas entonces?' cierra en 1989 su primer repaso a 13 años de la historia de España, desde 1977. ¿Volverá?

Vamos a empezar a plantearnos los 90. Cerramos una década fascinante y empieza otra que parece más cercana, pero de la que ya han pasado 20 años y que también tiene cosas fascinantes. Primero vamos a cerrar los 80, que además lo hacemos con un guiño al Delorean de Regreso al futuro que hemos hecho con la gente de La Caña Brothers, la productora que nos ayuda a hacer el programa.

¿Habrá que esperar mucho para ese repaso de los 90?

Nos vamos a sentar ahora. Hemos estado ocho meses produciendo estos trece programas. Ahora empezamos a planificar toda esa parte.

¿Que ha supuesto a nivel personal y profesional?

Yo la verdad es que estoy feliz. Mirar hacia atrás siempre te provoca por un lado dolor, en lo que hemos ido para atrás; y por otro a mí personalmente me ha ayudado a aprender a un montón de cosas a niveles muy satisfactorios. Desde aprender a escuchar, que ya lo dije cuando lo presentamos, hasta a medir la calidad de nuestra democracia, de nuestros recuerdos, de la propia humanidad que te presentan las historias que tenemos delante. No soy muy objetiva, ni quiero serlo, porque es el mejor programa que voy a hacer nunca.

¿Qué valoración general hace?

Todas las noches son muy competitivas. Este es un producto especial, y hay que pelearlo igualmente. Es verdad que el primer trimestre, donde no estaba el fútbol ni ciertos estrenos, fue mejor, pero da igual. Yo en eso, como en el fútbol, no soy muy llorona con los árbitros. La ventaja o el inconveniente a nivel de audiencias de un programa como este es que puedes verlo después en la web, porque no hay una continuidad. Mucha gente nos ha escrito de colegios e institutos diciéndonos que ven el programa con los chavales y las chavalas para aprender historia. Y eso es uno de los mejores regalos que nos deja el programa.

En cuanto a la audiencia, que no me escaqueo como los políticos, el primer trimestre fue muy bien, incluso mucho mejor de lo que yo esperaba, y en el segundo trimestre, con mucha más opción enfrente, pues ha habido que pelearlo más. Es que todas las noches son muy competitivas, tenemos una serie tan impresionante como Cuéntame, de la que yo soy fan, que aparece en enero los jueves, o la Champions, u OT que era los lunes y de repente ponen la gala el martes. Cualquier día de la semana, y lo sé por los domingos, es muy complicado para cualquier opción. Nosotros hacemos un producto muy determinado, en una cadena muy concreta, y estoy contenta con el resultado porque también tenemos margen para mejorarlo.

Con la perspectiva histórica que da ese repaso, ¿cree realmente que hemos retrocedido en libertad de expresión?

Totalmente. Si hago el relato de algunas de las cosas que hemos visto en estos programas, como Mercedes Milá, Gurruchaga, Las Vulpes, Pedro Almodóvar con Pepi, Luci, Bom, La bola de Cristal... cualquiera de esos programas, emitidos hoy, serían un escándalo. Y más en una televisión pública.

Lo de ARCO del otro día es un buen retrato del retroceso en algunas cosas. Cómo puede ser que un país tan pegado a una dictadura hace no tanto tiempo, fuera mucho más flexible, tolerante y abierto en La Movida madrileña, como contó muy bien Santiago Auserón en una de las entrevistas que hicimos, que ahora que todo es un escándalo y provoca una polémica. Y no hablo de amenazas u otras cosas, hablo de cultura y de expresión de libertad en cuanto a la cultura.

¿En qué ámbitos sí ve un progreso claro en España?

Hemos avanzado, y a mí me ha ayudado a verlo el programa. Soy muy crítica en algunas cosas, y en otras creo que hemos ido hacia adelante claramente. Por ejemplo, tenemos una ley que permite a las personas del mismo sexo casarse y adoptar y tener hijos; y uno de los capítulos lo dedicamos al trato que se le daba a la homosexualidad hace no tanto en nuestro país, con terapias horribles e inhumanas. Esa misma gente es la que te cuenta que hemos mejorado, aunque queda mucho por hacer, lógicamente, y sigue habiendo agresiones homófobas que en laSexta seguimos contando.

Otro ejemplo es que ETA ha tenido una presencia todos los 80 y los 90 de asesinatos, y si hablamos del hoy y del ahora ETA ya no mata. Y eso también es una realidad de nuestro país que hace que mucha gente que ha vivido amenazada e incluso humillada, las víctimas, hoy lo cuentan. Y hoy ETA no mata. Eso no hace que podamos olvidar todo lo que ha ocurrido hasta ahora.

¿El mayor retroceso lo ve en cuanto a la libertad de expresión?

Yo creo que ese, sí. Es verdad que muchas veces, sobre todo gente más mayor, te dice que la posibilidad de pactar. En cuanto a la flexibilidad aplicada a la política, da la sensación de que cuesta más ahora el pacto. Pero yo no tengo tan claro que haya un salto tan gigante. Si ves las cosas que le decían por ejemplo a Suárez los que ahora hablan tan bien de él, las barbaridades que le decían incluso en los debates...

O ahora que se critica tanto a las tertulias en televisión, y de repente te encuentras con escenas muy virulentas en una tertulia de los años 80 y 90. Es decir, ya existían. A mí me viene muy bien para colocar cada cosa en su sitio y poder comparar el pasado con el presente.

En El Objetivo, ¿los políticos están más cómodos ante sus preguntas, o las de los ciudadanos?

Como no buscamos que los políticos estén cómodos ahí, en ese ámbito que es el nuestro, lo que hacemos es mezclar. Nos hemos inspirado en lo que hacen varias cadenas británicas para recoger esta doble entrevista. Es verdad que se había hecho entrevista en España, también lógicamente el Tengo una pregunta para usted, pero lo que hemos hecho ha sido unificar ambos, como hacen los británicos. Que del tirón, después de responder a las preguntas de El Objetivo, tengan que responder a la gente. Yo creo que las dos cosas les cuesta, y a pesar de todo como hemos visto en el caso de Albert Rivera, o de Pablo Iglesias, o de Oriol Junqueras, se prestan. Luego hay políticos que no se prestan ni a una cosa ni a la otra.

¿Es el caso de Pedro Sánchez y Mariano Rajoy?

Es el caso de Pedro Sánchez, que sigue invitadísimo desde hace cinco años, y no ha pisado nunca nuestro plató. En eso se parece bastante a Mariano Rajoy. Yo quiero a los dos, no puedo entenderlo. Rajoy por cierto lo hizo en laSexta Noche, estuvo en laSexta Noche respondiendo a la gente. Sobre todo me sorprende el caso de Pedro Sánchez, que “aspira a”, porque Rajoy puede pensar que tiene más que perder, pero en el caso de Pedro Sánchez me sorprende que siga resistiéndose. Veremos si 2018 es el año.

¿No será directamente porque usted es la presentadora?

No tengo ni idea, no sé. Habría que preguntárselo a ellos. Es verdad que en nuestra cadena ha ido a todos los programas. Ha estado con Évole, con Ferreras, en laSexta Noche, pero con nosotros no ha venido. Habría que preguntárselo a él.

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