Entrevistamos al productor

César Benítez zanja la polémica de Allí Abajo e ironiza con el “poltergeist” de La Verdad

Jon Plazaola y María León, en la cuarta temporada de Allí Abajo

Marcos Méndez

Allí Abajo, con la vitola de ser la serie más vista del 2017, estrena este lunes su cuarta temporada en Antena 3, esperando acabar con el liderazgo de La Voz Kids en Telecinco y dejar atrás a los Maestros de la Costura de La 1 de TVE.

La ficción producida por Plano a Plano contará a nivel argumental con la importante aparición de Elaia, el bebé de sus protagonistas Carmen e Iñaki, como ya nos explicó Jon Plazaola. Pero como nos cuenta su productor, “queremos mantener es la esencia pura de la serie”.

En los últimos días, una polémica por el tuit de uno de los guionistas, del que se desmarcó la productora, ha marcado el preestreno. Charlamos sobre ella con César Benítez, centrándonos en conocer cómo han planteado esta nueva temporada, cómo ha cambiado la producción televisiva, y cómo marchan otros proyectos: La Verdad en Telecinco y Sabuesos en TVE.

¿Dan por zanjada la polémica con el tuit?

Sergio V. Santesteban escribió desde su cuenta personal un tuit, a mi juicio desafortunado, y nos llegaron muchos comentarios de gente ofendida a la productora. Por ello, aunque nosotros estábamos al margen de sus palabras, quisimos publicar un mensaje disculpándonos, sobre todo porque justamente el espíritu de Allí abajo es poner el foco en la diferencia para encontrar lo que nos une, siempre desde el absoluto respeto a las diferentes comunidades de nuestro país. Pero estoy seguro de que no era la intención de él molestar a nadie. Solo hay que andar con mucho cuidado para no herir sensibilidades, porque lo malo de estas cosas es que rápidamente se hace una campaña.

Cuando una serie alcanza el nivel de Allí Abajo, ¿da miedo no poder mantenerlo, o es al revés y tranquiliza saber que se cuenta con un público fiel?

Pues la verdad es que son las dos cosas. Por un lado da un pelín de tranquilidad, pero por otro lado da mucho vértigo. Da miedo el no mantener el listón, y evidentemente cada vez es más complicado el seguir interesando al espectador, porque ya es la cuarta temporada. Nuestro trabajo es intentar que la serie se renueve de alguna manera, y eso da vértigo.

Y por esto que nos cuenta, a la hora de plantear los nuevos capítulos, ¿qué tienen claro que quieren mantener, y en qué intentan cambiar?

Lo que tenemos claro que queremos mantener es la esencia pura de la serie. Al final se ha convertido en una serie de personajes, básicamente, y ahí sí queremos ser muy fieles con nuestros propios personajes. Lo que queremos cambiar temporada a temporada es un poco la evolución de ellos mismos, y las circunstancias que concurren a su alrededor y que les rodean.

Por ejemplo, esta cuarta temporada venimos de dejar a Carmen dando a luz y siendo enfermera, y ahora lo que veremos es una Carmen que ha evolucionado, con la posibilidad de ser madre como Iñaki, que es directora de la clínica... Es ver la evolución de los personajes, en situaciones que van cambiando y se diferencian de las temporadas anteriores.

Para evolucionar los personajes, es clave mantener a los actores, ¿es difícil conseguirlo?

La verdad es que visto así somos un fenómeno curiosísimo y que pocas veces ocurre, porque todos están encantados. Y cuando digo todos, me refiero tanto al equipo técnico como al artístico. Todos están encantados de estar en la serie, se ha creado como una familia, y aunque los rodajes están siendo duros sobre todo porque esta temporada estamos teniendo muchos más exteriores y por la climatología, la gente se lo pasa bien.

Hay muy buen rollo, y cuando termina la serie que siempre acabas muy cansado, pasan 3 ó 4 meses y todo el mundo siente como morriña y están deseando que vuelva a comenzar la grabación. A los tres meses me está llamando todo el mundo: “Oye, ¿cuándo empezamos?”. Esto habitualmente no pasa, pero en esta serie la verdad es que es fácil porque todo el mundo está encantado.

¿Cómo van a nivel de producción? ¿La cuarta ya está grabada, saben algo de una quinta?

La renovación, hasta que no veamos cómo va, hay que esperar. En esta cuarta temporada, nos quedan todavía por grabar cuatro capítulos. Hemos rodado muchos exteriores, muchos en el País Vasco, estamos grabando en Málaga... Esta temporada es muy coral, todas las tramas son muy corales, y de mucho enredo.

En plena fiebre del remake, ¿no veremos de nuevo El Comisario, o Al salir de clase?

Me encantaría. Lo que pasa es que, en relación a El Comisario, todos se han hecho mayores, y con Al salir de clase igual. Nosotros estamos trabajando en dos series juveniles, pero evidentemente no con el espíritu de Al salir de clase, porque ha evolucionado mucho esto. Los jóvenes de Al salir de clase no son los jóvenes de ahora. Su problemática sí, pero sus circunstancias no.

¿Y qué tipo de proyectos cree que pide la TV ahora?

Ahora mismo los jóvenes se comunican de otra manera. En Al salir de clase todavía existía eso que se llama la relación humana [ríe]. Ahora los jóvenes es todo a través de las redes sociales básicamente, y sus motivaciones son muy distintas a las de Al salir de clase. Su manera de relacionarse, de comunicarse, de establecer conexiones, son muy distintas a las que eran entonces, donde todavía estaba el factor de la comunicación vis a vis. Ahora ya no es así, es todo mucho más interactivo.

¿Y en general, a qué cree que apunta la TV, y también las plataformas?

En eso no cambia nada: la fórmula siendo un secreto. No hay fórmula. Sí ha cambiado la manera de producirse, eso ha cambiado muchísimo. Antes las series como El Comisario, o Al salir de clase, las grababas prácticamente en un plató, el 70% del capítulo. Ahora ya ni te lo planteas, a no ser que sea una serie como Servir y Proteger, diaria. Todas las series son prácticamente películas. Ha cambiado la propia evolución de la ficción: los guiones son mucho más complejos, se rueda básicamente como si fueran películas... Pero el tema y qué es lo que va a funcionar, sigue siendo un misterio. Y es lo que le da magia a esto. Si hubiera una fórmula para producir, estaría produciendo un banco [ríe], y pasaría de productores y directores y todo.

¿Producir para Netflix, Amazon, o cualquier plataforma es una opción, o de momento se centran en proyectos como hasta los de ahora?

Ahora mismo todo va más unido. Acaban de formar una plataforma Mediaset, Atresmedia y TVE, y nosotros que estamos preparando Toyboy para Antena 3 primero se emite en la cadena, pero luego se verá también en Netflix. Cada vez está todo más enganchado, más unido.

Lo que sí es cierto es que cuando tú te planteas una serie solamente para una plataforma, te la planteas de otra manera distinta a cuando es para una TV en abierto. Para una cadena en abierto, tú aspiras al famoso 20%, y tienes que intentar abrir mucho más las historias para captar un mayor número de público. En cambio para una plataforma tu prioridad no es tanto la audiencia como un segmento muy concreto, vas más al segmento.

Además de Toyboy y Allí Abajo, tienen otras ficciones. ¿Qué pasa con La Verdad, tras ese estreno frustrado en Telecinco?

De La Verdad vamos a hacer un remix que se llama “El Poltergeist de La Verdad” [ríe], porque es un misterio. No tengo ni idea. Estuvimos a punto de estrenar, después pasó lo que pasó, y a día de hoy pues no tengo ni idea de cuándo se va a estrenar. Yo dudo mucho que se estrene hasta después de verano. Espero que sea en otoño de 2018.

¿Sabuesos está cerca de estrenarse en La 1?

Sabuesos es una serie muy pensada para la familia, con niños pequeños. Tiene un punto muy naif, y que para mí lo ideal sería estrenarla en el mes de junio. Yo lo chequeo mucho con mis hijos, porque tengo hijos pequeños, y a los niños de 10-12-13 años les encanta. Por eso espero que se estrene en la época de vacaciones de los críos.

¿El spin-off de El Caso

Es una webserie para TVE, porque El Caso dejó muy buen sabor de boca al público que la siguió, que era una media de un 10%, y a la crítica. Yo creo que es la serie que mejores críticas ha tenido. Nunca hemos perdido la esperanza. Vamos a ver ahora qué pasa con esta webserie, que se empezará a emitir en breve espero en televisión, y estamos con la confianza absoluta de que tarde o temprano volveremos a retomar El Caso, que además el último capítulo se quedó muy en abierto para continuar. Es una serie que a todos nos encantaría poder continuar, y no hemos perdido la esperanza.

¿Servir y proteger sigue firme en la tarde de La 1?

Servir y proteger es como un diésel [ríe]. Vamos paso a paso, tenemos un público fidelizado de 1,2-1,3 millones de espectadores que nos siguen pase lo que pase, y las series diarias son como un transatlántico, que van lento pero seguro. Vamos al alza, cada vez la asentamos más y subimos en espectadores, y la verdad es que goza de buena salud. Estamos muy bien.

¿Tiene más proyectos en mente?

Además de preparando Toyboy, estamos desarrollando proyectos muy variados y que pueden ir muy bien. Vamos a ver si conseguimos luego “colocarlos” y sacarlos adelante.

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