Entrevista a la protagonista de 'Inés del alma mía'

Elena Rivera: “Es necesario recordar que las mujeres también han escrito grandes páginas de la historia de España”

Elena Rivera en 'Inés del alma mía'

Laura García Higueras

Elena Rivera se despidió de Karina y Cuéntame cómo pasó hace más de dos años. Tiempo que le ha permitido seguir engrosando su trayectoria como actriz y que ahora ha alcanzado un momento dulce encadenando papeles protagonistas en las series Inés del alma mía y Alba.

En la primera, que se estrenó en verano en Amazon y llega este miércoles a La 1, encarna a una mujer “adelantada a su tiempo”, en concreto, a la primera española que pisó Chile. En la segunda, aún en fase de rodaje y que podrá verse en Antena 3, a una joven víctima de una violación múltiple.

“No quiso asumir el lugar que el mundo tenía reservado para ella”, explica sobre el personaje al que encarna en la adaptación de la novela de Isabel Allende. Una joven que comenzó su vida en Plasencia para alzarse gobernadora al otro lado del charco, y en cuyo rodaje se toparon con la pandemia, las revueltas sociales en Chile que obligaron a cambiar los planes y hasta un terremoto. Por ello alaba que, pese a las circunstancias, la superproducción “haya tenido la ambición de salir adelante sin renunciar a casi nada”.

Del mismo modo, defiende como “bastante necesario” que haya proyectos que muestren “que las mujeres también han escrito grandes páginas de la historia de España”.

'Inés del alma mía' llega a TVE tras su paso por Amazon, ¿cómo era esta mujer que se convirtió en la primera en llegar a Chile?

Una mujer que vivió en una época en la que no estaba bien visto que las mujeres marcaran su propio destino y que hicieran lo que ellas querían hacer, como era su caso. Que tuviera el coraje de emprender un viaje tan largo ella sola en busca de su marido, la convierte en una mujer de armas tomar y, evidentemente, en una adelantada a su tiempo. Alguien muy fuerte que no se achantaba ante nada ni nadie. No quiso asumir el lugar que el mundo tenía reservado para ella.

¿Cómo sobrevive y evoluciona en esta aventura dentro de un mundo eminentemente de hombres?

Parece que los hombres son siempre los protagonistas de las grandes páginas de la historia, y esta serie enseña que también las ha habido lideradas por mujeres; que de una forma u otra, han quedado silenciadas o ensombrecidas. Por ello está bien mostrarlo, porque Inés fue una de esas mujeres capaces de arrasar con todo simplemente por su manera de ser y ver la vida como lo hacía: que era hacer las cosas conforme ella quería.

La veían como una bruja o ramera, pero sin embargo encuentra en Pedro de Valdivia un aliado. Era raro que un hombre aceptase algo así, y sin embargo él lo hizo. Entre los dos forman uno, son un equipo. Tampoco estaba bien visto que en un mundo de hombres ella fuera casi la cabecilla de la expedición, pero realmente si no hubiera sido por ella, no hubieran ni sobrevivido en muchos de los momentos difíciles que se topan en su viaje. Era una superviviente.

En el primer episodio, el jefe de la expedición le dice que pregunta si acaso pensaba que el nuevo mundo era mejor que el viejo. En semejante contexto, ¿van a conseguir ser tan idealista como en el inicio?

Lo que les une, que de hecho es una frase literal de la novela que dice Inés, es que lo que más le gusta de Pedro es su valor e idealismo, hubiera dado la vida por él. Lo que le enamoró es que no era el típico conquistador que solo llegaba para plantar la bandera, saquear, violar mujeres y matar; sino que quería crear un Nuevo Mundo donde todo fuera mejor, donde no hubiera linajes ni privilegios para nadie, y enriquecerse unas culturas con otras. Por supuesto, la historia es la que es y no siempre todo es tan idílico ni tan fácil. Hay momentos en los que los que viven allí no aceptan que los españoles lleguen pareciendo que quieren solo el oro y no respeten su cultura; y al revés pasa lo mismo. Al final chocan y eso es lo que se va a ver en la serie: muchas guerras y mucho enfrentamiento.

¿Cómo fue el rodaje? En Chile coincidisteis con una protesta social

Alcanzamos Chile tras haber estado en Perú, viendo como una suerte poder estar recreando este viaje al 100% sin necesidad de cromas ni decorados. Pero al llegar nos encontramos con un estallido social que hizo que el rodaje pasara a un segundo plano. La prioridad era nuestra seguridad en el país y ver qué iba a pasar.

La serie es una superproducción, hemos rodado en dos continentes, grabado en los lugares más recónditos y espectaculares, con actores de distintos países, y aun así siempre hemos querido más. Un espíritu que se ha contagiado desde el plano más complicado al trabajo con los guiones en nuestros ratos libres. Ha vivido una pandemia, un estado de alarma en España, un estado de excepción en Chile con tanques y barricadas en las calles, incluso un terremoto. Allí son habituales los temblores y lo tienen muy asumido, pero el día que lo sentimos pensamos que era ya lo que faltaba. Aun así, con un rodaje parado y un país en plena revuelta popular, la serie ha tenido la ambición de salir adelante sin renunciar a casi nada. Hubo tantos problemas que no somos conscientes del resultado que ha salido.

Las historias de conquista y bélicas suelen estar protagonizadas por hombres; y aquí es una mujer. ¿Cuánto sigue haciendo falta reivindicar a mujeres “olvidadas” o “desconocidas” que aun así fueron muy importantes como Inés?

Los hombres han sido casi siempre los protagonistas de este tipo de historias. Estoy contenta con las críticas recibidas tras el estreno en Amazon. A la vez, hubiera sido complicado que esta serie concreto hubiera salido adelante si no hubiera sido de la mano de TVE. Que la televisión pública apueste de forma tan fuerte por la historia de una mujer tan fuerte como Inés Suárez, como ya en su día hizo con Isabel; que se nos recuerde que las mujeres también han escrito grandes páginas de la historia de España, es bastante necesario. Y no solo porque sean fuertes, que no solo se quedaba en eso, sino que ellas son las que toman las decisiones. Vamos por buen camino, poco a poco se están haciendo más series donde la mujer tiene papel protagonista. Disfrutémoslo y sigamos así.

De hecho, tú misma protagonizas otra, 'Alba', en la que interpretas a una mujer víctima de una violación múltiple, en un momento en el que por desgracia siguen de actualidad. ¿Cómo has vivido el contraste entre ambos personajes y la experiencia en el rodaje?

Últimamente voy de drama en drama [ríe], no sé cómo lo hago. Inés es una mujer de armas tomar a la que no se le pone nada por delante y de Alba se va a ver que es una mujer fuerte a pesar de lo que le ocurre, una violación grupal, que no deja de ser algo tremendo y muy duro. La iremos viendo como una heroína que intenta superar la situación que le ha tocado vivir buscando justicia. Conseguir que esas personas terminen entre rejas e intentar cerrar esa herida, que creo que aun así nunca se cura. El rodaje está siendo duro, es una historia emocionalmente dura porque es una chica que lucha porque sus violadores salgan condenados. Y tiene una historia de amor imposible con su novio, que se ve un poco afectada por la violación.

Después de verte crecer en televisión, ahora te vemos convertida en guerrera y justiciera. ¿Sientes que cada vez se te desliga más de Karina y que estás pudiendo hacer cosas diferentes?

Estoy muy contenta con mi trayectoria. Me siento muy afortunada. Siento que poco a poco voy creciendo y que estoy formando parte de grandes proyectos como Inés del alma mía y Alba. Ya al acabar Cuéntame, poniendo el punto y final a Karina estuve y disfruté la obra de teatro La vuelta de Nora. Me gusta también ser honesta con este oficio. Soy actriz, no sabría hacer otra cosa. No aspiro a ser modelo, ni influencer, a tener más o menos followers, ni tener la portada más glamourosa de una revista de moda. Es verdad que si mañana tengo que hacer esa portada, por supuesto que la haré, pero como actriz. Esta profesión conlleva humildad, es un trabajo muy sacrificado y expuesto, está lleno de muchas inseguridades e incertidumbres, más ahora con lo que estamos viviendo.

Aprovechando que lo mencionabas antes y teniendo en cuenta que llevas en la profesión desde pequeña, ¿qué opinas sobre que ahora se le de tanta importancia, dentro de vuestra profesión, a la repercusión que tengáis en redes sociales?

Por una parte lo entiendo, porque ahora se ha vuelto todo muy visual. Se relaciona tener muchos seguidores con que esa persona, si está en determinado proyecto, vaya a tener muchísima audiencia. Y hay veces que se ha visto y demostrado que no es así. Las redes sociales, al menos como yo las concibo, son un escaparate que viene bien como foco de la manera que cada uno quiera usarlo. Es verdad que probablemente te lleguen más trabajos o tu caché se incremente pero no sé, lo veo de otra manera. No sé si será porque empecé desde pequeña y considero este trabajo muy sacrificado. Esto no es llegar y que a la primera de cambio todo venga fácil, porque unos días estás arriba y otros abajo. Hay que llevarlo con humildad, esforzarse mucho y aprender.

Volviendo a 'Inés del alma mía', la serie muestra la opresión que sentían las mujeres, dentro de la Iglesia, concibiendo las relaciones sexuales como pecados, pudiendo ser analfabetas, ¿cómo ha sido encarnar a alguien víctima de represión? ¿Te ha llevado a pensar en lo que han cambiado las cosas?

No se ha cambiado tanto. También pienso que no se puede calificar ni atribuir conceptos ni valores actuales a personajes que vivieron hace siglos porque hay que entender el contexto de la época. Pero es verdad que si te lo llevas a la actualidad, la mujer todavía en ciertas cosas no está bien vista, hay muchísima represión. Ocurre con la forma en la que todavía se nos sexualiza mucho. Con Inés de ve, a la mínima que entra en ese mundo de hombres, simplemente creen que es una puta, que tienen derecho a violarla, a hacer con ella lo que quieran. Hemos cambiado pero hay algo que todavía está ahí. Si eso nos viene de la cultura y de siempre, es complicado, pero poco a poco estamos consiguiendo grandes pasos.

Lo que comentabas de la sexualización de la mujer, ¿es algo en lo que hayas notado cambios como actriz desde que empezaste hasta ahora?

Cuando eres niña las tramas son infantiles y nunca hay nada relacionado con planos que vayan más sexualizados. Cuando vas creciendo sí que las tramas se vuelven más adultas y en ciertos momentos tiene que haber escenas de sexo, pero nunca me he sentido incómoda ni que hubiera una escena puesta solo para que a la actriz se le vea un pecho. De hecho, si lo hubiera notado, a lo mejor soy la primera en hablarlo, comentar que igual no es necesario o que se puede hacer de otra manera, enfocarlo con otra perspectiva.

También creo que para naturalizarlo, sí es necesario no negarse si la historia lo pide. Me chirría mucho cuando al terminar una escena de cama o amor, no se vea absolutamente nada. Que en ese después la chica vaya tapadísima con la sábana. Pensando en lo que hay detrás, igual no ha querido enseñar un pecho o lo que sea, y esa no es la naturalidad de la vida. Yo intento hacerlo a la hora de rodar cualquier escena que sea más subida. Si nosotras mismas somos las que damos más importancia de la que tiene, creo que jugamos a la contra. Viendo un poco el contexto de las escenas, te lo puedes llevar a algo que tampoco es para escandalizarse mucho.

Más allá de los proyectos que hemos comentado, ¿cómo te ha afectado la situación del coronavirus? ¿Sientes que la industria se ha reactivado? ¿Te han llegado nuevos?

Es una situación difícil para todos los sectores. En el nuestro, que siempre se habla de cara al futuro, sobre qué proyectos tienes o el festival al que te han invitado en dos semanas, hacer eso ahora es casi imposible porque todo puede cambiar en horas. Puedes estar normal y que de repente te encuentres mal, dar positivo, tener que hacer cuarentena y que todo se retrase, o cancele incluso. Por fortuna, como en mi círculo cercano no hemos tenido contagios, es algo que creo que nos puede afectar más a nivel mental.

Es una situación muy dura para todos, incluso si tienes la suerte de poder seguir trabajando con salud como me está pasando. Tenemos que poner todos de nuestra parte para seguir luchando contra el virus. Ser conscientes de que juega un papel muy importante la solidaridad y que la mejor forma de vencer a esto es pensar a los demás: llevar la mascarilla, mantener distancias, reducir quedadas. La prioridad es la salud personal y la de tus familiares.

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