Entrevista Vertele

Freddie Highmore es 'The good doctor': “A veces se piensa que la gente con autismo no tiene emociones”

Freddie Highmore

Marcos Méndez

Tiene apenas 27 años. Y ese “apenas” resulta más que necesario para matizar e incidir en su edad a la hora de valorar lo que Freddie Highmore ha logrado en una industria tan exigente como la audiovisual, tanto en el cine como en la televisión.

Actor, director, productor y guionista, se ha convertido en una estrella gracias a protagonizar primero Bates Motel y actualmente The Good Doctor, cuya segunda temporada despide la noche de este martes 26 de marzo su segunda temporada en AXN.

Desde el momento en el que aparece en la sala de un céntrico hotel en Madrid en la que ya le esperamos varios periodistas, el actor muestra su cercanía y simpatía, saludando en español. Una iniciativa que no se queda en el saludo, ya que durante toda la charla atiende a las preguntas y las responde en ese mismo idioma. No obstante, es licenciado en filología española y árabe por la Universidad de Cambridge, y vivió en Madrid.

Freddie Highmore es, probablemente, una de las estrellas de Hollywood que mejor habla español. Lo hace con total naturalidad, sin perder la sonrisa y con una pronunciación y un dominio del vocabulario que sorprende incluso al traductor que le/nos asiste, y que avisa: “Creo que hoy voy a tener poco trabajo”.

Y así es, porque el intérprete sólo recurre a su lengua natal, ese inglés de acento londinense -donde nació en 1992-, para explicar sin posibilidad de error todo lo relativo a temas tan concretos y profundos como el autismo que trata la ficción, o las enfermedades que refleja la serie.

Ya que lo hablas perfectamente, ¿has escuchado tu doblaje en español?

[Ríe] Solamente he visto una pequeña parte del doblaje, pero justo en este viaje he conocido a David, al doblador, y tengo ganas de escuchar un episodio entero con su voz.

¿Te atreverías a doblarte a ti mismo en español?

Bueno, es que no le quiero quitar su trabajo... [Ríe de nuevo]. Sería imposible hacerlo, porque él va trabajando a medida que nosotros vamos filmando.

¿Al principio sentiste presión por el legado de 'House', al ser también un drama médico del mismo creador?

No, por House no, nada. No sentí ninguna presión. Era más como la oportunidad de trabajar con David Shore, una oportunidad fantástica. Pero al mismo tiempo sí había presión en cuanto a representar el autismo de la forma más auténtica posible, y sí que queríamos todos hacerlo bien.

¿Como actor, cómo te preparas físicamente para representar los movimientos y los tics de Shaun?

Hay como dos lados. Claro que hay que hacer toda la preparación del personaje, y para ello el creador David Shore y yo hemos compartido desde el principio libros, literatura, documentales... los dos hemos trabajado con su toque, todo ello está en la serie.

Hay ese lado de preparación, pero también hay que estar fluido en el momento, y eso es la parte más difícil de describir cuando vas a actuar. El reaccionar con lo que está pasando alrededor.

Esta segunda temporada ha sido muy intensa emocionalmente para Shaun. ¿Cómo ha crecido?

Cada episodio ha evolucionado. Creo también que es la diferencia con otras series, sobre todo procedimentales, que suelen tener un personaje que es lo mismo en cada capítulo y que no cambian. Pero con Shaun, y para representar el autismo de forma más auténtica, tiene que cambiar cada episodio.

Creo que en la segunda temporada ha encontrado su voz, un poco al final, y también ha tenido que cuidarse del Doctor Glassman, como que su relación se ha invertido este año. Desde que se conocieron Glassman se ocupaba de Shaun y fue como su mentor, pero ahora tiene cáncer y tiene que cuidarle.

¿Y eso le ha hecho más fuerte?

Sí, creo que ha crecido. Pero Shaun siempre ha tenido emociones, desde el principio de la serie. Es como un estereotipo. A veces se piensa que la gente que tiene autismo son faltos de cualquier emoción, que no tienen emociones. Shaun siempre ha tenido eso dentro de sí, pero quizás está aprendiendo a comunicar mejor sus sentimientos a las personas, a estar más cómodo con ello.

En el último capítulo parece que Shaun recupera su puesto.

Sí, estaré ahí en la tercera temporada. ¡Spoiler! [Ríe].

Y además parece que inicia una relación sentimental. ¿Qué podemos esperar de la tercera temporada? ¿Ya ha empezado a grabarse?

No, no hemos empezado a grabar, y es la misma respuesta a las dos preguntas. Creo que la semana que viene quizás comiencen con los guiones y a hablar un poco de lo que va a pasar en la tercera temporada, porque empezamos en junio y todavía queda tiempo para ver lo que pasará. Pero por supuesto que no va a cambiar muchísimo de lo que hemos visto hasta ahora, que Shaun va a seguir evolucionando como persona y como médico.

Se focaliza muchísimo en cómo puede cambiar Shaun, pero no es solamente eso, sino también cómo Shaun afecta a la gente, cómo afecta a los demás. Cómo puede cambiar el hospital, las opiniones de los demás y sus comportamientos. Tendrán que ajustarse.

¿Qué le dirías a los guionistas para que tomen nota sobre lo que te gustaría que pasara?

[Ríe] Bueno... es que ya veremos. Somos como una familia, hay mucha colaboración y diálogo entre David Shore y yo, y tuve la oportunidad de escribir el primer episodio de la segunda temporada. Me gusta estar involucrado en ese sentido, y quizá haya un capítulo... [Duda] Es que por ahora no tengo... no está confirmado... ¡Pero hacer un episodio en España! Que Shaun venga de visita con el Doctor Glassman y Lea, de vacaciones aquí en España, y después pase algo, no sé... un drama. Pero eso no está confirmado. Ya veremos.

No sólo eres actor en la serie, también has dirigido capítulos y escrito guiones. ¿Cómo se seleccionan los temas que trata, y se evita repetir?

Siempre viene de algo emocional, de cómo cada historia que contamos puede afectar a los protagonistas de la serie. Cómo ayuda a contar la historia de cualquiera de ellos.

Nunca intentamos decir algo que sea muy político, o demasiado didáctico. Queremos contar historias que sean interesantes para las personas que nos siguen y que están involucradas. Tratamos temas importantes, pero sobre todo lo que buscamos al ser una serie médica es poder explorar la humanidad, las emociones de las personas. No tratamos un tema demasiado amplio, sino que vamos a por temas un poco más específicos, y a través de ellos podemos llegar a temas más amplios. No solo es ver la situación del Doctor Shaun Murphy, sino ver cómo él conecta con otras personas de una manera más amplia.

En 'The Good Doctor' también hay política. No sólo en los casos, sino también en las luchas por suceder a Glassman.

Eso es verdad. Y nos ayuda a ver la discriminación a la que la gente se enfrenta cuando están buscando trabajo, o en un puesto.

¿En esta tercera temporada vas a hacer guiones y a dirigir?

Dirigir, seguro. Guiones aún no lo sé, simplemente porque el año pasado cuando estaba escribiendo estaba con los guionistas dos meses antes, y ahora estoy haciendo la película 'Way down' y es más difícil incorporarme. Ya veremos.

¿Qué has aprendido de este papel, y del autismo?

Shaun me ha mejorado como persona. Soy bastante cínico, como todos los británicos somos [ríe] y tener la oportunidad de interpretar este papel me hace menos cínico, que está bien.

¿Y de las enfermedades que aparecen en la serie?

De los casos médicos no tanto [ríe]. Claro que tenemos que representar el autismo de la manera más auténtica posible, pero en cuanto a los casos médicos sí que son todos, por lo que me dicen, verdaderos. Pero claro, a veces hay que encontrar un atajo porque una cirugía que dura 10 horas, tienes que hacerlo en 2 minutos en la pantalla, hay que cambiar un poco las cosas.

Creo que cuantos más casos médicos hago, más peligroso sería que yo fuera un médico de verdad [ríe]. Porque tengo un conocimiento acumulado falso, que diría: “¡Ah, es que es muy fácil hacer eso! Dos minutos, corta ahí, y ya está!. Que tardo un minuto en cambiar una cara, y ya está, que puedo hacerlo otra vez”.

En la serie muere gente, lo que le da realidad porque no son como superhéroes que salvan a todos.

Sí, exactamente. Y es también la otra cosa que queremos hacer, en términos de representar al autismo. Shaun no es un superhéroe, va a cometer errores. Es un ser humano, y es una persona con autismo y también con síndrome de Savant. Pero no puede salvar a todos. Estamos contando una historia verdadera.

Además de 'The Good Doctor' preparas como productor 'Love, Dad' para ABC y actuarás en 'Way Down', de Jaume Balagueró para Telecinco Cinema. ¿Hacia dónde te gustaría orientar tu futuro?

Me encantaría por ahora continuar con 'The Good Doctor' [ríe]. Lo que me gusta de las series en general, en 'Bates Motel' hacía lo mismo, es la oportunidad de escribir, dirigir y estar involucrado en muchos “puestos”. Me encantaría dirigir una película algún día, quizás algo en castellano. Y tengo muchísimas ganas de empezar con la peli aquí, será la primera vez que tengo la oportunidad de grabar en España.

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