Vídeo Noticias

“La Peste ha cambiado la ecuación”: la serie confía y acierta al apostar por rostros menos conocidos

Laura García Higueras

La primera temporada de La Peste, más allá del salto de calidad que supuso para la ficción española con Alberto Rodríguez y Rafael CobosAlberto Rodríguez Rafael Cobos a la cabeza, descubrió a tres rostros desconocidos. Tres estrellas ocultas que se convirtieron en su gran revelación. Hablamos de Patricia López Arnáiz, Pablo Molinero y Sergio Castellanos. Un trío de estrellas ocultas que han continuado en la segunda temporada de la serie, ya está disponible en Movistar. Una tanda en la que se ha incorporado Federico Aguado (Mar de Plastico) como nuevo alcalde de Sevilla.

La elección de optar por caras nuevas tiene que ver, según explica a Vertele la también protagonista de La otra mirada con “confiar en qué vas a contar y cómo”, y no tener “la necesidad de reforzarlo con alguien que te vaya a traer público”. No considera que siempre sea así, pero sí reconoce que se escucha “mucho el 'quieren cara conocida'”, como forma de “asegurar algo”, un público“. Es por ello que defiende la apuesta de La peste. Su nuevo compañero apunta que Rodríguez y Cobos ”han cambiado la ecuación“. ”Ahora que hay mucha producción, espero que cada vez sea más común que circule más gente“, aprovecha para reivindicar la actriz.

El cambio en la mirada de Mateo

Una vez superada la enfermedad, la mafia es el nuevo mal que infecta Sevilla en la segunda temporada de la ficción. “La serie y los personajes han evolucionado de manera muy coherente”, defiende Molinero. “Hemos pasado de un Mateo Melancólico a un Mateo que ha recuperado la fe en el ser humano”, explica López Arnaiz, “su mirada es el prisma”. En los nuevos capítulos, que ocurren cinco años después del final de la anterior tanda, el protagonista regresa de la Tierra de fuego, donde ha conocido a “una humanidad más sana”, añade, y con ello “todo va a tomar oxígeno y tener más dinamismo”.

“Nuestros personajes”, indica Molinero refiriéndose a su Mateo y la Teresa de López Arnaiz, “no podían verse por las circunstancias en la primera temporada, ”se tenían delante pero estaban en lugares diferentes“. Ahora, que el primero haya pasado su depresión y la segunda el luto, ”les hace desensimismarse, salir de su burbuja y verse, empatizar“, describe. Ocurre con el apoyo que, ahora sí, el primero profesa sobre el proyecto de la segunda de salvar a las prostitutas.

A la ciudad llega Pontecorvo (Aguado), un militar, que no político, al que Felipe II otorga como premio ser el alcalde de Sevilla. “Cuando llega alucina”, comparte su intérprete, “al encontrarse con una ciudad, la más importante del imperio, que está totalmente corrompida y podrida”. Pronto estrecha lazos con Mateo, y juntos comienzan “la aventura de la serie: Intentar remover el avispero que hay ahí dentro”.

Etiquetas
stats