Especial

The Rasmus y otros artistas que fueron a Eurovisión tras alcanzar el éxito mundial

The Rasmus representarán a Finlandia en Eurovisión 2022

Pedro Zárate

“I've been watching, I've been waiting in the shadows for my time”, cantaba Lauri Ylönen, vocalista de The Rasmus, a principios de siglo mientras adolescentes -y no tan adolescentes- de media Europa hacían lo mismo con su discman en la mano.

Eran los años del Crazy in Love de Beyoncé, del Dale Don dale, de Don Omar, del Lose Yourself de Eminem y, aquí en España, de La madre de José, de El canto del loco. Canciones imperecederas que compartieron espacio en las listas de éxito con una corriente de artistas de rock y derivados que se caracterizaban, entre otras cosas, por sus potentes riffs de guitarra, sus estribillos pegadizos y por unos vocalistas de piel pálida y oscura sombra de ojos.

Evanescence con su Bring Me To Life, Avril Lavigne con Sk8er Boi, y Green Day, que por aquel entonces estaban arrasando en todo el mundo con American Idiot, encabezaban este 'movimiento' del que The Rasmus formaba parte a nivel europeo gracias a In The Shadows, la gran canción de su carrera.

The Rasmus, a Eurovisión 20 años después de 'In The Shadows'

El tema, lanzado en 2003 como parte del disco Dead Letters, marcó un antes y un después para esta banda finlandesa de rock alternativo, que a raíz de su exitoso single disfrutó de una popularidad sin precedentes dentro y fuera del país nórdico. Tanto en Estados Unidos, donde su LP permaneció 13 semanas en el Top 20 de Billboard, como en Europa, donde In The Shadows fue número uno en varios países. Entre ellos, España, que lo aupó a lo más alto de la lista de Los40.

Sin embargo, estos éxitos no volvieron a repetirse. Los años fueron pasando y The Rasmus siguió sacando discos y dando conciertos por el Viejo Continente, pero con la certeza de que el paso del tiempo había convertido a la banda en un claro ejemplo de one hit wonder. Pero contra todo pronóstico, el grupo ha vuelto a la primera plana informativa casi 20 años después de sus días de gloria. ¿El motivo? Su elección como representantes de Finlandia en la próxima edición de Eurovisión, honor que se ganaron el pasado fin de semana tras la celebración del UMK, la preselección finlandesa.

En ella, Lauri Ylönen y sus compañeros interpretaron la canción Jezebel, que fue la más votada entre el público y el jurado con un total de 310 puntos, más del triple que la segunda candidata. Un triunfo arrollador para un grupo, The Rasmus, que hará el camino inverso al de la mayoría de concursantes de Eurovisión. Porque a lo largo de su historia, el festival ha servido de trampolín para que artistas completamente desconocidos, o como mucho con carrera en su país de origen, se dieran a conocer entre el público europeo. Sin embargo, no es habitual que un grupo o cantante acuda al certamen años después de haber saboreado un éxito tan masivo como el de The Rasmus con In The Shadows.

Otros casos recientes como el de The Rasmus en Eurovisión

Pero por extraño que parezca, los finlandeses no son una excepción en este sentido. Antes que ellos, Eurovisión acogió otros casos similares, y más llamativos si cabe. Por ejemplo el de la inconfundible Bonnie Tyler, que en 2013 representó a Reino Unido con la canción Believe in Me. La verdad es que su paso por el certamen no fue nada brillante -quedó 19ª de 25-, pero si alguien podía permitirse un tropiezo, esa era la voz de Holding Out for a Hero y Total Eclipse of The Heart.

Tampoco tuvo mucha suerte Cascada, grupo eurodance muy popular a principios de siglo gracias a temas como Miracle y Everytime We Touch. En 2013 representaron a Alemania con Glorious, pero apenas alcanzaron la 21ª posición.

Peor aún le fue a Flo Rida en 2021, cuando dio la sorpresa al actuar junto a Senhit, la representante de San Marino, al ritmo de Adrenalina. Aquello no era precisamente Right Round, el hit que el rapero estadounidense sacó 12 años atrás junto a Ke$ha, así que el público y el jurado castigaron su nueva colaboración con un 22º puesto.

En cambio, las t.A.T.u. fueron reconocidas con un tercer puesto en 2003 por el tema Ne Ver', Ne Boysia, lanzado solo unos meses después de que las rusas empezaran a sonar en la radiofórmula con All the Things She Said.

Aun así, su ejemplo no es el que da más esperanzas a The Rasmus de cara a su aventura eurovisiva. Ese espacio lo ocupa Katrina & The Waves, grupo británico-estadounidense que pasó a la historia en los 80 con la celebérrima Walking on Sunshine. Un hit en toda regla que eclipsó durante años la carrera de la banda. Al menos hasta 1997, año en el que ganaron Eurovisión para Reino Unido con Love Shine a Light.

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