Crítica Vertele

“Fuga en Dannemora”, una mirada sofisticada al género carcelario

Benicio del Toro y Paul Dano en "Fuga en Dannemora"

Pedro Zárate

A sus casi 53 años –los cumple el 30 de noviembre-, Ben Stiller ha decidido sacar su lado más maduro en su nueva aventura como director. El hombre que pasó a la fama por pillarse con la bragueta en Algo pasa con Mary y consolidó su estatus en Hollywood firmando comedias como Zoolander y Tropic Thunder deja atrás el humor y se pone serio en Fuga en Dannemora, miniserie carcelaria de 7 episodios que Movistar+ estrenará esta madrugada (04:00 horas) coincidiendo con su lanzamiento en Showtime.

Una producción para la que el neoyorquino se ha rodeado de dos ganadores del Oscar como Benicio del Toro (Traffic) y Patricia Arquette (Boyhood), así como de un potencial aspirante a la estatuilla dorada como es Paul Dano (Pozos de ambición). Son ellos tres los que encabezan el reparto de este drama basado en la fuga real que Richard Matt (Del Toro) y David Sweat (Dano), dos presos del correcional de Clinton (Dannemora, Nueva York), llevaron a cabo en marzo de 2015 con la inestimable ayuda de la señora Mitchell (Arquette), su profesora de costura.

Una mujer libre a ojos de los internos pero que también vive encerrada en su propia prisión: la de un matrimonio sin pasión que no satisface sus necesidades más primarias. Una carencia vital que palia día sí y día también con Sweat, aunque sin la sutileza necesaria para evitar que el resto de presos se enteren de su affaire. Entre ellos un Richard Matt que ve en este amor prohibido la grieta necesaria para cavar su camino hacia la libertad.

Los personajes están por encima de la acción

Porque como toda historia carcelaria que se precie, ‘Fuga en Dannemora’ va precisamente de eso, de una fuga. Ahora bien, el guion escrito por Brett Johnson, Michael Tolkin y Jerry Stahl permite a Stiller poner la cámara en los personajes y no tanto en la acción. Y con ello alejarse de otras propuestas recurrentes y exitosas dentro del género carcelario. Es el caso de la primera temporada de Prison Break, a la que recuerda en planos y detalles muy concretos, pero con la que choca de lleno en cuanto a tono.

Porque si la de Fox conquistó a la audiencia con un ritmo trepidante que ni sus 22 capítulos pudieron frenar, la de Showtime aborda su trama desde el reposo cuando solo tiene 7 capítulos para contarla. Una diferencia que hace inevitable ver que aquí tenemos dos pretensiones muy distintas. Mientras la protagonizada por Wentworth Miller era mainstream puro y duro -al fin y al cabo fue emitida y producida por una network-, la serie que lidera Benicio del Toro no esconde su intención de huir del gran público para llegar a paladares más finos que sepan apreciar su propuesta.

Un ritmo pausado para una serie que desborda calidad

Eso sí, por el camino toma ciertos riesgos. A un arranque más bien lento hay que añadir una falta de emotividad que dificulta empatizar con algunos de los protagonistas. Aquí no hay un Michael Scofield o un Fernando Sucre que nos caigan bien. Ni siquiera un Andy Dufresne o un 'Red' como los que interpretaron Tim Robbins y Morgan Freeman en Cadena perpetua, película a la que 'Fuga en Dannemora' podría parecerse de no ser porque la luminosidad de la de Darabont aquí se torna en una sofisticada oscuridad.

Todo esto no impide, sin embargo, que el universo que plantea Fuga en Dannemora resulte atractivo. Precisamente por esto, al contrario de los dos títulos anteriormente mencionados, aquí no sentimos estar viendo a dos buenas personas encerradas. Por mucho que su talento se deje ver desde el principio.

Una perspectiva diferente dentro de una producción que destila calidad por los cuatro costados. De hecho, resulta inevitable pensar que la serie de Showtime irrumpirá con fuerza en la próxima temporada de premios. No solo a nivel actoral, con sus tres protagonistas cumpliendo sobradamente con las expectativas, sino también de dirección, con Stiller demostrando que crear la mirada 'acero azul' no es incompatible con firmar una serie que, con sus imperfecciones, es televisión de alta calidad.

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