Gran Hermano
La condena a Zeppelin por los abusos a Carlota Prado deja en el aire el regreso de 'Gran Hermano' a Telecinco

José María López y Carlota Prado en 'GH Revolution'

Marcos Méndez

Cinco meses después de la segunda y definitiva sesión del juicio, y cinco años y cinco meses después de que José María López cometiese el abuso sexual contra Carlota Prado en la casa de Gran Hermano Revolution, la sentencia del mal llamado “caso Carlota Prado” se ha conocido este lunes 17 de abril de 2023, como hemos recogido. La condena es de 15 meses de prisión para López por el delito de abuso sexual, y unas indemnizaciones de 7.000 euros que también debe asumir la productora del programa, Zeppelin TV, como responsable civil subsidiario por ese mismo delito y por mostrarle la grabación a Prado.

A nivel legal y judicial, la Justicia otorga de esta forma la razón a la joven que fue abusada sexualmente por la que entonces era su pareja, aunque sin tan siquiera alcanzar la petición que realizó la Fiscalía de dos años y seis meses de cárcel además de 6.000 euros por daños morales, idéntica cantidad que solicitaba a Zeppelin TV por mostrarle el vídeo. La baja indemnización, y la poca pena de cárcel para el culpable, servirá en un caso tan mediático como este para reavivar el debate en torno a la “ley del sólo sí es sí”, que habría aumentado las penas de López.

A nivel televisivo, la condena a la productora Zeppelin TV deja en duda el regreso de la marca 'Gran Hermano' a Telecinco y a Mediaset. Una marca que lleva paralizada desde la final de GH VIP 7, en diciembre de 2019, cuando Adara se proclamó ganadora. Un solo día después se conoció la petición de pena que la Fiscalía reclamaba para López y para Zeppelin, y la reacción de cadena y productora fue la de proteger al formato, huyendo de su marca y apostando un mes después por El tiempo del descuento. Desde entonces Gran Hermano no ha vuelto a Mediaset, pese a ser su buque insignia y necesitarlo ahora más que nunca.

Pese a las graves circunstancias por las que el formato dejó de emitirse (que no fueron por sus audiencias, ya que GH VIP 7 acabó con un colosal 38.5% y 4.231.000; aunque la última edición con anónimos GH Revolution sí noto cierto desgaste promediando 14.3% y 1,5 millones), Mediaset jugó con su regreso. Fue en junio de 2021, cuando la cadena sorprendió anunciando que había iniciado la producción de GH VIP 8, a pesar de que como analizamos entonces el caso de abuso sexual seguía esperando resolución. Días después, la productora Zeppelin anunció su nuevo protocolo de prevención y actuación ante situaciones de abusos en entornos de alta visibilidad, allanando el camino. Pero no fue cierto, y jamás se volvió a saber del regreso de la marca.

Condena a Zeppelin con una sentencia dura contra la productora

La sentencia del juzgado de lo Penal nº18 de Madrid conocida este lunes, que todavía es recurrible ante la Audiencia Provincial de Madrid, permite avanzar en la gran incógnita: ¿Volverá 'Gran Hermano' a Mediaset? Fuentes de la cadena consultadas por verTele no hacen ningún tipo de declaración al respecto, recordando además que Mediaset no formaba parte del caso y que ni tan siquiera fue llamada a declarar, aún insistiéndoles en que obviamente sí les afecta la emisión o no del que era su formato estrella. Respecto a la productora, Zeppelin TV ha emitido un comunicado a través de su matriz Banijay tras conocer la sentencia en el que “muestra su respeto a la sentencia dictada en el procedimiento penal”, aclarando a verTele que no la recurrirá.

Ya se sabía que la sentencia del caso podía ser definitiva para el futuro de Gran Hermano. La “esperanza” de Mediaset y Zeppelin era que fuese absolutoria para la productora, por lo que al quedar limpia la empresa podría descargarse toda la responsabilidad en José María López, y seguir adelante con el formato. Pero no ha sido así: el exconcursante del reality ha sido condenado a 15 meses de prisión, pero la productora Zeppelin también ha sido condenada como responsable civil subsidiario tanto por ese delito de abuso sexual (porque en ese momento existía “un contrato de naturaleza laboral entre el acusado y la entidad”, como dice la sentencia) como por mostrarle la grabación al día siguiente a Carlota Prado.

Por si fuera poco, la sentencia de la jueza es especialmente dura contra la productora, a la que le reprocha cómo actuó tanto antes, como durante, como después de que se produjera el abuso sexual de José María López.

Antes del delito, porque la sentencia desliza que a los concursantes no les daban de comer, pero sí de beber. Es decir, que buscaban que se emborrachasen: “El programa organizó una fiesta en la casa suministrando a los concursantes bebidas alcohólicas”, puede leerse en la resolución judicial, que añade: “En el transcurso de dicha fiesta, Carlota Prado, que únicamente había cenado un plato de patatas fritas porque en la casa había escasez de alimentos, bebió una cantidad indeterminada de bebidas alcohólicas”.

Durante el abuso sexual, la sentencia dice que los responsables del programa llamaron la atención a José María “de forma más bien lacónica” para que cesase en su actitud. Además una de las testigos, trabajadora del programa, contó cómo vio lo que estaba pasando y fue a informar a un superior, algo que declaró en el juicio pero sin querer colaborar, como demuestra que la jueza incluya en su sentencia “pese a la obvia reticencia de ésta a expresarse con claridad”, y también añade lo mismo sobre la declaración de su superior: “No es capaz de verbalizar lo que vio”, señalando la poca participación de los responsables de la productora. De hecho, es la jueza la que pone de manifiesto que “no se para un programa ni se llama al superior si no se observa algo anómalo”, como hizo esta trabajadora.

A este respecto, la sentencia también relata cómo fue “el estado inerte” de Carlota Prado “lo que motivó la intervención de uno de los miembros del programa encargado del visionado de la grabación, momento en el que cesó la situación”. Por ese abuso sexual, José María López ha sido condenado a 15 meses de cárcel y a cuatro años de alejamiento e incomunicación respecto de la víctima, además de una indemnización de 6.000 euros como resarcimiento por el daño moral ocasionado, una cantidad por la que también deberá responder la productora Zeppelin TV como responsable civil subsidiario.

Después del abuso, el motivo es que al día siguiente la productora decidió enseñarle las imágenes grabadas a Carlota Prado, por lo que Zeppelin TV también ha sido condenada y tendrá que indemnizar a la joven con 1.000 euros por el daño moral suplementario causado, junto a la aseguradora Chubb European Group LTD. La sentencia deja claro que los responsables de Zeppelin “son los que deciden enseñar lo grabado a la joven”, y reprocha la forma de hacerlo: “Las grabaciones se exhibieron a la víctima al mañana siguiente, en una sala aislada, donde Carlota se encontraba sola y sin más compañía que la voz en off del conocido como 'Súper', sin preparación alguna de lo que se le iba a mostrar, sin asistencia previa acerca de lo que se le iba a mostrar, y sin que ninguna cláusula contractual regulara el proceder en estas circunstancias”. Por ello, considera que se le mostraron “en seco, sin preparación alguna, y con un inconveniente descuido”.

La resolución judicial lamenta el impacto que ese vídeo provocó en la joven: “El visionado de lo que había ocurrido provocó en Carlota Prado, ya plenamente consciente, un profundo malestar, sorpresa y dolor y, posteriormente, ansiedad y estrés que acabaron produciéndole en fechas posteriores un trastorno psicológico”. Aún así, la sentencia quiere aclarar que no reprocha que se lo dijeran, sino la forma en la que lo hicieron y le enseñaron las imágenes: “Era inevitable que los responsables de Zeppelin comunicaran a Carlota Prado lo que había sucedido. Era un posible delito cometido en su persona. La responsabilidad no derivaría de comunicárselo, sino de la forma descuidada en que se hace”.

El futuro de 'Gran Hermano', tocado ¿y hundido?

La sentencia condena a la productora Zeppelin TV, propietaria de los derechos de Gran Hermano, y es especialmente dura tanto con su forma de actuar entonces, como en la poca colaboración de sus responsables durante el juicio.

Recordemos que la empresa de Banijay ya generó polémica en mayo de 2020 cuando Carlota Prado denunció que le habían ofrecido “25.000 euros y desarrollo profesional”, lo que fue visto como un intento por comprar su silencio ante el que la joven zanjó: “Mi integridad no está en venta”. La productora se apresuró a justificarse, explicando que “pretendía ofrecer facilidades y apoyo económico en el proceso legal” y añadiendo que desde el primer momento “Zeppelin se ha volcado en intentar ayudarla, primero ofreciendo asistencia psicológica y ahora profesional y económica”. Un mes después, en junio de 2020, la productora anunció que Álvaro Díaz dejaba su puesto como Director General. A los días, se desveló que fichaba por Netflix España como nuevo Director de Entretenimiento. El lavado de cara -o propósito de enmienda- de Zeppelin TV también supuso que como ya hemos dicho la compañía anunciase en noviembre de 2020 su nuevo protocolo de prevención y actuación ante situaciones de abusos en entornos de alta visibilidad.

Si el futuro de Gran Hermano dependía de que la sentencia absolviese a la productora, condenando o no a José María López por lo ocurrido, el fallo judicial confirma la responsabilidad directa de Zeppelin TV. Por lo que el futuro del reality queda muy tocado para Telecinco y Mediaset, y habrá que esperar si supone su hundimiento definitivo.

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