Las hogueras finales de 'La isla de las tentaciones 6' cerraron con una pareja unida, dos rotas y un nuevo amor

Naomi y Adrián, en 'La isla de las tentaciones 6'

Paula Hergar

La isla de las tentaciones 6 cerró la experiencia de sus protagonistas con decisiones para todos los gustos. Algo que provocó en Sandra Barneda una multitud de emociones que expresó: desde tristeza, hasta “envidia”.

Los que no sorprendieron con su decisión final fueron Alejandro, Marina y Naomi. Mientras que Laura, Adrián y Álex sí que actuaron como muchos esperaban.

Todo ello, una semana antes de ver el reencuentro de todos ellos en la actualidad. Algo que adelantó Telecinco y que también asombra, tras ver las hogueras finales.

Alejandro y Laura, del rencor, a los gritos y un “héroe” final

La entrega anterior acabó con la entrada de Laura a la hoguera, donde se encontró con un Alejandro que ni le miró a la cara. Al preguntarle si le iba a hablar, él explotó: “Todo lo que has criticado siempre lo has hecho ahí. Y encima me has criticado a mí, cuando tú viniste a Madrid porque querías, me pediste el anillo porque querías... He sido real en todo momento y he respetado a mi pareja. Me siento engañado”.

Ella respondió, en tono alto: “He sido yo en todo momento. La Laura de fuera era una amargada, pensaba que hacía lo correcto y lo que me apetecía. Pero con el paso de los días, me di cuenta que no creía en mí, entré en una rutina y no paraba a escucharme. Aquí entendí que tengo solo 23 años, que teníamos muchas carencias, que no eres autocrítico y pareces un robot. Aquí me he dado cuenta de lo que quiero y lo que no”.

Todo ello enzarzados en gritos y sin dejarse hablar. Momento en el que Barneda les interrumpió y les pidió que vieran unas imágenes en las que ella le criticaba a él. “Cada vez que conoces a un hombre te das cuenta de cosas, como en el certamen. Pero me has estado engañando porque me habías dicho todo lo contrario, me vendía una moto antes de venir aquí”, argumentaba Alejandro.

Seguidamente vieron las imágenes de Laura besándose con Saúl y ella sonrió: “¿Estás disfrutando? Siempre has criticado los cuernos y ahora lo haces tú”, lamentó el modelo. A lo que ella contestó: “Me lo pensé mucho y al final pensé que no me iba a contener. Ha sido mi apoyo dentro de la casa y no me arrepiento de nada”.

Finalmente, la presentadora les pidió que hablaran desde el amor y él le cogió la mano y la miró a los ojos: “Eras el amor de mi vida, he sido su héroe en su momento pero ahora no me necesita. Lo que más deseo es que sea feliz, para mí has sido mi niña, mi luz, a pesar de todo esto eres muy importante y no voy a olvidar nunca lo que hemos vivido. Entiendo de verdad que te hayas dado cuenta de esas cosas”, confesaba y provocaba las lágrimas de Laura y la emoción de Barneda.

Por su parte, Laura se abría: “Me da mucha pena que hayamos entrado súper enamorados. Has sido una de las personas más importantes de mi vida, te voy a dar las gracias siempre por sacarme de la mierda en la que estaba, sí que fuiste mi héroe y lo sabes. Me he dejado llevar por mi corazón pero no me daba cuenta de que te estaba rompiendo tu corazón, y es lo que menos quería, de verdad”.

Como era de esperar, a la pregunta definitiva ella respondía que quería marcharse sola, igual que él, y los dos se abrazaban diciéndose que se querían.

De los reproches de Marina y Álex, a la salida con Yaiza

La segunda hoguera la protagonizaron Marina y Álex. Ella era la primera en sentarse frente a Barneda y dejaba en el asiento de su novio la pulsera que les unía. Pero al llegar él la tiró y saltó la chispa. Ella le tiró en cara que se riera de él la tentadora y él hizo lo propio al recordarle que había estado con varios. “He sentido asco al verla porque es una falsa”, confesaba él a la presentadora.

Para acallar los gritos, Barneda les pidió que vieran las imágenes de ambos pero fue imposible silenciarlos. “Me das pena”, “como si me quiero follar a toda la villa”, “es lo que hay”, “yo no he follado para hacer daño”, “eres lo más falso”, “eres lo más patético que he visto”... fueron algunas de las lindezas que se dedicaron mientras miraban la tablet.

Él confesó sentir “conexión real de sentimientos” con Yaiza: “Lo que no tenía contigo desde el principio”, aseguró dirigiéndose a Marina. Sin embargo, ella se derrumbó al ver imágenes de él derrumbado en la hoguera: “Te quiero mucho aunque nos hayamos hecho daño los dos”, le decía.

En cambio, él seguía siendo duro con ella hasta que Barneda le pidió que abriera el corazón. Algo que intentó: “Me he sentido decepcionado desde el primer momento y eso ha sido el detonante. Siento si te lo he hecho pasar mal pero he conectado de verdad, no para hacerte daño. Esa ha sido la diferencia entre tú y yo. Pero cualquier cosa que necesites fuera me vas a tener”, atinó a decir.

Álex se emocionaba, y con lágrimas en los ojos “por el daño que se habían hecho”, escuchaba decir a Marina que se marchaba sola.

Tras despedirse de ella, Álex confesaba que quería acabar la experiencia de la mano de Yaiza: “Sé que necesito curarme, estar solo, pero ella me lo va a respetar y me la juego por ella”. La tentadora aceptó la propuesta: “Me cuida como nadie, me entiende, me apoya y me voy con él porque me gusta mucho, me puede hacer muy feliz y yo a él también”.

Lydia y Manuel, de estar al borde de la ruptura a dar “envidia” a Barneda

Manuel llegó a la hoguera “deseando” ver a Lydia y ella entró dándole dos besos. “Vamos a hablar primero”, dijo ella, le sonrió y esperó a la presentadora. “La veo distinta, algo en su expresión me falla, sin amor. No me esperaba algo tan frío”, confesaba él al mirarla. “Quiero expresarme porque lo he pasado mal”, respondía ella.

Entonces él le explicó que le dolió su actitud en el espejo: “Solo vi reproche, falta de amor, y yo solo quería decirte que te quería”, confesó. Mientras ella explicó su versión: “Me llamaban Sor Lydia porque no he hecho nada, ni he dicho nada. Los primeros días ni hacía nada, ni hablaba con nadie. Cuando empecé a soltarme un poco más pusiste el collar del veto y no entendí nada”.

Pero cambió todo cuando Manuel aceptó que le había “faltado al respeto pero con una persona por la que he sentido”. Al escuchar eso a Lydia le cambió el semblante porque no sabía que había sentido por Miriam. “Si has sentido y no has hecho nada por darme mi lugar me parece de cobarde”, dijo.

Al ver las imágenes de ella con el tentador, él mostraba su descontento y ella alucinaba por su reacción. Cuando tocaron las imágenes de él, ella sonrió al demostrar que eran peores. “¿Es comparable que la metas en tu cama a que yo haga un juego? ¿Que hables de nuestra relación, que tengas dudas, tú a mí me has escuchado hablar de ti? Le has besado todo el cuerpo y disfrutas teniendo una erección, ¿es comparable?”, le pedía ella.

Pero él se intentaba excusar: “A mí Miriam me ha gustado, te he dado tu lugar. Tampoco has sido Sor Lydia. No has sido un angelito”, reiteraba. Las lágrimas de ella, le hacían reaccionar algo más: “Lo he hecho mal, ha habido momentos en los que no te he respetado. Me ha gustado una persona, me he dejado llevar pero he respetado los límites y siempre he pensado en ti”.

Finalmente, Barneda les pedía que se hablaran con amor a los ojos. Manuel empezó: “Mi vida contigo es un sueño. He aprendido a valorar lo que hemos construido y que vale la pena nuestra vida juntos. No me quiero despertar sin tenerte a mi lado. Tengo miedo de haber destrozado lo nuestro, lo he hecho muy mal”, aseguró y ambos se besaron. Lydia lloró y Barneda se aguantaba. “Quiero estar contigo, soy una persona distinta, ya he superado la dependencia emocional y he cambiado a mejor”, respondió ella.

Con todo ello, a la gran pregunta respondieron que querían abandonar la isla “con el amor de mi vida”. Se besaron, se miraron y le provocaron “envidia” a la presentadora: “Estoy feliz de veros felices. ¡Qué envidia dais!”.

Naomi y Adrián: entre olvidarlo y empezar una nueva vida separados

Adrián entró a la hoguera “derrumbándose” solo al caminar por el pasillo. Mientras que Naomi entraba pisando fuerte y se sentaba sin mirar ni saludarle. “No te puedo ni mirar a la cara del asco que me das”, soltaba. “Al tercer día te estabas morreando con una tía delante de toda España”, le gritaba y él se ponía a su altura: “Eso no te da derecho a hacer todo el kamasutra”.

Así empezó una retahíla de reproches sin descanso, de Naomi hacia Adrián, que no permitieron hablar al joven. Y tras varios avisos, él acabó marchándose de la hoguera por no poder explicarse. Barneda le rogó que volviera y lo hizo a regañadientes. “Creo que hemos vivido realidades paralelas. Tus límites te los saltaste el día 1 poniéndote a un milímetro de su boca.... ”, empezó diciendo él y ella volvió a interrumpirle: “Yo me puse a prueba pero tú te has enamorado”, le recriminó.

Ambos se atascaron en quién fue el primero en morrear al tentador, en que él se había dejado llevar por sus compañeros, que ella no le hubiera puesto los cuernos si no le veía a él primero, que estaba en la cama con ella, que ella en el lavabo con él, que si está “chalado” él, que si ella tiene vía libre por besarse con Keyla.

Hasta que Barneda les pidió que vieran las imágenes y ella se avergonzaba al ver sus momentos de pasión con Napoli. “Esto que no lo pongan, por favor”, decía entre risas. “Pues ole yo, son duras pero no me arrepiento de nada porque mi felicidad no va a depender más de él. Ahora sé que tengo más cuernos que un reno”.

Tras ver lo que había hecho él, ella volvía a subrayar las incoherencias de sentimientos que había transmitido Adrián. Algo que explicaba el joven: “Mi cabeza me jugó una mala pasada, empecé a imaginar cosas, sentía una conexión con Keyla y desconecté por un momento. Al segundo me arrepentí”, aseguró.

Él se derrumbó al ver que en las hogueras ella lloraba. “¿Y no me sigues queriendo? Dame un abrazo por favor”, le rogó pero ella no se ablandó: “Te has derrumbado esta mañana porque te has ido de cita final con ella. Que seáis muy felices. Veníamos a que me quitara la mochila y me la has cargado más, ¿crees que puedo estar contigo?”, respondía.

Ante la desesperación de Adrián, Barneda pedía a Naomi que le hablara sinceramente: “Para mí sí eras el amor de mi vida. Quería venir aquí y salir para hacer todos los planes que teníamos. Vi que te enamorabas de otra persona y no puedo perdonar más ideas de cabeza. Siempre estás igual”.

Y la presentadora le hizo la pregunta: “Adrián ¿cómo quieres abandonar la isla?”. Él lloraba al responder que quería marcharse de su mano y olvidar todo lo ocurrido. Ella respondía que también se iría con él pero sabía que no sería feliz, por lo que se iría sola. Ambos se abrazaban: “No te voy a olvidar nunca, has sido muy importante”, le susurraba Adrián. Y ella se derrumbaba: “¿Por qué me has hecho esto?”.

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