Análisis Vertele

La incoherencia de las TV privadas en sus críticas a Netflix y HBO

Captura de un ejemplo de la portada de Cuatro, este martes 26

Redacción

Las cadenas privadas siempre defienden con uñas y dientes su negocio. Lo demostraron cuando protestaron hasta conseguir que TVE dejase de emitir publicidad, ampliando su parte del pastel de esos ingresos, y lo han vuelto a hacer más recientemente.

Alejandro Echevarría, desde su posición de presidente de UTECA, protestó contra las distintas normas que rigen las plataformas de pago, explicando que “los nuevos distribuidores, multinacionales en su mayoría, desarrollan su actividad en una jungla legal, con limitados o nulos controles y obligaciones”.

Su ataque, dirigido directamente a plataformas como Netflix, HBO, Amazon y Sky que ya han desembarcado en nuestro país, fue respondido a través de Vertele por Netflix, que manifestó que “seguiremos apoyando y financiando la creación de contenido europeo”.

Guerra abierta, pero con concesiones

Pese a esta “guerra” declarada de UTECA a las nuevas plataformas de pago, hay un detalle que demuestra que lo que realmente le interesa a las cadenas privadas no es sólo que se cumpla la legalidad, sino que sus réditos económicos no se vean afectados.

Este lunes 25 de diciembre, día de Navidad, Netflix estrenó la segunda temporada de “Las chicas del cable”, su primera serie española, producida por Bambú Producciones. Y durante todos estos días ha encontrado en las cadenas privadas a su mejor escaparate para anunciarse.

Las promociones de la serie de Netflix, y de la propia plataforma, se han multiplicado en las webs de las cadenas privadas, e incluso en su propia pantalla.

Las privadas, soporte publicitario de Netflix

A lo largo de estos días navideños, e incluso todavía en alguna de ellas, puede verse cómo la publicidad de Netflix y de Las chicas del cable es muy visible en las páginas web de las cadenas privadas, pese a quejarse de las condiciones que se le imponen a ese tipo de plataformas. Lo es a través de banners y anuncios previos a sus vídeos tanto en directo como a la carta.

Más allá de la publicidad online, que a veces gestionan empresas externas a las propias cadenas, lo cierto es que incluso se han visto promociones en pantalla. Como la que la semana pasada realizó José Antonio Luque en los Deportes de mediodía en Telecinco, en la que publicitó la televisión de Orange, y puntualizó que incluía “Netflix gratis” recordando que así los nuevos clientes podrían ver “las mejores series” y estrenos como el de Bright, a la que calificaba como “superproducción” de Netflix.

El presentador, obviamente, se limitó a leer el texto que el prompter de la promoción iba mostrándole. Pero es una acción publicitaria más relevante que vía web, y que deja claro que pese a estar en guerra, las privadas no rechazan el aporte económico de una promoción.

Incoherencia, o pura estrategia económica

La guerra abierta de las privadas contra Netflix, HBO y demás plataformas de pago no ha hecho más que comenzar. Y, como es lógico, todas las empresas defenderán sus intereses en grupo, olvidando las enemistades como la de Mediaset y Atresmedia para buscar el interés común.

Pese a ello, y aunque utilizar sus espacios televisivos y digitales para promocionar al otro “bando” hace que las nuevas plataformas de pago puedan ganar más clientes, las privadas no rechazan convertirse en soportes publicitarias de las mismas.

Una actitud que puede resultar incoherente pero que se resume en una máxima que se impone en cualquier sector empresarial, no sólo en el de la televisión, que es la de buscar siempre la mejor estrategia para hacer crecer los beneficios, aunque ésta pueda favorecer al adversario contra el que compites.

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