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Isabel Díaz Ayuso habló en 'El Hormiguero' de su pasado universitario en común con Trancas y Barrancas

Pablo Motos e Isabel Díaz Ayuso, junto a Trancas y Barrancas

Redacción

La primera visita de Isabel Díaz Ayuso a El Hormiguero dejó, entre otras cosas, el reencuentro de la presidenta madrileña con Trancas y Barrancas. O para ser exactos, con Damián Mollá y Juan Ibáñez, a los que ya conocía de su etapa universitaria.

Y es que hace más de 20 años, Ayuso y los dos cómicos coincidieron por los pasillos de la Universidad Complutense de Madrid. Ella como estudiante de Periodismo y ellos como estudiantes de Publicidad, aunque entre los alumnos de la Facultad de Ciencias de la Información eran más conocidos por el programa de radio que hacían en la universidad, como así desveló la dirigente popular.

“Estas dos señoritas [Trancas y Barrancas], aquí donde las ves, hace más de 20 años que están haciendo reír a los demás. Esto no tiene precio, y es muy complicado. Y cuando estábamos estudiando juntas, ellas tenían en un programa de radio que era la bomba. Llegaban los viernes con todo el equipo y nos hacían reír a toda la facultad. Empezaron a tener su público”, rememoró Ayuso.

“Lamento no estar de acuerdo con Isabel en esto. Yo estaba haciendo El club de la comedia y vinisteis con una de esas maquetas. Es verdad que os contraté, pero estaba mal hasta la sintonía”, replicó Pablo Motos en relación a aquellos tiempos, en los que el presentador terminó confiando en Juan y Damián para su aventura radiofónica en No somos nadie, programa de la extinta M80 Radio que acabó siendo el germen de El Hormiguero.

Cabe recordar que esta no es la primera vez que se habla públicamente de la conexión personal entre Díaz Ayuso y las hormigas del programa. Hace un año, tanto Juan Ibáñez como Damián Mollá hablaron de este pasado común en Yu: no te pierdas nada, de Europa FM. “Ella siempre pedía San Jacobos en la cafetería”, aseguró Juan, que tuvo un vínculo más especial que Damián con la ahora presidenta de la Comunidad de Madrid. “Hubo miraditas, no lo recuerdo bien. Me dio unos apuntes y yo no entendía nada, pero tuvo buena intención. También con esas miraditas... No sabía si me miraba a mi o a la pared”, contó en tono de broma.

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