Crónica de la gala final

'La isla de las tentaciones 3' cerró con sorpresa de Marina, imágenes deseadas de Hugo y ningún soltero triunfador

Sandra Barneda en 'La isla de las tentaciones 3'

Paula Hergar

Las hogueras finales de La isla de las tentaciones 3 desvelaron el desenlace de Diego y Lola, Hugo y Lara, Claudia y Raúl y Marina y Jesús en República Dominicana (mañana sabremos cómo continuaron en España).

Ante Sandra Barneda sucedieron dos rupturas, dos declaraciones de amor “para siempre”, una decisión inesperada de Marina, la bronca de una de las parejas, las imágenes que los espectadores siempre pedían de Hugo y la promesa de la “custodia compartida” de un perro.

Todo ello en una entrega en la que también se vieron las citas finales de algunos de ellos con los solteros y solteras que, sin embargo, se marcharon sin éxito alguno.

Las citas finales de las chicas

Marina fue la primera en aceptar una cita final y, como era de esperar, escogió a Isaac porque empezaba a sentir “muchas cosas bonitas” por él. Claudia también quiso pasar unas últimas horas con Toni quien le había enseñado “a ser mejor persona”. Lara rechazó la oportunidad por no haber “sentido conexión con nadie” y solo necesitar una última conversación con Hugo. Y Lola (aunque no se vio) optó por Carlos.

Marina e Isaac hablaron de sentimientos durante un paseo por la playa y acabaron pasando la noche juntos. Claudia y Toni hicieron paddle surf pero tras la cena, ella prefirió dormir sola. Aún así, ella le pidió no perderlo fuera.

Solo uno de ellos tuvo cita final

Diego empezó escogiendo a Carla para “estar 24 horas con ella y centrarse en estar juntos”. Jesús hizo lo propio con Lara para “conocerla mejor” pero ella la rechazó por ver todo muy “forzado”, en una situación inédita en la que una soltera rechazó a un chico.

Por otro lado, Hugo también rehusó tener una última cita porque no le apetecía “seguir conociendo a ninguna chica”. Lo mismo que Raúl que prefirió pasar sus últimos momentos reflexionando con su compañero de aventuras.

Diego y Carla hablaron de lo mucho que se gustaban, del futuro de sus perros y pasaron una noche de “mucha pasión” juntos pero siempre “respetando”.

Diego y Lola, solos pero con abrazo final

La primera hoguera final fue la de Lola y Diego. Llegó ella primera y se sentó frente a Sandra Barneda. Segundos después llegó él y se acomodó sin saludarla. “Creo que Lola es la que me tiene que dar explicaciones. Después de lo que he visto no me sale darle dos besos”. Ella, en cambio, aseguraba que nada borra los tres años y medio y que ella le quiere igual.

Me quedé con una frase de que estabas más enamorada de mí de lo que pensabas y horas después has hecho lo que has hecho“, preguntaba el viceverso. ”Estaba hecha un lío, me invadió la emoción, los recuerdos y creía que estaba enamorada al ver eso pero al volver a la villa me renació la Lola que quiere vivir sus 24 años“, se sinceró ella.

“Me has hecho muy, muy, muy feliz pero por una vez pensé en mí. Me había convertido en una señora de 50 años con 24” añadió la joven. Pero él seguía sin entender y subrayó que él con Carla no llegó al punto de ella. “Lo siento, es lo que quería hacer”, se lamentó Lola. Y él aseguró que sentía “vergüenza ajena por ver a mi chica haciendo eso. Yo siempre pensé en no hacer daño y en la gente de fuera”.

Preguntado por la razón de no acostarse con ella: “No lo hice porque ponía en una balanza y tú ganabas por goleada a Carla. El proyecto de futuro que teníamos juntos. Quiero a Lola, con todo el dolor no estoy enamorado pero la quiero mucho. Quiero que disfrutes de la vida, vales oro por otras cosas y lo siento de corazón”.

Ella, por su parte, le dijo que se había dado cuenta que no estaba enamorada de él: “Lo siento por hacerte daño, por hacerlo aquí. Pero igual me hubiera plantado con un hijo pero me hubieran faltado muchísimas cosas en mi vida”. A lo que él respondió que lo entendía y que adelante. Ella le pidió que no le quitara a Horus y le dejara verlo: “Necesito pensarlo pero lo mejor para él quizás sí es que la siga viendo”.

Diego optó por abandonar la isla solo, reflexionar sobre su personalidad y actitud, y ser el mejor novio con su próxima novia. Lola optó por la misma decisión: “Quiero conocerme, volar por mí misma, me quiero ir sola”, zanjó.

Raúl y Claudia, del abismo al futuro juntos “hasta viejitos”

Raúl entró a la hoguera, le dio dos besos a Barneda y se sentó. Claudia apareció entre las antorchas y a él casi se le sale el corazón del pecho. Ambos se abrazaron, se besaron y ella no pudo reprimir las lágrimas.

“Antes de venir hasta aquí tenía dudas de si íbamos a discutir como siempre, o si me iba a acompañar a Australia...” y ella volvió a llorar. Él repitió y repitió que la acompañaba donde hiciera falta, pero el romanticismo se quebró cuando él le dijo que no entendía el “colega” que tenía.

Tras ver las imágenes con Toni, ella reconoció que era “duro” y le fue sincera: “Me gustaba, me atraía Toni, pero siempre he dicho que estaba enamorada de ti, sino le hubiera besado”. A lo que él respondió que igualmente quería luchar por la relación.

Finalmente, ella se derrumbó: “Vine aquí con mucho miedo porque no estaba segura de nada pero al verte así, más maduro, siento que te quiero y quiero estar contigo”. Raúl le respondió lo mismo: “Eres la mujer de mi vida y quiero estar toda la vida contigo, hasta viejitos”. Ambos se dijeron que se amaban y se besaron.

Preguntados por cómo querían marcharse, claramente se fueron juntos.

Jesús y Marina mucha “vergüenza” y decisión inesperada

Jesús entraba a la hoguera trajeado y serio. Seguidamente, entraba ella y le pedía un abrazo que él le negaba. “Mi querido Lobo me ha hecho sentir más que tú en estos últimos años. Yo lo he hecho porque lo he sentido, tú?”. A lo que respondió él: “Yo por Stefany he sentido atracción física y también por Lara”.

Pero reculó Marina: “Te voy a pedir perdón por haberte fallado, pero preferí fallarte a ti que a mí porque he descubierto que no estaba con la persona adecuada”. Unas disculpas que él no quiso escuchar: “Yo me he quitado una mochila muy pesada. No sigo enamorado de ella”.

Tras ver imágenes, ella reconocía que había fallado pero no se arrepentía ni se sentía avergonzada. Y al poner las de él también pidió perdón por las “imágenes abruptas” porque “ese no soy yo, pero después de lo que tú has hecho...”. La discusión subió de tono y el uno al otro se recriminaron todo.

Hasta que Barneda les pidió que se dijeran lo que sentían. Ella le pidió perdón y le deseó lo mejor “porque has sido una persona importante”. Él, entre lágrimas, decidió irse “totalmente solo, libre”. Y ambos se derrumbaban por ver que la relación se marchitaba.

Tras la marcha de Jesús, Marina sorprendía: “Lo que he sentido es de verdad, estoy ilusionada, pero necesito llegar a casa, asumir esta nueva vida y me voy a ir sola”. Preguntada por Lobo: “Tengo claro que fuera le buscaré”.

Lara, Hugo y las imágenes que todos querían ver

Por último, Hugo entró en la hoguera visiblemente nervioso. Para, seguidamente, dar paso a Lara a la que corrió a abrazar y halagar. Se sentaron y él acercó el asiento para decirle “te quiero” sin parar. Pero al verla seria, él le preguntó: “Hay comentarios que no me han gustado, hay que hablar”, él aceptó y se volvieron a besar.

Ella empezó: “¿Quién es Mari?, Susan dijo que habías tonteado” y ahí, él la frenó: “Si algo he repetido en toda la experiencia es que estoy enamorado de ti, que quiero una vida contigo y quiero casarme contigo, ya. No quiero nada más que no sea Lara”.

Ella sonreía al escucharle pero no le creía del todo: “Tienes que demostrármelo, no sirve de nada todo lo que me dice si después salimos y mi vida es la misma”. A lo que añadió: “Pienso que estoy enamorada pero no ilusionada”. A lo que Hugo entonó el mea culpa: “Tuve muchísimos errores, me agobio y no sé hablar las cosas”.

Por fin, el programa mostró las imágenes de Hugo llorando por ella, algo que a ella le sorprendió y emocionó: “No me lo esperaba para nada, él nunca llora”. Y él respondía: “No me arrepiento de nada, hice lo que sentí en cada momento. Lo pasé mal porque me faltaba un cachito de mí en mi cama”. Se giró y se lo dijo a ella: “Un despertar sin ti no lo quiero, eres la mujer de mi vida y voy a intentar hacerte la mujer más feliz del mundo”.

Ambos decidieron marcharse juntos de la experiencia: “Vamos a tener una vida juntos con muchos hijos, animales, una caravana”.

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