Entrevista

Javier Gutiérrez: “Una cadena pública no tiene que estar mirando de reojo lo que hacen el resto”

Javier Gutiérrez en 'Estoy vivo'

Laura Pérez

TVE estrena este miércoles la cuarta temporada de Estoy vivo, la serie de prime time más longeva de La 1 tras Cuéntame cómo pasó y una de las apuestas de la cadena pública que mejores críticas cosecha temporada tras temporada. Un proyecto que para su protagonista Javier Gutiérrez es “caballo ganador” y que regresa manteniendo la calidad de los guiones que la ha situado en los puestos altos del ránking de ficción nacional de los últimos años.

Al menos eso es lo que garantiza en conversación telefónica con Vertele el actor, que vuelve a ponerse en la piel de Manuel Márquez por cuarto año consecutivo de la mano de Globomedia y The Good Mood. “Esta cuarta temporada se apuesta más si cabe por la comedia”, promete Gutiérrez, un acierto si tenemos en cuenta la complicada situación que atraviesa la sociedad por la pandemia del coronavirus.

La novedad más importante de la emisión con respecto a entregas anteriores es su horario (22:00 horas), el otro gran acierto que defiende Javier Gutiérrez: “En una cadena pública lo coherente es mantenerse al margen de la rivalidad con otras cadenas (...) adelantar el prime time es una decisión acertada y necesaria más allá de los resultados”, comenta el intérprete. Su deseo, pese a lo que supone este cambio, es “llegar al mismo número de espectadores a los que llegábamos antes, o incluso a más”.

La clave para hacerlo está de nuevo en los guiones “que siguen siendo ocurrentes” y en un tono más hilarante “que va a hacer las delicias del público que sigue la serie”. No parece que las tramas vayan a acusar en exceso la partida de Anna Castillo, pues según defiende su compañero “no hay nadie indispensable ni necesario”. Incluso asegura que Estoy vivo podría continuar en el futuro sin él: “Lo que se cuenta está por encima de los personajes”, apunta.

'Estoy vivo' ya tiene fecha de estreno para su temporada 4 en TVE 360

Más allá de su vuelta a TVE, Javier Gutiérrez también avista el próximo estreno de Reyes de la noche en Movistar+ y lamenta que no vaya a haber más temporadas de Vergüenza. Tampoco está en el horizonte su participación en el biopic de Amancio Ortega en Amazon, tal como él mismo desmiente.

Sobre los Goya, el “puñetazo en la mesa” de Mario Casas y la situación de las mujeres en la industria audiovisual, recién pasado el 8M, también nos habla el premiado intérprete en esta entrevista.

Estoy vivo vuelve el miércoles a TVE con su cuarta temporada. ¿Qué sensaciones tienes ante este estreno? Estoy vivo

Nervios, confianza y un poco de duda. Nervios porque siempre que se estrena uno con algo, está nervioso y expectante ante la respuesta del público. A pesar de que han funcionado muy bien las tres primeras temporadas, en esta cuarta ha pasado ya un tiempo y esperamos que entre los espectadores fieles siga suscitando el mismo interés.

Confianza porque Estoy vivo es un proyecto que es caballo ganador. En esta cuarta temporada no se ha rebajado en absoluto la calidad de los guiones, ni tampoco las ganas y el cariño con el que se ha hecho el trabajo. Ha sido una temporada extenuante y muy dura por las restricciones, por el covid-19 y porque ha habido bajas de algunos miembros del equipo, y en ese sentido ha sido muy complicada de sacar adelante.

Y también hay dudas porque adelantamos el prime time, y eso siempre genera dudas… no sabes si el espectador va a asentarse en esa nueva franja horaria y va a responder igual que en años anteriores. Dicho esto, creo que en una cadena pública lo coherente es mantenerse al margen de la rivalidad y las contraprogramaciones de otras cadenas, y se debe velar por los intereses de los ciudadanos.

En una sociedad en la nos levantamos temprano a pesar de cenar y acostarnos tarde, adelantar el prime time es una decisión acertada más allá de los resultados. Como servicio público, en TVE lo coherente es esto. De hecho, que en temporadas anteriores Estoy Vivo comenzase a las 23:00 horas me molestaba porque me parecía demasiado tarde para una ficción que, además, está destinada a un público familiar.

Las ofertas que más están notando este adelantamiento del prime time en La 1, en cuanto a los resultados, son las series de ficción. ¿Hasta qué punto son importantes los datos de audiencia para ti, a día de hoy? ¿Les vas a hacer mucho caso?

No les haré demasiado caso. El trabajo está hecho ya y eso no repercute en la calidad de los capítulos y de la temporada, aunque es cierto que nos gustaría llegar al mismo número de espectadores a los que llegábamos antes, o incluso a un número mayor. De hecho TVE, con acierto, va a colgar en su web las tres temporadas anteriores para quien no haya podido seguirlas o para quien quiera revisitarlas.

En ese sentido, entiendo que una cadena pública no tiene que estar mirando de reojo lo que hacen el resto de cadenas. Como servicio público que es tiene que atender las necesidades de los espectadores, y creo que adelantar el prime time, más allá de que sea una decisión acertada o no, creo que es necesaria. Que luego repercuta en el número de espectadores, no lo sé. También te digo, competimos con programas asentados durante muchísimos años en la televisión, con la recta final de la Champions… no va a ser nada fácil, pero eso ya lo sabemos de antemano.

¿Qué sensaciones os transmiten desde TVE a ese respecto?

Que apuestan por la serie y que están muy confiados en que siga la senda de años anteriores. Tampoco se ha entrado a mirar el número de espectadores ni qué share vamos a hacer, pero entienden que hay un público fiel y que la calidad de la serie se merecía una temporada más. La sintonía entre la cadena y Estoy vivo es muy buena.

"Nadie en el mundo de la televisión es imprescindible"

Cuando despedisteis la tercera entrega

Creo que en casi todas las temporadas, Estoy vivo ha dejado un final abierto que podía ser también un cierre. A mí me apetecía mucho volver con Manuel Márquez, que es un personaje al que tengo muchísimo cariño, en una serie en la que disfruto y en la que estoy muy bien arropado por un plantel de actores y actrices de primerísimo nivel. Ese es uno de los grandes aciertos de Estoy vivo, junto con unos guiones que no han bajado absolutamente nada el nivel de calidad y siguen siendo ocurrentes.

En esta cuarta temporada se apuesta más si cabe por la comedia. Después de una época muy complicada para nuestra sociedad, que seguimos viviendo por desgracia por segundo año consecutivo una pandemia, creo que ha sido un acierto. No olvidamos el drama, la emoción, el thriller o el suspense, pero sí se ha apostado más por la comedia con momentos muy hilarantes que van a hacer las delicias del público que nos sigue.

Márquez es un personaje que ha pasado por todas las fases posibles en estas tres temporadas. ¿En qué punto se encuentra en esta cuarta?

Le dejamos en un momento de paz y tranquilidad al final de la tercera temporada, pero es un espejismo. La cuarta comienza con un apagón que iremos descubriendo de dónde viene capítulo a capítulo. Parece algo del barrio, pero es un apagón global e incluso dejan de tener una conexión con la pasarela. Se descubre que todo esto tiene que ver con una especie de secta llamada La Hermandad que quiere acabar con la humanidad para vender la eternidad a determinados clientes en la Tierra.

¿Cómo valoras la evolución que tu personaje ha tenido en la serie?

Muy positiva. Márquez me ha permitido transitar desde la comedia al drama, a la acción, a la intriga, al suspense… es un personaje que lo tiene absolutamente todo. Y como te decía antes, tiene satélites muy importantes: la relación con Iago es muy diferente a la que vive con Laura, con sus hijas o con sus compañeros de trabajo.

Es un personaje muy poliédrico y, si ya el trabajo en televisión es un gran training para los actores, cuando haces un rol de este calibre en el que te tienes que enfrentar en cada capítulo a una situación diferente y a un género distinto, es un auténtico caramelo.

En esta temporada quizás está más sosegado y ejerce casi más de espectador o catalizador de lo que ocurre, repartiendo mucho juego a los personajes con los que comparte secuencias. En definitiva, es un bombón de personaje y esta cuarta tanda me he divertido mucho. A mí, personalmente, es un personaje que no me cansa ni me agota. Es una fuente de continuas sorpresas por lo que escriben los guionistas y por todos los giros que tiene no solo su historia, sino la de toda su familia y compañeros.

Tras tener una breve participación en la tercera temporada, Anna Castillo es la gran ausencia

No tengo ni idea de si es una cuestión de guion o si es decisión de Anna. Ella es una de las grandes actrices de este país, supongo que tendrá ofertas de aquí y de allá, y creo que está centrada ahora en sus proyectos cinematográficos. Pero igual que Aitana Sánchez-Gijón y Jan Cornet formaron parte de la tercera temporada y ahora no están.

Estoy vivo es una serie viva en la que hay personajes, actores y actrices que entran, que salen, que pivotan y las tramas se van nutriendo de ellos, pero no hay nadie indispensable ni nadie necesario. La serie mañana podría continuar sin mí, o sin el personaje de El Enlace. De hecho, recuerdo que Aída tuvo varias temporadas después de que se fuera Carmen Machi, que era la propia Aída. Nadie en el mundo de la televisión es imprescindible. Lo que se cuenta está por encima de los personajes, y Estoy vivo podría continuar muchísimas temporadas con actores y actrices entrando y saliendo.

Si hay nuevas temporadas ya veríamos si Anna y Aitana volverían, o si habría otras incorporaciones muy sorpresivas para el espectador. Yo creo que esta es una serie a la que todos los actores y actrices que han participado volverían, y en la que muchos compañeros estarían deseando entrar. Es un proyecto muy apetecible desde el punto de vista interpretativo.

Estoy vivo se ha convertido en la serie más longeva de TVE tras Estoy vivoCuéntame

No lo sé. Vamos a ver cómo transcurre esta temporada. Como dice el Cholo Simeone, vayamos capítulo a capítulo, temporada a temporada. Estoy vivo es una serie que no deja de sorprender por el nivel y calidad de sus guiones, y si la cadena apuesta y sigue el interés de la productora, creo que tiene cuerda para rato. No al nivel de Cuéntame obviamente, porque eso es un hito en nuestra televisión, pero sí daría para alguna temporada más.

"De momento, que yo sepa, no va a haber más temporadas de 'Vergüenza'"

Más allá de TVE, tu recorrido televisivo actual también hace escala en Movistar+ con Reyes de la noche

Es la historia de dos periodistas deportivos que tienen una lucha enconada por conseguir el primer puesto en la radio española, y es una serie entretenidísima, muy divertida y que va a hacer las delicias de los amantes de la radio y del deporte. Sin dar nombres, Reyes de la noche habla de personajes muy reconocibles para los espectadores y los oyentes de nuestro país. No está basada en la realidad y aunque hay momentos reconocibles -que algunos sí serán ciertos-, no entra en la vida personal de nadie ni es un biopic.

Se ha hablado de José María García, de José Ramón de la Morena, pero aquí hay dos personajes que no tienen nada que ver con ellos, aunque tal vez en muchos aspectos sí recuerden. En nuestra ficción son Paco el Cóndor y Jota Montes. El primero, al que interpreto yo, es un periodista que lo ha sido todo en la radio española y que ahora mismo ve peligrar esa cima porque hay un joven que viene pisando fuerte, Jota Montes, que intenta destronarlo de ese primer puesto. Creo que se estrenará para primavera.

En Movistar+ también tienes Vergüenza

De momento, que yo sepa, no va a haber más temporadas de Vergüenza. Es una lástima porque a mí me parece una de las grandes comedias de nuestro país, muy arriesgada y muy atípica. Los guionistas Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero han estado en estado de gracia durante las tres temporadas anteriores, y Malena Alterio y yo éramos muy felices interpretando a Jesús y Nuria.

Creo que Vergüenza ha abierto una senda . En un país en el que tan buena comedia se ha hecho, de pronto descubrimos comedias un poquito más políticamente incorrectas, más macabras o igual pasadas de frenada como Vergüenza o como Vota Juan, que tienen un público que las demanda. Estoy feliz con las tres temporadas que hemos hecho y si hubiera una más estaré dispuesto a vestirme otra vez de un personaje como Jesús que me ha dado tantas alegrías y con el que me he divertido tanto.

Hace unas semanas se habló en los medios de tu fichaje por Amazon para ser Amancio Ortega en la serie que preparan sobre su vida.

Hay de cierto que yo he tenido un proyecto encima de la mesa que iba sobre la vida de Amancio Ortega, pero igual que yo supongo que habrá habido otros actores a los que han tocado para hacer el personaje. No sé mucho más. No sé cómo se habrá filtrado la noticia, pero te aseguro que, a día de hoy, en mi agenda no consta que yo vaya a hacer de Amancio ni esta temporada, ni quizás la siguiente.

No sé si esto se va a retomar, ni si va a seguir adelante, pero me quedé sorprendido de que se publicase eso porque hasta ahora no he dado luz verde a ningún proyecto ni he firmado nada que tenga que ver con Amancio Ortega.

¿Qué otros proyectos sí tienes en tu agenda para este año?

Primero estrenar La hija de Manuel Martín Cuenca, que creo que va a ser una de las grandes sorpresas cinematográficas de la temporada que viene. Es un thriller muy inquietante, dirigido por uno de los grandes cineastas de nuestro país que ha tenido la valentía de esperar tiempos mejores para estrenarlo en salas. Es toda una heroicidad a día de hoy, pero creo que vale la pena ver una película como esta en pantalla grande.

Además, sigo con Principiantes, un espectáculo de teatro basado en unos cuentos de Raymond Carver que dirige Andrés Lima. Estrenamos en Vitoria hace un mes y seguirá de gira por toda España hasta que recalemos en Madrid en enero de 2022.

También estoy rodando Lobo Feroz, otro thriller, dirigido por el uruguayo Gustavo Hernández. Y hay varios proyectos por ahí de cine, alguna cosa de tele, pero nada concreto.

"El Goya de Mario Casas va a ser un puñetazo en la mesa"

Hablando de cine, y como un actor con recorrido en los Goya, ¿qué te pareció la gala de este sábado?

Creo que fue una gala muy divertida, muy sobria, muy elegante y muy concreta. Creo que deberíamos tomar nota para hacer siempre una cosa que no se exceda, que no pase de las tres horas y que no sea pesada y aburrida como ha pasado en otras ediciones.

Al ser telemática, creo que ha tenido que ver con eso que se hace tan pesado siempre de que suban quince personas al escenario, discursos larguísimos, actuaciones que quizás sobran… la salsa de los Goya está en los mismos premios. La gente quiere saber quién gana, ver la emoción en el discurso, la rivalidad… Creo que todo eso estuvo en los Goya de este año, que fue una gala muy concisa y elegante. No en vano tenía un maestro de ceremonias como Antonio Banderas, que es un tipo muy inteligente, muy sabio y que ha dado una lección de cómo se debe enfrentar uno a una gala en tiempos de pandemia.

Uno de los nombres propios de la noche fue el de Mario Casas, que se llevó por fin un Goya. Tú que has compartido trabajo con él en Hogar

Me parece muy justo, yo apostaba por Mario. Valoro muy positivamente el trabajo de Ernesto [Alterio], de Javier [Cámara] y de David [Verdaguer], que son tres actores excepcionales, pero creo que la Academia debía un reconocimiento a Mario Casas. He trabajado con él y sé de su profesionalidad, de la seriedad en todos sus trabajos, del rigor, de las ganas que tiene de que se tome en serio su trabajo, y creo que el Goya va a ser un puñetazo en la mesa.

Ojalá se vea a Mario con otros ojos por parte de mucho público y de una parte de nuestra profesión, porque no solo es un chico guapo que enloquece a las chicas jóvenes. Hay mucho trabajo detrás, mucha profesionalidad y mucho rigor en todo lo que hace. Y no en vano, creo es junto a Javier Bardem y Luis Tosar el actor al que le llegan los mejores guiones de este país.

Para terminar, en el marco del 8M -el día en que se realiza esta entrevista-, ¿cómo ves la situación de tus compañeras en la industria?

Espero que lo que pasó el otro día en los Goya, con ganadoras como Pilar Palomero y Daniela Cajías -la primera directora de fotografía que tiene este reconocimiento-, no sea un oasis. Espero que esto sea una puerta abierta a que haya muchísimas más oportunidades y a que la paridad sea real. Creo que hay suficiente talento en nuestro país en lo que se refiere a mujeres como para no arrinconarlas o para dejar de pensar que los hombres seguimos campando a nuestras anchas.

Siempre he sostenido que hay mejor nivel interpretativo femenino que masculino. Creo que hay trabajos de actrices en nuestro país que están por encima, muchos años, que los trabajos de los hombres. Y en el apartado técnico igual. Me hace especial ilusión el Goya a Daniela Cajías, porque he trabajado con ella y sé lo duro que es. Creo que supone una pica en Flandes y como digo, espero que sea una puerta abierta a que haya muchísimos más años con tanta presencia de mujeres en los Goya.

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