Jorge Javier sorprende con su reflexión en 'Sálvame': “Quiero iniciar otra vida que no tenga que ver con el trabajo”

Jorge Javier Vázquez ha sorprendido a sus compañeros de plató al reflexionar sobre su vida más allá de la televisión. El presentador ha meditado en Sálvame sobre la necesidad de afrontar con otra perspectiva su trabajo en televisión y distanciarse de ella, algo que, reiteraba, no implicaba su retirada del medio.

Todo este pasaje surgía al salir a colación la alargada ausencia de Belén Rodríguez del universo Sálvame, tras distintos conflictos con sus excompañeros. Kiko Hernández, que rompió su larga amistad con ella, Terelu Campos, Carmen Borrego y María Patiño manifestaron su malestar con ella, como también lo hizo Vázquez, que anunció en directo que la “bloqueaba” de su vida.

“No la echo de menos”

Más de cuatro meses después, Sálvame se preguntaba si la extertuliana había acercado posturas con sus antiguos amigos y compañeros de plató.

Yo no he retomado el contacto ni lo quiero retomar”, tomaba la palabra Hernández, que añadía “no echar de menos” a Rodríguez. “¿Y tú?”, preguntaba de forma directa al presentador. “No sé qué pasará dentro de algún tiempo, pero echarla de menos no la echo de menos”, declaró.

Eso no quiere decir que no haya sido una persona muy importante en mi vida con la que he pasado momentos únicos y maravillosos, y que nos hemos ayudados en diversos momentos de nuestra vida. Pero no la echo de menos”, recalcó.

“Quiero iniciar otra vida personal”

El comunicador revelaba que Rodríguez era la primera persona con la que se mensajeaba y hablaba al comenzar el día, al menos hasta que las polémicas de Sálvame lo llevaron a tomar la determinación de zanjar todo contacto. “Yo creo, ya que estamos en época de confesiones, que todos estamos en un proceso personal en el que estamos indagando sobre nuestra vida, en el que estamos rehaciendo cosas que habíamos dejado a medias o apartadas por el trabajo. Belén Rodríguez formaba parte de mi vida cuando el trabajo me ocupaba las 24 horas del día”.

Era entonces cuando sorprendía a sus compañeros: “En esta época en que a mis 52 años y medio me he dado cuenta, afortunadamente, de que tenía mi vida personal muy descuidada, tengo capacidad de reacción y quiero iniciar otra vida”. Acto seguido puntualizaba que se refería a “otra vida personal” que “no tenga tanto que ver con mi trabajo”.

Este trabajo me ha dado muchísimo y soy muy feliz, pero necesito otro espacio donde no haya nada [de esto]”, añadió. “Necesito relacionarme con otra gente ajena a mi profesión”.

El impacto que causó con estas palabras a sus compañeros hizo necesaria una puntualización. “Soy muy feliz con vosotros y estoy muy feliz en el trabajo”.