José Manuel Pérez Tornero dimite como presidente de RTVE arrinconado por las críticas a su gestión

José Manuel Pérez Tornero

Marcos Méndez

José Manuel Pérez Tornero dimite como presidente de RTVE. El máximo responsable de la corporación pública, que fue nombrado en marzo de 2021 por consenso en el Congreso, deja su puesto arrinconado por su propia gestión, y tras meses de enfrentamientos internos y división en el Consejo de Administración que presidía a causa de sus decisiones.

Mediante una carta remitida este lunes 26 de septiembre, que puede leer al completo en esta otra noticia, Tornero recuerda que fue “desde un principio, consciente de la complejidad y dificultad de la tarea”, y valora que “en el mismo instante en que yo tuviese indicios de que el proyecto que me habían encargado las Cortes no era viable, lo reconocería públicamente -sin dudarlo un segundo- y nunca me aferraría a la presidencia. Pues bien, ese momento ha llegado. Es ahora”.

El ya expresidente de la corporación pública afirma que “tomando en cuenta muchos factores, ya no se dan las circunstancias para sostener la viabilidad de mi proyecto”, y concluye: “Es, pues, el momento de dar cuenta de lo avanzado y de explicar por qué se impone dar un paso al lado”.

Tras repasar algunos de sus logros en esta etapa, Tornero apunta al clima en el Consejo de Administración: “He constatado que, dentro del máximo órgano de administración de RTVE -y pese a los esfuerzos ímprobos realizados por algunos de sus componentes- ya no se dan las condiciones mínimas para el consenso transversal, ni para la conformación de una mayoría plural, estable y coherente; y, en muchas ocasiones, ni tan solo el clima propicio al diálogo que necesitamos para culminar el proyecto. Lo cual dificulta mucho la gobernabilidad de la empresa, e impide llevar a cabo la transformación con la que todos nos habíamos comprometido”.

Por ello, José Manuel Pérez Tornero anuncia su renuncia: “Por esta razón, antes de tener que de dejar de lado mis convicciones y mi responsabilidad institucional con el compromiso adquirido, tengo la intención, en las próximas horas, de presentar mi renuncia a la presidencia de RTVE, y a formar parte de su consejo de administración”, aclarando que en el futuro volverá a la universidad, y agradeciendo la confianza de las Cortes generales y grupos parlamentarios, así como el trabajo de los profesionales de RTVE y especialmente de su equipo más cercano.

División irreconciliable en el Consejo

En el mes de junio, verTele desveló que por primera vez su Consejo le había dado la espalda, lo que dejaba al presidente en una posición más delicada que nunca. Tanto, que ha acabado en una dimisión “impulsada” por sus decisiones, que ya se habían ganado el enfrentamiento interno en ese órgano que ostenta la máxima responsabilidad en la gestión de RTVE.

El equilibrio interno en el Consejo era delicado desde un principio por el fracaso del concurso público y la definitiva elección política que ya decepcionó a sus profesionales. PSOE, PP, Unidas Podemos y PNV alcanzaron un acuerdo para “repartirse” el Consejo con tres consejeros a propuesta del PSOE (Ramón Colom Esmatges, Elena Sánchez Caballero y Conchi Cascajosa), tres a propuesta del PP (Carmen Sastre, Jenaro Castro y María Consuelo Aparicio Avendaño), dos a propuesta de Unidas Podemos (Roberto Lakidain y José Manuel Martín Medem), y uno a propuesta del PNV (Juan José Baños Loinaz). El décimo miembro era Tornero, nombrado por consenso para ser el presidente.

En un principio, Tornero logró tener atadas todas sus propuestas previamente con sus consejeros para que fuesen aceptadas en el momento de votarse. Pero su acercamiento a las propuestas de los consejeros del PP, sumado a que uno de los consejeros a propuesta PSOE también pasó a votar junto a los populares, hicieron que el equilibrio de fuerzas cambiase y la derecha pasase a imponerse en las votaciones. Ese “juego a dos bandas” hizo reaccionar a los socialistas, y provocó que Tornero perdiese el apoyo tanto de los consejeros propuestos por partidos de derecha como de los propuestos por partidos de izquierda. Ello, a pesar de haber minimizado los señalamientos de la consejera Carmen Sastre contra los informativos de la propia cadena.

Enfrentamientos con las direcciones de Contenidos e Información

A la división irreconciliable en el Consejo de Administración de RTVE se le han sumado enfrentamientos internos con dos de las direcciones más importantes en el funcionamiento de la cadena, la dirección de Contenidos y la dirección de Información, que se renovaron a finales de abril.

En el primer caso, José Pablo López fue fichado contra el deseo del PP -que le había cesado poco antes en Telemadrid pese a su buena labor- como nuevo director de Contenidos Generales. Sustituyó a Amalia Martínez de Velasco, despedida a finales de febrero entre acusaciones cruzadas porque no le habían dejado desarrollar su trabajo. Ese mismo problema ha tenido José Pablo López, que ha tenido fuertes enfrentamientos con Tornero por no tener capacidad de acción y recibir injerencias, rumoreándose incluso su dimisión.

En el segundo caso, Pep Vilar retomó su responsabilidad como director de Contenidos Informativos. Fue tras la dimisión de Esteve Crespo, que como ya explicamos entonces se produjo por motivos personales, pero también por desencuentros por decisiones que Crespo habría tenido que acatar como directivo pese a no estar de acuerdo, además de a la falta de personal y medios para realizar ideas y propuestas. La designación de Esteve Crespo logró calmar las aguas (en octubre ya analizamos los cuatro “fuegos” internos en RTVE) porque en un principio Tornero y su Consejo habían designado para esa labor a Mamen del Cerro, y apenas dos semanas después se dio marcha atrás a su nombramiento entre tensiones por el “reparto político” de la cadena pública y desmintiendo al Consejo de Informativos tras una reunión. También con Pep Vilar ha habido desencuentros.

Engrosamiento de directivos y fichajes de su confianza

El pasado viernes, antes por tanto de que se precipitasen los hechos, el diario El Mundo destapó que Tornero había ampliado los puestos directivos de RTVE hasta los 196 cargos, más que nunca en la corporación. En concreto los cargos intermedios de subdirección han pasado de 79 a 103, creándose 24 nuevos puestos.

Entre esos nuevos directivos, cabe recordar que a mediados de diciembre en verTele informamos que RTVE convocó un concurso para un puesto de subdirección que acabó ganando Mireia Pi, la mano derecha del presidente en su empresa privada Mizar Multimedia. Además, como publicó El Mundo, un segundo colaborador estrecho de Tornero como es Luis Pastor, fue escogido también como Subdirector de estudios y transferencia del conocimiento de RTVE.

En su reestructuración de RTVE también llama la atención el poder que aglutina José Juan Ruiz “Jota”, el primer nombramiento de Tornero cuando fue designado presidente. Su “mano derecha” es director del Gabinete de Presidencia, sólo reporta ante el presidente, y de forma inédita hasta la fecha en la corporación pública tiene bajo su mando 24 altos cargos, entre directores y subdirectores; con competencias en materia de Innovación, Digital, Tecnología, Audiencias, Estrategia, Planificación, Seguridad, Comunicación, Participación o las relativas al Instituto de RTVE. De facto, muchas de las decisiones del día a día de la corporación pública, por tanto, son tomadas por “Jota” y aprobadas por Tornero, sin necesidad de pasar por el Consejo de Administración. Algo que también había generado desencuentros con los consejeros.

La salida de Esteve Crespo como director de Contenidos Informativos destapó quejas similares. Cuando se produjo la dimisión de los responsables de Internacional por el veto de la dirección al viaje al Sáhara Occidental, con el “completo rechazo” del Consejo de Informativos en un comunicado, los profesionales de RTVE volvieron a denunciar las “interferencias políticas” agrupados bajo el hashtag #NoInjerenciasRTVE.

Igualmente, el Consejo de Informativos mostró su preocupación por el “engordamiento de la estructura directiva” de los informativos, al crearse nuevas subdirecciones que para el órgano de representación tenían y tienen “una difícil justificación funcional”. Ascensos que además no fueron comunicados previamente al CdI, como obligan los estatutos de RTVE. Dos de ellos fueron los de Pepa Sastre, editora del Telediario 1 en la época que acabó provocando los 'Viernes negros' y hermana de la consejera Carmen Sastre, como jefa de Planificación y Contenidos de los Servicios Informativos de TVE, la “segunda” de Esteve Crespo; y Luis Javier Alcalá, quien fuera jefe de Nacional con Gundín en esa misma época, que asumió una labor similar en el Canal 24H. En su anterior etapa, ambos recibieron informes desfavorables del Consejo de Informativos por manipulación. En respuesta, Esteve Crespo pidió que “no se estigmatice a compañeros”, mientras otras fuentes de TVE consultadas por verTele denunciaron que el área de informativos también se había “repartido” políticamente, con profesionales afines a partidos (o al menos próximos a sus líneas ideológicas) situados en puestos de dirección y responsabilidad.

Muchas promesas, más polémicas...

La presidencia de José Manuel Pérez Tornero se ha caracterizado por las promesas lanzadas al aire que finalmente no se materializaron. La principal, una nueva forma de medición que no sólo se basase en los audímetros, sino en “alcanzar relevancia” como corporación pública, sin aclarar a qué se refería. Pero también la anunciada “revolución” en informativos, que no se ha producido más que con los cambios en el Telediario 1 que adelantó verTele.

En un principio situó a la nueva plataforma RTVE Play como eje central de su proyecto, pero más tarde sus contenidos dejaron de promocionarse y el Comité de Auditoría de RTVE abrió un procedimiento por el presunto desvío de una campaña de RTVE Play a La Gran Consulta, una apuesta personal de Tornero, con el protagonismo de la Directora de Comunicación y Participación, María Eizaguirre; cuya finalidad era realizar una consulta en la que los españoles digan qué tipo de televisión pública quieren, y así elaborar un Libro Blanco sobre RTVE que recoja las conclusiones de la encuesta y sirva de base para la elaboración del nuevo mandato marco. Con un presupuesto de 1.046.670 euros, más otra licitación de algo más de 100.000 euros para alargarla, La Gran Consulta arrancó el 30 de agosto de 2021 y concluyó en Madrid el 7 de julio de 2022. En esos 10 meses, y tras recorrer 30 ciudades, la propia RTVE afirma que ha recibido 133.000 respuestas. La polémica provocó otra con Anna Bosch y el Consejo de Informativos, con Tornero negando todas las “injurias, falsedades y bulos” de la periodista y el órgano. Por el momento, no hay ningún informe oficial sobre los resultados de La Gran Consulta, ni se ha elaborado el Libro Blanco.

Para aplacar a los periodistas de RTVE, Tornero también anunció que acabaría con el llamado “info-entretenimiento”, algo por lo que fue felicitado en el Congreso por el PP al confirmar que supondría el fin de Las cosas claras con Jesús Cintora. Pero el sindicato CCOO acaba de denunciar que su nuevo programa matinal Hablando claro peca precisamente de recuperarlo. Mientras tanto, Tornero ha entendido su labor de forma más académica, cerrando acuerdos y convenios con gran cantidad de instituciones y estamentos, así como creando oficinas y comisiones, confiando en José Juan Ruiz para la gestión del día a día.

...y sólo eventos para paliar su peor audiencia histórica

El plan de gestión de Tornero y su Consejo se ha centrado en los grandes eventos, como ya analizamos. En el día a día, prácticamente ninguna de sus nuevas apuestas ha funcionado en emisión -los últimos ejemplos son Te ha tocado y Mapi, y Hablando claro tampoco eleva su franja-, y en su prime time el inmovilismo apenas lo rompe su fortísima apuesta por Dúos increíbles (con un presupuesto de 9 millones de euros, como detalló verTele), mientras que se han cancelado formatos como Maestros de la costura, y Cuéntame sigue esperando para saber cómo será su final. En su reciente presentación de temporada, apenas se promocionaron novedades.

Frente a ese ahorro en su parrilla diaria y para la noche, RTVE ha apostado por los eventos. El Benidorm Fest quedará como la gran nota positiva de la etapa de Tornero, que además ha dado otro impulso a un éxito fijo como es Eurovisión. Por lo demás, la corporación pública ha decidido gastar millones de euros en el fútbol. El principal ejemplo es el Mundial de Qatar, que como desveló verTele adquirió la cadena con una puja cercana a los 35 millones de euros, pese a que TVE solo emitirá 19 ó 20 de los 64 partidos de la competición. Una adquisición que ha generado muchas críticas, incluso a nivel político, porque una corporación pública sobrepuje por una competición que ha sido señalada por no respetar los derechos humanos. Por si fuera poco, RTVE también se ha hecho con todos los encuentros de la selección masculina de fútbol de los próximos cuatro años, con la Eurocopa 2024, con la Eurocopa femenina 2025; las dos Eurocopas masculinas Sub-21 de 2023 y 2025; y las dos finales de la UEFA Nations League, entre otros contenidos. La corporación pública se ha negado, de momento, a desvelar cuánto ha pagado.

La presidencia de Tornero ha puesto todos los huevos en la misma cesta. Con los acuerdos millonarios ya cerrados, ahora la corporación pública tendrá que confiar su futuro al fútbol y a los grandes eventos para paliar su peor crisis histórica de audiencias. La 1 igualó su mínimo histórico mensual en agosto (8.1%) y promedia de momento el que es su año más bajo de toda su trayectoria. Unos datos que sirven para hacer una valoración de la etapa de José Manuel Pérez Tornero como presidente de RTVE.

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