(AVISO: SPOILERS)

'Juego de Tronos' 8x01: ilusión, esperanza, revelaciones, amor... y muchos celos

'Juego de Tronos' 8x01

Marcos Méndez

'Juego de Tronos' ha estrenado, en la madrugada española de este domingo 14 al lunes 15, su octava y última temporada. El regreso más esperado de la televisión, de una serie que se ha convertido en un fenómeno y que ha fomentado su aura con una espera de casi dos años antes de su despedida.

Cualquiera que este lunes entre a las redes sociales (cosa poco recomendable si quiere verse el capítulo sin saber nada de él) puede darse cuenta de hasta qué punto Juego de Tronos ha trascendido, copando los Trending Topics y asuntos más hablados desde la madrugada, con muchas personas trasnochando o durmiendo poco para no perderse su regreso. Incluso HBO España tiene su web caída por la demanda para ver el episodio.

En Vertele tampoco hemos podido resistirnos, y ya hemos visto el primer capítulo de la octava temporada. Lo resumimos a continuación, y obviamente avisamos de que hay spoilers. Como de las redes sociales, abstenerse los que prefieran disfrutarlo sin saber nada de él.

(Aviso: Spoilers) Mi Reina... y mi Rey

La octava temporada de Juego de Tronos arranca con la emoción de un niño que corre. En su caso es un niño de Invernalia que se apresura para ver la interminable formación de soldados que llegan a su ciudad para defenderla, y para defender a todos los hombres. En el caso del espectador, la emoción de ver cómo Daenerys y Jon Nieve, mano a mano, van al frente de ese enorme despliegue que deja claro que la gran guerra está aquí.

La mirada se traslada a los ojos de Arya. De pie entre su pueblo, como siempre sin llamar la atención, observa cómo el gran ejercito de los Inmaculados llega a su casa con cierto escepticismo. Pero no puede evitar la sonrisa al “pasar revista” a la tropa y ver a su hermano Jon al frente del ejército, o a su amigo Podrick. Pero también su odio al volver a ver al Perro.

Como en la primera temporada cuando Robert Baratheon llega a Invernalia para ver a su amigo Ned Stark, la recepción “oficial” la hacen en este caso Bran y Sansa. Y Jon no tarda en desmontar de su caballo para saludar con abrazos a sus hermanos, y presentarles por primera vez a Daenerys como su Reina. Desde el primer momento queda claro que Sansa no se fía de la Targaryen, pero antes de que se desencadene el primer conflicto, el nuevo Cuervo de tres ojos avisa: “No hay tiempo para esto. Los caminantes blancos tienen un dragón, el muro ha caído, y se dirigen hacia el sur”.

Amor y deber, el equilibrio de Jon Nieve

En una reunión de urgencia con todos los señores de Invernalia, Jon Nieve primero tiene que convencer a sus súbditos de que ha rendido la corona con la única razón de salvar el norte. Algo en lo que colabora Tyrion, que como mano de la Reina ha viajado en la caravana junto a Varys, y que toma la palabra para anunciar que las huestes de los Lannister también llegarán a Invernalia para unirse al ejército... o eso cree él.

La reunión deja clara dos cosas: que el verdadero líder del Norte es Jon Nieve, y que la relación entre Sansa y Daenerys no va a ser fácil. La primera, dolida porque su hermano rindiese la corona sin avisar. La segunda, segura de que como Reina Sansa Stark le debe obediencia. En el medio, Jon Nieve en un complicado equilibrio entre su deber y su amor por Daenerys, y su lealtad y cariño por su familia. Así se lo recuerda Arya cuando se reencuentran poco después, y mientras se dan el abrazo más emotivo del capítulo, que resume también las ganas de los fans de la serie.

En cualquier caso, la necesidad se impone, y bajo el mando de Jon, Daenerys y Sansa; ordenan que todos los soldados se replieguen desde el norte hasta Invernalia para defenderse desde allí contra el Ejército de la noche, y que la población civil sea salvada antes de su llegada.

El rumoreado paseo por las nubes

Mientras Arya se reencuentra también con Podrick y planta cara a el Perro, y a la vez que Varis, junto a Tyrion y Davos, muere también de celos al darse cuenta que su lugar se complica por la personalidad firme y decidida de Daenerys y Jon, se produce uno de los momentos más rumoreados y esperados ya no del capítulo, sino también de la serie. Daenerys acude preocupada a ver a sus dos dragones porque están comiendo menos por culpa del frío, y acaba volando junto a Jon, cada uno a lomos de un dragón.

Es un momento importante, y la serie lo sabe y se recrea. Primero con un diálogo en el que aflora el humor y la confianza, dejando ver que la relación entre ambos ya no es sólo “profesional” y que cuando están a solas son una pareja ilusionada más. Y segundo con las imágenes, gracias a un espectacular recorrido aéreo más propio de Aladdin y Jasmine cuando vuelan sobre la alfombra. Y acaba de la misma forma: con un paisaje idílico de fondo, el deseo de Daenerys de “estar aquí un milenio” y un beso.

Un beso, y un amor, que es presenciado por primera vez por “los niños” de la Reina, sus dragones, y del que subyace un concepto que puede centrar buena parte de las tramas esta temporada: los celos. Tanto los de Sansa por Daenerys (que en una tensa reunión posterior con su hermano llega a preguntarle si ha rendido la corona por necesidad, o por amor), como los de los dragones por Jon. Y es que aunque Daenerys le tranquiliza diciéndole que “no debe tener miedo de nada”, asusta ver la cara de un dragón celoso:

El gran secreto es por fin revelado

El capítulo es una sucesión de reencuentros y de presentaciones. Daenerys también acude a conocer a Sam, para agradecerle haber salvado a su escudero Jorah. Pero cuando parece forjarse una alianza de respeto y divertida, la Reina le cuenta que mató a su familia porque se negaron a postrarse ante ella. El mejor amigo de Jon, dolido y entre lágrimas, da las gracias a Daenerys por habérselo contado, pero abandona la estancia sabiendo que es la mujer que ha matado a su padre y a su hermano, y que su casa ya no tiene señor.

Por si fuera poco para Sam, Bran le encomienda que sea él el que le revele a Jon, su mejor amigo, la gran verdad sobre su identidad. El reencuentro es emotivo, pero como con Daenerys, pronto se tuerce. Sam le pregunta si sabía que Daenerys ha matado a su familia, y si él habría hecho lo mismo. Y no se espera que Jon defienda a la Reina y comprenda lo difícil que es su labor. En él también se adivinan los celos.

Ese desencanto le da fuerzas para revelarle a Jon su verdadera identidad. Le dice quiénes eran sus padres, le cuenta que su verdadero nombre es Aegon y que su apellido real es Targaryen, y le sitúa en que eso le convertiría en el Rey de los Siete Reinos. Tras ello, le plantea a un atormentado Jon la pregunta sobre la que pivotará esta temporada: si él rindió su corona por salvar a su pueblo, ¿estará dispuesta Daenerys a hacer lo mismo y reconocerle como legítimo Rey?

El Muro, Cersei y la llegada del “traidor”

La acción de este primer episodio se centra en Invernalia y sólo hace un par de “viajes” fuera la ciudad. Uno de ellos, casi al final, para mostrar que en el Muro tanto Tormund como Beric Dondarrion y su espada de fuego sobrevivieron al ataque del dragón, y ahora se apresuran a llegar a Invernalia antes que el ejército de muertos para informar y sumarse al ejército.

El otro viaje es a Desembarco del Rey, donde Cersei todavía no ha desvelado su plantón. La “otra” Reina mantiene el Trono de Hierro y recibe con (mucho) amor a Euron Greyjoy, que vuelve a la ciudad con la Compañía dorada, 20.000 soldados mercenarios puestos a su disposición.

Aunque en un principio se resiste, al final su lado Lannister aflora y Cersei paga su deuda, que en este caso es acostarse con Euron. E incluso parece que su arrogancia y temeridad puede gustarle de verdad. Euron, realmente encantado con la situación, le promete que tendrán un hijo (sin que Cersei le desvele que llega tarde), y ni tan siquiera se entera de que Theon aprovecha que no está en su barco para rescatar a su hermana Asha.

Al final del capítulo, y como una especie de “conexión” de Desembarco del Rey e Invernalia, de los Lannister y de la dupla Targaryen-Stark, se produce la llegada que Bran había anunciado a Sam cuando hablaron. El Cuervo de tres ojos le dijo que no podía moverse porque aguardaba a “un amigo”. Y éste llega a caballo, y descubre su rostro: es Jaime, que también cumple su palabra de Lannister y se suma al ejército de Daenerys y Jon en Invernalia. Lo primero que ve es al niño al que tiró de un campanario y dejó sin movilidad porque éste le descubrió junto a su hermana.

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