Opinión

El nuevo “odio eterno al fútbol moderno” por el intento de LaLiga de parecerse a Twitch

La primera jornada de LaLiga llegaba con muchas dudas sobre cómo se iba a ver el fútbol en televisión, tras la “división” de sus derechos entre Movistar Plus+ y DAZN, y el goteo de fichajes (narradores, comentaristas, analistas, inalámbricos) que se fueron anunciando para conformar los equipos de retransmisión.

Antes de empezar los partidos, respecto a las voces, como ya explicamos y ahora resumimos, la diferencia la marcaba que esta vez LaLiga ofrecía acompañar la señal de vídeo con una de audio, creando su propio equipo de retransmisión. Movistar Plus+ aceptó esa opción, lo que para el público ha supuesto que el equipo que en realidad es de LaLiga sea “el de Movistar”. Esto, teniendo en cuenta que ha supuesto la salida de Álvaro Benito, Jorge Valdano, Ricardo Rosety, Ricardo Sierra, o Mónica Marchante; y contar con criticados como Edu Aguirre o Isaac Fouto; generó críticas. DAZN, por su parte, sí decidió hacer su propio equipo de retransmisión.

La competición arrancó la semana pasada, y entonces se respondió a la gran pregunta: ¿Cómo va a verse LaLiga, teniendo en cuenta que Movistar Plus+ emitirá todos los partidos al integrar DAZN, mientras que en su propia plataforma DAZN emitirá “solo” los cinco que le corresponden? El viernes no hubo problemas, pero el sábado jugaba por primera vez uno de los grandes, el Barça, y se desató el caos. De una forma un tanto enrevesada, la idea de las dos plataformas era permitir a los suscriptores de Movistar Plus+ ver también los partidos de DAZN, pero “a través” de la plataforma deportiva, teniendo que registrarse. La web para cumplimentar ese proceso se cayó, y Movistar Plus+ tuvo que explicar lo que sucedía, además de acordar con DAZN una alternativa: emitir como canales habituales, dentro de su propia plataforma, la señal de DAZN para poder ver LaLiga. Durante toda esta semana, no ha habido más novedades.

Mucho lío y controversia sin tan siquiera haber llegado a las nuevas retransmisiones de los partidos. Pero se llegó, y visualmente lo que más llamó la atención fue la incorporación de cámaras para ver cómo viven los goles los narradores y comentaristas. Si el mundo está polarizado, el fútbol es el máximo exponente. Y en ese contexto, resulta trágico (o admirable) que todos los espectadores y aficionados se hayan unido... en contra de la iniciativa.

Todos contra las cámaras de reacción

LaLiga lleva años, especialmente desde que llegó a su presidencia Javier Tebas, insistiendo en que su crecimiento depende de los derechos televisivos, y orientando el negocio a la televisión en vez de a los aficionados. Obviamente, con el acuerdo de todos los clubes que le nombran presidente. Y para esa mayoría de seguidores que no están en el estadio y ven el partido en su casa, el momento del gol es la culminación, el éxtasis frente al televisor. Justo ahí, en ese momento, es cuando LaLiga decide mostrar cómo lo viven los narradores y comentaristas. Y luego también, en diferido.

El protagonismo inusitado de los que toda la vida se han limitado a transmitir la emoción -y que ahora deben también demostrarla en pantalla-, no sólo no aporta nada, sino que distrae del momento que todo futbolero espera de un partido. Una iniciativa que ha acabado siendo criticada de forma unánime por todos los espectadores, pero que parece responder al interés de Tebas de acercarse al público más joven.

El presidente de LaLiga ha repetido que los jóvenes ven cada vez menos fútbol en televisión, y que optan por otros medios como Twitch o Youtube. En un aparente intento por parecerse a Ibai Llanos y a cualquier otro de los nuevos creadores de contenidos, y tras haber hecho ya retransmisiones en Twitch, parecen haber copiado esos vídeos de “reaccionando a...”, para darle importancia no al qué se canta, sino al cómo se canta, como analiza Miguel Gutiérrez, de La libreta de Van Gaal. Como si el que ve un partido de LaLiga quisiera ver a narradores “reaccionando” a goles, en vez de goles en sí mismos.

En este sentido, es como si LaLiga quisiera parecerse a Twitch, sin caer en la cuenta de que todos los creadores de contenidos lo que querrían es parecerse a la televisión para poder tener los derechos y emitir los partidos, y no grabarse reaccionando a ellos. El mismo Ibai Llanos así lo hizo cuando logró tener derechos de la liga francesa, obviamente dando prioridad a esas imágenes que ya podía emitir en vez de a él o a su equipo reaccionando a lo que pasa sin poder mostrarlo por no tener derechos.

El método escogido por LaLiga quizás pensó en el éxito viral que muchas retransmisiones tienen en redes. En verTele ya lo analizamos durante los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020, cuando RTVE y Eurosport lograron encontrar ese valor al “detrás de las cámaras”. Pero la diferencia es enorme: el éxito se logra con gestas deportivas históricas, y no con cada gol de los muchos que se anotan en cada jornada.

Claro que al pensar en el oro olímpico de Mireia Belmonte podemos asociarlo a la aplaudida narración de Julia Luna y Javier Soriano. Igual que el campeonato del mundo de Fernando Alonso en Fórmula 1 con Antonio Lobato, o el campeonato del mundo de la selección española de balonmano con Paco Caro. Y sin salir del fútbol, todos sabemos de qué hablamos si decimos “¡Iniesta de mi vida!” o “¡Gol de Señor!”. En todos esos casos, los narradores o comentaristas se convirtieron también en protagonistas, pero por asociarse a momentos históricos del deporte (español) en los que el espectador empatiza con el narrador, y se emociona al verle emocionarse igual que él. Pero cuando es algo corriente, común y sin importancia; esa “reacción” no tiene ningún interés, desenfoca la atención, y parece afán de protagonismo. Y acaba por generar críticas, merecidas por funcionar en contra del propio producto.

En la segunda jornada, tres tazas

Pese a la inaudita unión “futbolera” en contra de esta novedad, por el momento LaLiga sigue adelante con su implantación, y de hecho ya ha anunciado que ampliará el número de cámaras y protagonistas.

Si en la jornada de apertura se dio protagonismo a sus propios narradores y comentaristas, además de a los de Radioestadio (Onda Cero) y Tiempo de Juego (Cadena Cope) -todo hay que decirlo, sin que ellos pareciesen haber pedido ese protagonismo-, para la segunda jornada de este fin de semana ya se ha anunciado que se incorporarán también cámaras para mostrar las reacciones de los equipos del Carrusel Deportivo (Cadena SER) y de Tablero Deportivo (RNE).

Habrá, por lo tanto, más reacciones, a pesar de que lo que el público pide es que no haya ninguna. LaLiga confía en que su idea acabe por romper esa habitual reticencia al cambio y se imponga como un valor añadido a sus retransmisiones que le permita acercarse al público más joven. Y mientras, crecen los ecos del “odio eterno al fútbol moderno”, también en televisión.