Lydia Lozano amenaza con abandonar 'Sálvame' tras discutir con Kiko Hernández: “¿Pero dónde coño trabajo?”
Sálvame vivió este martes un momento de tensión en su plató, con amenaza incluida de Lydia Lozano con abandonar el programa. Todo comenzó con la tertuliana hablando de unos mensajes que Carlos Alba, ex concursante de Supervivientes, habría enviado a “una persona que trabaja en Telecinco, no es famosa y nunca ha salido en pantalla”. “¿Has comprobado que esos mensajes sean reales y no como los de Manzanares?”, le preguntó Kiko Hernández haciendo referencia al “anuncio” de la tertuliana, a principios de mayo, del fallecimiento del torero ocurrido hace siete años.
Lozano cambió el gesto y Paz Padilla comenzó a preguntarle qué había ocurrido en una reunión previa la emisión del programa. “No voy a hablar del tema y si queréis, lo contáis”, replicó ella, “porque soy muy pesada y como no quiero ser pesada yo me callo y ya está”. La presentadora avisó de que había salido del encuentro “llorando” y que “todo lo que ha sucedido dentro está grabado”. Las imágenes se verían tras la pausa publicitaria.
Al regresar, en el plató se había montado revuelo y la colaboradora se había levantado de su asiento. “Hombre no”, se le escuchó decir por los pasillos del estudio de Mediaset, “a mí no me mandan... ¿pero dónde coño trabajo? Cuando no le he pedido ningún respeto a ningún compañero en mi puta vida”. David Valldeperas, director de Sálvame, trató de convencerle para que volviera.
“Me voy a mi casa”, insistió la tertuliana que, al ver que las cámaras continuaban detrás de ella, gritó: “Que me dejes de grabar. Voy a aguantar yo que me manden a tomar por culo, hombre. Que ya está bien, no me lo merezco. Que me quiero ir”.
“No puedo estar en un sitio donde se me falte al respeto así”
Lozano se quejaba así de la falta de respeto de su compañero Hernández, que también habría tenido lugar durante la pausa publicitaria. La colaboradora acabó regresando a plató para contarle a Padilla lo sucedido y terminó llorando.
“A mí que Kiko me tenga una falta de respeto cuando no se la he tenido en mi vida”, lamentó, “llega un momento que digo ¿yo aguantar faltas de respeto? Aguanto broncas, que se rían de mis meteduras de pata, pero lo que me ha dicho a mi me parece muy fuerte y por eso he dicho a mi no me compensa. Hay unos límites. No puedo estar en un sitio donde se me falte el respeto así”.
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