Crónica de la octava entrega del programa

Lydia Lozano se atragantó con 'La última cena' de Kiko y Rafa, indefendible “hasta para Fernando Simón”

Lydia Lozano, ayudada por sus compañeros

Redacción

Que a Telecinco le resulta rentable el enfrentamiento de sus rostros más conocidos es una máxima por todos conocida. Este viernes volvió a dar buenos resultados en La última cena, donde Rafa Mora y Kiko Jiménez, enemigos hasta decir basta, tuvieron que compartir cocina para dar de comer a sus compañeros de Sálvame. Pero si algo quedó claro ayer es que el enfrentamiento sirve para las audiencias pero no para los fogones.

El menú estaba “incomestible”, según lo definieron la práctica totalidad de los comensales y hasta los chefs del jurado, que se mostraron especialmente críticos con los tacos de corvina y la paella de caracoles, que acabó en la basura cuando Sergi Arola se dispuso a probarla. Al maestro de la cocina le dio un asco tremendo que los caracoles no estuvieran limpios.

Kiko y Rafa aguantaron el chaparrón pero no dudaron en defenderse cuando así lo creyeron oportuno. La chef Begoña Rodrigo cargó con parte de la culpa porque, según dijo, debería de haberles pedido que hicieran la paella con tomate. “Soy cocinera porque pienso que en la cocina se arregla todo; pasa lo mejor que te puede pasar en la vida, me da bastante pena que no haya ocurrido. La paella no la voy a puntear, mea culpa porque no llevaba tomate. En el segundo, las tortas estaban incomibles y el postre correcto”, señaló.

Tan mala estaba la comida que Kiko Matamoros dijo que aquellos platos no podría defenderlos ni el director del Centro de Emergencias Sanitarias. “Si la paella daba para que dimitiera el director general de instituciones penitenciarias esto no lo sabe defender ni Fernando Simón”. El tertuliano de Sálvame advirtió de que si alguna vez le servían comida como aquella en un restaurante, pediría una indemnización.

Matamoros, precisamente, percibió cierto afán de protagonismo en Lydia Lozano cuando esta se atragantó con una espina del pescado. Inicialmente pareció una broma, pero poco a poco le cambió la cara y sus compañeros empezaron a rodearla para darle consejos. Jorge Javier Vázquez, muy asustado, le indicó que comiera pan y subiera el brazo izquierdo, consiguiendo así que la raspa continuara su recorrido hasta el estómago.

Mientras Lydia palidecía, Chelo García Cortés 'trepaba' por el decorado del plató convertida en Spider Man. Y es que, hubo sesión de disfraces, a la que también se sumaron Alonso Caparrós, que se tuvo que desnudar para meterse en la piel de un bebé; y Antonio Montero, que pese al calor se enfundó en un traje astronauta.

Macarena y Maite, allegadas a Kiko Jiménez y Rafa Mora, probaron la comida desde La casa fuerte; no así Gloria Camila, exnovia de Kiko, que se negó a recibir el paquete.

La cena consiguió un aprobado por los pelos: Lydia Lozano y Alonso Caparrós les concedieron un 5; Chelo García Cortés les puntuó con un 4; Kiko Matamoros no tuvo clemencia y les dio un 2; mientras que Antonio Montero y Raquel Mosquera les calificaron con un 6 y un 7 respectivamente. Los chefs dieron sus peores puntuaciones: Sergi Arola un 4, y Begoña Rodrigo un 5.

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