El talent ya tiene semifinalistas

'Maestros de la costura 5' expulsó a su alcaldesa por culpa del vestido más “horroroso” de Escoté y Caprile

Palomo, María Escoté y Lorenzo Caprile en 'Maestros de la costura'

Paula Hergar

Maestros de la costura 5 ya está en su recta final y las expulsiones semanales son cada vez más sorprendentes y dolorosas. En la gala de este martes, 12 de abril, despidieron a una de las debutantes que más promeía como duelista y, sin embargo, se ha quedado a las puertas: Caterina.

La también conocida como “alcaldesa” del talent, confeccionó un vestido que no le gustó ni a ella misma. Por lo que sabía que iba a ser la elegida para marcharse. Por ello, antes de salir del taller hizo un discurso cual ganador de un Goya, dijo la propia Raquel Sánchez Silva.

De esta manera, Borja, Lluís, Pablo, Eduardo y Lili se convirtieron en los semifinalistas de la edición. Tres veteranos y dos debutantes.

Primera prueba con una camisa para los familiares

En la primera prueba de la noche, la de habilidad, los aspirantes contaron con 30 minutos para terminar una camisa que necesitaba los puños, el cuello y la solapa. Pero para ayudarles llegaron sus familiares, a los que hacía semanas que no abrazaban. Así, cada uno de ellos tuvo que coser para su compañero de lujo: Navarrete para su abuela, Borja para su padre y Lluís, Lili, Caterina y Pablo para sus madres.

Al acabar, los jueces se pasearon para ver lo que habían logrado con el corazón, las manos y la cabeza: Pablo acertó con “la combinación de colores, muy francés”, Lluis hizo “muy buen trabajo” aunque no convenció a su madre con el estilo, Caterina fue correcta, Borja también gustó por “lo minimal y la personalidad” de la camisa, Lili presentó una apuesta “bien resuelta” y Navarrete realzó la belleza de su abuela.

Por lo que el ranking señaló a la mallorquina como la peor y al vasco como el mejor de la prueba.

Prueba por equipos con los primeros semifinalistas

Los aspirantes se trasladaron a los salones del Palacio Real de Aranjuez, donde el jurado quiso descubrir a los aprendices por qué Victoria Eugenia fue la primera reina española en convertirse en icono de la moda.

El estilista Josie asistió a la prueba en la que cada equipo se encargó de hacer una réplica de uno de los vestidos de principios del siglo XX de la bisabuela de su Majestad Don Felipe VI, en tan solo 180 minutos. Borja y Pablo se erigieron como los jefes de cada equipo. El primero escogió a Lluís y Caterina para trabajar con él con vestuario verde. Y el segundo optó por Lili y Eduardo, como los naranjas.

Al arrancar a trabajar, el equipo verde ya tuvo 15 minutos menos de penalización por coger más material del necesario. Pero no fue la única dificultad añadida, a mitad de trabajo los jueces les obligaron a hacer un cambio de taller a ambos equipos, por lo que se encontraron con la prenda de los contricantes, de nuevas.

Acabado el tiempo, los jueces hicieron la valoración de una de las pruebas con más tensión y sorpresas de la temporada. Criticaron que a Pablo y a Borja se les había “quedado grande” el rol de jefes de taller. Mientras que felicitaron a Lluís y Navarrete por tomar el liderazgo frente a la crítica situaicón.

Aún así, el equipo naranja consiguió un buen drapeado, como el volumen de la falda y parecido al original: “No estamos orgullosos del traje pero sí del trabajo”, sentenció Escoté. Sobre el equipo verde criticaron que habían hecho “una prenda apañada que recuerda al original pero no una réplica”.

Por todo ello, los ganadores fueron Navarrete, Lili y Pablo que, directamente, se convirtieron en semifinalistas.

Un vestido “horroroso” de Caprile y Escoté expulsó a Caterina

Lluís, Caterina y Borja volvieron a los talleres vestidos con los mandiles negros para ver cómo Caprile y Escoté unían su talento con la aguja para hacer un look espectacular. Aunque no tanto para algunos aprendices como Lluís que definieron el traje como lo más “horroroso, jamás había visto uno tan feo”.

Este diseño sirvió de ejemplo a los participantes para crear una prenda nueva, que respete y combine las señas de identidad de las dos casas. Debía ser un diseño único y exclusivo.

Así, Borja pidió la ayuda de Pablo durante su creación y Lluís usó el conocimiento de Escoté para acabar la suya. Sin embargo, Caterina no pudo contar con nadie porque ya había gastado su imperdible. Algo que se notó en el resultado final. Borja apostó por un dos piezas “ambicioso” con volantes “bonito, gracioso y bien entendido”, Lluís interpretó “muy bien la versión del vestido conjunto de ambos diseñadores” pero Caterina enlazó una serie de errores catastróficos que acabó con un vestido “bien elegido pero mal interpretado”.

Tan clara fue la valoración, que los jueces ni se marcharon para deliberar: “La aprendiz que no continúa en el taller es Caterina”. Una decisión esperada que ella comprendió pero no pudo reprimir las lágrimas. “Gracias por vuestros consejos, por las críticas y las palabras bonitas. Me he sentido tan querida por el programa que es maravilloso. No me llevo un maletín pero me llevo amigos. He sido muy feliz”, aseguró antes de marcharse.

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