'MasterChef 11' se complicó con una expulsión que nadie quería y un aspirante que llamó “mentiroso” a Jordi Cruz

Camino y Ana, en 'MasterChef 11'

Paula Hergar

El paso de los aspirantes por MasterChef 11 está siendo cada vez más complejo al quedar cada vez menos, encariñarse cada vez más y aumentar la tensión y competitivdad entre todos. Eso hizo que la expulsión de Camino, este lunes, provocara las lágrimas de todos los compañeros, siendo una de las favoritas para llegar a la final.

Pero la presión no solo la dirigen entre ellos, si no que también hacia los jueces como ocurrió entre Jorge Juan y Jordi Cruz, que protagonizaron uno de los momentos más duros del formato.

En la prueba de eliminación, el juez preguntó al aspirante que estaba salvado en el balcón cuál era su proyecto al salir del talent: “Mi proyecto es montarme un bar de tapas” respondió y el chef ironizó con si daría más importancia a las tapas o a las “copas”. Eso molestó al concursante que soltó lo siguiente:

Estás desde ayer... estás mintiendo con lo de las botellas de vino del avión. No me visteis y es mentira. Y lo sabes. Estoy quemado, irritado y aburrido de tanta tontería. Me está cargando todo lo de la bebida un poco”, lamentó Jorge Juan. Palabras que cambiaron la actitud de Jordi, que pasó de la risa a la seriedad:

“Hasta ahora creía que teníamos sentido del humor los dos. Te hice una broma y no la pillaste. Es la primera vez en 11 años que un aspirante me llama mentiroso a la cara. De entrada tú y yo, las bromas las hemos acabado. No te voy a hacer ni una más”, sentenció el juez dejando totalmente derrumbado al aspirante.

Primera prueba con fuego y Miguel Bosé de visita

En la primera de las pruebas, los aspirantes tuvieron que cortar una serie de verduras según las exigencias del jurado y con fuego a su alrededor. Lo hicieron en grupos de tres: Claudia, Pilu y Jorge Juan; Jotha, Marta y Lluís; Camino, Eneko y Luca; Ana, Álex y Francesc. El único que hizo bien los tres cortes fue Eneko y ganó más tiempo.

Después, elaboraron un plato libre con las verduras como protagonistas, utilizando los cortes practicados anteriormente y, al menos, una técnica de vanguardia.

Con el tiempo acabado, los aspirantes presentaron sus platos al jurado y a Miguel Bosé. El primero fue Álex que se llevó halagos por “dos platos muy buenos”, Lluís convenció por una “gran idea” pero con algunos fallos, Camino no acertó por falta de tiempo, Ana y Pilu se equivocaron con la técnica, Luca dedicó su elaboración a Bosé “con buena idea y sabor”, Eneko entregó un plato “inacabado”, Jotha no “centró el tiro”, Jorge Juan hizo un gazpacho “simplón y pasado de ajo”, Francesc presentó una crema “rica” y Marta hizo un puré “con buen sabor”.

Claudia entregó el plato más llamativo por limitarse a ser dos patatas cocidas. Se lo dedicó a su amigo recién fallecido y el jurado también lo criticó: “Encima vienes con el morro de dedicárselo a un amigo con el dramón. Espero que haya sido un bloqueo”, criticaban Samantha y Jordi. “Tenía una idea en la cabeza y se me ha caído todo al final. No he sabido imporsivar”, lamentó la italiana.

Tras la cata, los jueces concluyeron que Álex y Luca habían elaborado los mejores platos. Y de los dos, el que destacó fue el del Junior.

Prueba de eliminación con un último duelo que todos lamentaron

Claudia, Ana, Camino, Eneko, Jorge Juan, Jotha y Pilu fueron los peores de la prueba anterior, por lo que regresaron a cocinas con los delantales negros. Allí se enfrentaron a una prueba de fritura.

Cada 15 minutos, los aspirantes presentaron ante el jurado y María Lo, ganadora de MasterChef 10, tres frituras diferentes utilizando los ingredientes encontrados bajo una Caja Misteriosa. Transcurrido el tiempo, Jordi, Pepe y Samantha probaron los platos y sentenciaron: Pilu y Eneko demostraron dominar la técnica y se salvaron. Claudia, Jorge Juan y Jotha también convencieron y subieron al balcón.

Por lo que Camino y Ana se enfrentaron en un último cocinado en el que presentaron dos nuevas frituras integradas en un plato libre con proteína animal. Las dos acabaron llorando, por la amistad que les unía, y presentaron los platos emocionadas. El de Camino tuvo un “problema de concepto y de ejecución”, mientras que el de Ana estaba “rico, bien hecho pero falto de interés”.

Tras deliberar, los jueces sentenciaron ante dos de las aspirantes más desmoronadas de la edición: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Camino”. Las dos se abrazaron y transmitieron el pesar por separarse. “Me ha podido la situación. No tenía la cabeza en el cocinado”, lamentó la expulsada.

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