'MasterChef 11' expulsó a un aspirante y se arrepintió, en una noche de indignación con los jueces

Aspirantes de 'MasterChef 11'

Paula Hergar

La séptima entrega de MasterChef 11 llegaba con dos pruebas que acabaron siendo tres. Y es que, tras expulsar a David, los jueces se mostraron inseguros y prefirieron darle una nueva oportunidad que supo aprovechar.

Por lo que, el que había sido un aspirante que se había quedado a las puertas del casting, que había entrado más tarde gracias a una segunda oportunidad, ahora tenía una tercera que volvía a abrirle las puertas. Convirtiéndose así en el concursante con más entradas y salidas del formato.

Todo ello en una noche que indignó al resto de compañeros en la primera prueba. En ella, el jurado pedía que elaboraran un plato de aprovechamiento. Pero al ver el resultado, Jordi, Pepe y Samantha se negaron a probar algunos y los mandaron directos a eliminación. Una actitud que no gustó a los participantes porque ni siquiera cataron el resultado de sus platos.

Primera prueba con la negativa de los jueces de probar algunos platos

Al entrar en las cocinas, los aspirantes se encontraron una vitrina llena de panes de todo el mundo, que les llevó el panadero Jordi Morera, y que tuvieron que diferenciar.

El jurado les exigió un plato de cocina de aprovechamiento que reflejara sus raíces utilizando tres sencillos ingredientes: el pan, la cebolla y la patata, además de restos de otros ingredientes que encontraron en el supermercado.

Durante el cocinado, Jordi tuvo que pinchar a Marta por mostrarse demasiado sosegada, así como Merce se ponía fina de pan, Francesc se mostraba seguro y a Luca se le comía el tiempo. Y al ver el panorama, los jueces solo decidieron probar los platos que tenían mejor pinta.

Los seleccionados fueron la “correcta” tortilla de patatas de Ana, los ibéricos “con gracia” de Camino, el conejo asado “rico” de Jorge Juan, las patatas “sosainas” de Luca, las sopas de cebollas “incomibles” de Laura y Sergio, “la porquería” de pescado con patatas de Leti y las tostas “sin sentido” de Jotha, la fondue “con problemas de temperatura” de Francesc y “la mermelada de conejo fatal” de David, el plato de Marta también decepcionó y las sardinas marinadas de “maravilla” de Álex.

Por lo que los mejores platos fueron los de Álex, Jorge Juan y Camino. Los otros nueve aspirantes fueron directos a la prueba de eliminación, con algunos platos de ellos intactos.

Segunda prueba con más oportunidades para los eliminados

Jotha, Luca, Laura, Francesc, Merce, Ana, Marta, David y Eneko entraron a la prueba de eliminación vestidos con los delantales negros. Allí tuvieron que lidiar entre el fuego y la nieve con una tarta Alaska, un postre que se puso de moda en todas las fiestas de los años 70.

Algo que tuvieron que reproducir en 75 minutos y sin receta: “Lo más complicado es conjugar las temperaturas bien”, advertía Jordi antes del inicio. Y así, corrieron todos a ponerse manos a la obra. Solo empezar, Laura la “lió” tirando los huevos y quedándose sin merengue. También Luca se desesperaba con la nevera y no dejaba de ir y venir por la cocina, hasta que Ana recriminó que se llevó sus helados.

Al terminar el tiempo, llegó el momento de la cata. Luca convenció a los jueces con su “helado robado”, Marta hizo una tarta “sosa”, Jotha logró un “parecido razonable” con la original, Leti disgustó con la presentación, Francesc asombró con el corte de su tarta, Laura entregó un cocinado “raro” del que solo se salvaba el merengue, Sergio se llevaba la mejor valoración por un helado “que te cagas”, Ana logró “buenas proporciones” y David “no hizo una tarta Alaska, ”hizo otra cosa“.

Tras ello, los jueces sentenciaron: “El aspirante que no continúa en las cocinas es David”. El joven se echaba a llorar por haber vivido una experiencia tan corta: “Venía con mucha ilusión, a cumplir un sueño y he durado muy poco”. Y al escucharle, los jueces le daban otra oportunidad contra dos aspirantes que se quedaron a las puertas, como él. Izarbe, que hbía dejado su trabajo para ir al talent, y Manuela.

En este último reto les pidieron reproducir una tarta al whisky en 60 minutos. Izarbe fue un desastre por no saber ni cómo empezar a cocinarla, Manuela demostró los pocos conocimientos con un “flojo” postre y David volvió a ilusionar a los jueces con una elaboración para “estar orgulloso”. Un cocinado que dio la tercera oportunidad al joven, pero no a las otras dos.

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