'Masterchef Celebrity 7' expulsó a la “favorita” Patricia Conde, que explicó la razón de estar “tan apagada”

Paula Hergar

La séptima edición de Masterchef Celebrity demostró que cualquiera puede conviertirse en el expulsado, aunque tenga todos los puntos para ganar. Y es que, Patricia Conde era una de las favoritas para llegar a la final un mal plato hizo que Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera decidieran que se marchara.

Los compañeros no entendieron la decisión, ya que estuvo en la cuerda floja con Manu y Fernando que llevaban una trayectoria muy inferior a la de la actriz, pero aún así se convirtió en la cuarta expulsada. A la espera de una posible repesca.

Todo ello ocurrió en una noche en la que, por primera vez un aspirante se quitó el delantal y se marchó de las cocinas. Le pasó a Norma Duval, tras soportar los gritos de Lorena Castells y preferir no discutir. Aunque en la prueba de exteriores también vivió otro rifirrafe con Escoté: “No quiero llevarme el título de reina de los conflictos”, lamentó la vedette.

Primera prueba con un nuevo rifirrafe entre Norma y Lorena Castell

En la primera prueba, el jurado retó a los aspirantes a reproducir una tarta de boda en parejas: Xavier y María Zurita; Lorena y Norma Duval; Nico y Patricia Conde; Manu y Fernando; Isabelle y Pepe; María Escote y Daniela.

El mecanismo del reto consistió en cocinar por relevos frente a los fogones. Y para que el pastel quedara bonito, debieron afinar su puntería en una feria express para conseguir ingredientes, utensilios y pequeños electrodomésticos que les facilitaran la tarea.

Deltell agobió con las bromas a Zurita y hasta entró Samatha a ayudarles, Manu no dejó de “echar fichas” a Conde durante el cocinado, Escoté y Daniela trabajaron a la vez y se llevaron los delantales negros, como también Nico Abad.

Pero las que peor se entendieron fueron Norma y Lorena que, tras unas instrucciones de la joven a la vedette que no siguió, la de Zapeando se puso nerviosa y gritó a su compañera. Segundos después, Duval se marchó de las cocinas amagando con abandonar y Castell corrió a disculparse: “Yo sé que tengo mucho temperamento, no nos enfademos, he gritado y perdóname que a veces digo las cosas así”. Y volvieron a reunirse.

Una vez juntas, siguieron saltándose las normas al trabajar mano a mano (y no por relevos) hasta que descubrieron que hasta se habían equivocado de receta. Algo que, lejos de enfurecerlas, les provocó la risa y hasta se abrazaron.

Tras el cocinado accidentado, las únicas parejas que se llevaron valoraciones positivas fueron Patricia y Nico por una tarta “que se podía comer” e Isabelle y Pepe por un bizcocho “ultrajugoso”. Mientras que el resto se llevó críticas muy negativas: Manu y Fernando por un bizcocho “crudo y fallido”, Daniela y Escoté por un postre “incomestible”, como el de Deltell y Zurita, y Lorena y Norma que presentaron “un truño”.

Por lo que, esta vez, la valoración estuvo clara: las parejas formadas por Conde y Nico e Isabelle y Pepe fueron las mejores. Pero los dos últimos subieron a la mejor posición del ranking.

Prueba de exteriores con cambio de delantales negros

Aspirantes y equipo viajaron a Zaragoza, designada Capital Iberoamericana de la Gastronomía Sostenible por la Academia Iberoamericana de la Gastronomía. Junto al río Ebro, los concursantes -Lorena, Escoté, Zurita, Nico con delantales negros por saltarse las normas de la prueba anterior- se dividieron en dos equipos:

El azul capitaneado por Isabelle y formado por Nico, Norma, Zurita, Lorena y Escoté. Mientras los rojos tuvieron a Pepe a la cabeza junto a Daniela, Manu, Conde, Fernando y Deltell.

Los dos bandos cocinaron un menú diseñado por David Boldova que degustarían 70 maños amantes de su tierra, de su gastronomía y de sus tradiciones. Pero no fue un cocinado fácil porque, una vez más, Norma protagonizó un rifirrafe con otra compañera, en esta ocasión con María Escoté, que intentaron limar para trabajar mejor pero la tensión se cortaba con cuchillo.

Tampoco los rojos se libraron de obstáculos en el cocinado, y es que no se entendieron a la hora de seguir las órdenes y entender la receta exigida. Por lo que tuvo que ayudarles Pepe para sacar los platos.

Y tras acabar el cocinado, los jueces pidieron que todos los azules que llevaban el delantal negro se los entregasen a los rojos porque eran “quienes lo merecían” por no haber cumplido ni con los tiempos, ni con las presentaciones ni casi el menú. “Es intolerable que tras una hora y media no hubiera nada hecho”, sentenció Pepe hacia los rojos.

Prueba de eliminación con una expulsada en shock

Para conseguir una gran ventaja en la prueba de eliminación, Pepe, Daniela, Manu, Conde, Fernando y Deltell tuvieron que catar a ciegas un guiso elaborado con 30 ingredientes. El que más elementos reconoció fue el ganador: Patricia Conde.

Tras ello, Isabelle - como la mejor en la prueba de exteriores- identificó a sus compañeros con la belleza (Fer), la inteligencia (Deltell y Patricia), la maldad (Manu) y la felicidad (Pepe y Daniela). Cada palabra llevaba asociada una serie de ingredientes con los que elaborar un plato libre. 

Así lo hicieron y al acabar presentaron el resultado ante los jueces: Patricia hizo un salmón “demasiado hecho y con materia prima maltratada”, Deltell apostó por una tortilla de brócoli “rica, jugosa y perfectamente hecha”, Manu entregó un puré “pegajoso, sin sal, quitando el valor de la materia prima”, Pepe también hizo un puré de atún que se convirtió en el mejor plato que había hecho hasta entonces, Fernando dejó probar una carne “muy justa” y Daniela apostó por una pasta con un “sofrito bien hecho” .

El jurado deliberó y el veredicto fue el siguiente: “El aspirante que no continúa en las cocinas es Patricia”. Una decisión que sorprendió a todos: “¿Qué dices? No me lo creo”, exclamaron los compañeros, “era una de las grandes favoritas, desde luego, para llegar a la final”, añadían desconcertados.

“Estoy un poco en shock, me siento como si estuviera en el despacho de la directora como si hubiera hecho algo mal, ¿qué le digo a mi hijo ahora?” confesaba ante Pepe. El juez le preguntaba la razón de haber estado “tan apagada” en el programa: “Yo soy una chica muy normal, nada que ver con lo que la gente piensa de mí. Soy muy madre, vienen los amigos de mi hijo, les hago la merienda, no estoy con los chistes todo el día. Yo soy así, recatadita, reposada..Estoy encantada porque he hecho muy buenos amigos”.