Noches creativas en la tele pública

Llega el 'MasterChef' de los pinceles: “Siempre ha sido el patito feo de las artes en TV”

Llega el 'MasterChef' de los pinceles: "Siempre ha sido el patito feo de las artes en TV"

Gabriel Arias

“Es un MasterChef de la pintura”. Esta es la comparativa que Arantxa Orbegozo utiliza cada vez que alguien le pregunta por Arimaren Margolariak, el nuevo concurso de ETB en el que un grupo de artistas más o menos experimentados demostrarán sus habilidades con el pincel. Orbegozo, retratista, pintora y muralista, pertenece al jurado de este talent show cuyo nombre (en español significa Los pintores del alma) es una auténtica declaración de intenciones, pues el alma de los concursantes, y también la del País Vasco, estarán muy presentes en el programa.

La primera temporada del concurso –que está producido por Newmedia– se emitirá en euskera, tendrá ocho entregas y arrancará el miércoles 23 de octubre a las diez de la noche en la televisión pública vasca, que de este modo ha querido apostar fuerte por un formato novedoso que no existe en España pero sí en el extranjero, donde se emiten concursos similares en Irlanda (Painting the nation, RTE) y Reino Unido (Artist of the year, Sky Arts; y The big painting challenge, BBC).

Cada semana, los ocho concursantes recibirán clases magistrales y viajarán a diferentes lugares de la comunidad para someterse a las pruebas que se les exija. Será entonces cuando, al enfrentarse al reto de la semana, aflore el alma de los aspirantes, que verán cómo se derrumban todos sus esquemas, todo aquello a lo que estaban acostumbrados, y tendrán que ingeniárselas para pintar sobre maderas y planchas de hierro utilizando óleos, sprays, acrílicos e incluso teniendo que fabricar sus propios pinceles y pinturas.

“Les hacemos jugar y salir del confort. Hacen cosas que no han hecho nunca, así que tienen que entrar a sus tripas para expresarse de otra forma. Y cuando pintan diferente a como están acostumbrados se agobian, rompen el cuadro y, de repente, encuentran otro camino y comprueban que también se sienten a gusto”, añade Orbegozo en declaraciones a VERTELE.

Y mientras todo esto sucede, el alma del País Vasco empezará a surgir en cada uno de los escenarios elegidos para las pruebas, en los que habrá teatro y otras representaciones culturales para recordar cómo fueron algunos de los momentos de la historia vasca y cómo son algunas de sus tradiciones.

Como miembro del jurado, Arantxa Orbegozo estará acompañada por el escultor Koldobika Jáuregui y por Jorge Malkorra, que además de artista es psicólogo y también será quien presente el programa. En conversación con VERTELE, Malkorra se muestra orgulloso de que ETB haya apostado por abrir su prime time a la pintura, que “siempre ha sido el patito feo” de las artes. “Los programas dedicados a la escultura o la pintura han quedado en un segundo plano con un formato muy serio y riguroso. En este concurso hay un acercamiento a la pintura desde la seriedad, pero también con pruebas y juegos que hacen que lo veas de otra forma”, añade.

Los tres jueces del programa tienen una amplia trayectoria como artistas pero han tenido poco contacto con las cámaras, algo que quizá pueda resultar una desventaja en un mundo tan teatral como es la televisión, en el que “todo el mundo es un personaje”, comenta Arantxa Orbegozo, que cree, no obstante, que Arimaren Margolariak “ha elegido bien entre los concursantes y los coaches porque cada uno somos un papel y no tenemos que fingir, nos sentimos naturales”.

Precisamente, el perfil de los participantes es muy variado y va desde 22 hasta 73 años. “Hay profesores de academia, gente de bellas artes, algún ilustrador que se dedica a la pintura y amateurs, que los llamamos así pero algunos son profesionales que se dedican a ello”, matiza el presentador del programa.

El mejor de ellos se convertirá en ganador de la primera edición de Arimaren Margolariak y se llevará un premio de 5.000 euros, pero Jorge Malkorra advierte de que el talento no es suficiente para triunfar como artista: “Se necesita trabajo, trabajo y más trabajo. El talento no se puede comprar, pero sí puedes ser puntual, llegar a tu taller, mejorar las técnicas y todo lo que esté en tu mano. Aparte del talento se necesitan horas de dedicación y equivocarse para aprender. Es un camino de sonrisas y lágrimas y, como decía Picasso, 'que la inspiración te pille trabajando'”.

Etiquetas
stats