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¿Matará House of Cards a Kevin Spacey? Cinco métodos para eliminar personajes en las series

Kevin Spacey en House of Cards

Pedro Zárate

Tras cinco años de popularidad y éxito, 'House of Cards' se enfrenta ahora a una situación que nunca hubiera imaginado: afrontar su temporada final sin su protagonista Kevin Spacey.

Con numerosas acusaciones de abusos sexuales a sus espaldas, la continuidad en la serie del oscarizado actor no era posible. Así lo entendió Netflix, que lo despidió fulminantemente a principios de noviembre.

De esta manera, Spacey ya no participará en ningún capítulo más y 'House of Cards' tendrá que dar salida a su maquiavélico Frank Underwood sin contar con él.

Cómo lo harán es todavía un misterio, pero vistos los precedentes, tanto Netflix como la productora MRC podrían decantarse por uno de estos 5 caminos que antes tomaron otras series en su misma situación.

El Síndrome de Cunningham

Entre 1974 y 1984, ABC emitió ‘Happy Days’, una exitosa sitcom que giraba en torno a las vivencias de los Cunningham y sus tres hijos: Ron, Erin y el mayor, Chuck. Éste último tenía tan poco gancho que los guionistas decidieron eliminarlo de un día para otro. Al principio se explicó que se había ido a la universidad. Capítulos más tarde, sus padres, Howard y Marion Cunningham, dijeron directamente que solo tenían dos hijos. En definitiva, lo que se dice entiende por renegar de un primogénito en toda regla.

Lo ocurrido con el pobre Chuck dio nombre al ‘El síndrome Cunnigham’, que hace referencia a aquellos personajes que desaparecen sin explicación alguna de una serie. Dada la indiscutible relevancia de Frank Underwood en las primeras cinco temporadas de ‘House of Cards’, parece muy poco probable que ésta vaya a ser la solución elegida.

Sin embargo, a otras ficciones sí les valió como escapatoria. La última, 'Mentes criminales', que el año pasado borró del mapa a su ‘jefe’, Aaron Hotchner, una vez que el actor Thomas Gibson agredió al productor y guionista Virgil Williams durante el rodaje de la 12ª temporada.

Hotchner se fue sin despedirse, como tampoco lo hizo la protagonista de la crónica social en las últimas semanas, Meghan Markle. Años antes de comprometerse con el príncipe Harry de Inglaterra, la actriz se incorporó a la segunda temporada de Fringe para interpretar a la agente del FBI Amy Jessup. Parecía que iba a formar parte del reparto principal, pero tras solo dos capítulos dejó de aparecer sin motivo aparente.

El Síndrome de Darrin

Dejamos el de Cunningham y pasamos a otro síndrome, el de Darrin. En 1969, los problemas de salud del actor Dick York le obligaron a dejar su papel de Darrin Stephens en 'Embrujada'. Como la mítica comedia no quería renunciar a este personaje, decidieron que otro actor interpretara a Stephens, siendo el elegido Dick Sargent.

Este es el primer gran ejemplo de una táctica que llega a nuestros días: la de cambiar a un actor por otro para mantener a un mismo personaje. Incluso ‘Juego de Tronos’, pese a su facilidad para matar gente, recurrió a ella cuando Ed Skrein abandonó su papel de Daario Naharis, el cual lo retomó Michiel Huisman.

Pero probablemente el caso más recordado sea el de la tía Viv en ‘El príncipe de Bel-Air’. Durante sus primeras 3 temporadas fue interpretada por Janet Hubert, que antes de la cuarta violó una cláusula de su contrato al quedarse embarazada.

Esto, unido a la mala relación que tenía con algunos de sus compañeros (en especial con un Will Smith al que sigue criticando a día de hoy), precipitaron su marcha. Daphne Maxwell Reid asumió su papel hasta el final de la serie en 1996.

En España tampoco somos ajenos a este tipo de cambios. En 2005, y a punto de comenzar a grabar su segunda temporada, un Miguel Ángel Silvestre en el inicio de su carrera anunció su marcha de ‘Motivos personales’ para probar suerte en el cine. Sin tiempo de reacción, la serie de Telecinco apostó por Álex González como su sustituto en el papel de Nacho.

De momento, ‘House of Cards’ solo ha anunciado que dará un mayor protagonismo a Claire, pero nadie ha dicho nada sobre eliminar a Frank Underwood. Por tanto, esta opción sigue viva, aunque siendo realistas tampoco parece muy probable.

Matar al personaje

La lista de personas que quiere ver muerto a Frank Underwood es tan extensa que incluso daría la vuelta a la Casa Blanca. Varias veces. Matarlo se presenta, por tanto, como la opción más lógica y factible a nivel de guion. Ahora bien, ¿cómo hacerlo sin contar con Kevin Spacey?

Los responsables de ‘House of Cards’ pueden fijarse en dos de nuestras series: ‘La que se avecina’ y ‘El Ministerio del Tiempo’. En el primer capítulo de su novena temporada, la comedia de Telecinco se vio obligada a cerrar la trama de Leo una vez que Luis Miguel Seguí comunicó que no quería seguir en ella.

Para salir del apuro, los guionistas se inventaron que su personaje moría en un accidente de paracaídas. El trágico suceso no fue mostrado en pantalla, sino que lo dio a conocer Berta tras recibir una llamada de su hija, Alba Recio, que fue la acompañante de Leo en su aventura.

Más reciente fue la muerte de Julián en ‘El Ministerio del Tiempo’. La productora y Rodolfo Sancho no llegaron a un acuerdo para la tercera temporada, por lo que en el primer capítulo de la misma falleció durante una misión en plena Guerra Civil. Su muerte fue rodada mediante un plano subjetivo, por lo que el rostro de Sancho tampoco apareció en ningún momento en televisión.

El inicio de temporada en Estados Unidos ha dejado un adiós que no ha estado exento de polémica. Concretamente el de Donna, la esposa de Kevin James en la comedia de CBS ‘Kevin can Wait’. La serie quería dar un impulso a sus tramas de cara a la segunda temporada, y para conseguirlo decidieron eliminar por completo al personaje interpretado por Erinn Hayes. ¿Cómo? De una forma tan brusca como criticada, con salto temporal incluido.

Durante el primer minuto de esta segunda entrega, Kevin empieza a leer el correo, hasta que se da cuenta de que ha vuelto a recibir una carta del gimnasio al que iba Donna. La hija de ambos, Kendra, (Taylor Spreitler), coge la carta y lamenta que el gimnasio siga enviando cartas un año después de la muerte de su madre. A continuación, Kevin hace una broma sobre kung-fu y pasan a otra cosa. Todo ello en apenas 20 segundos.

Incluir una (mala) excusa en el guion que justifique su marcha

Más elegante, aunque tampoco demasiado, es la opción de inventarse una excusa que explique la ausencia de un personaje. Por ejemplo, que se haya ido de viaje. Fue el caso de Kelly Bailey, que no apareció en la cuarta temporada de ‘Misfits’ porque se fue a hacer acciones humanitarias a África. En realidad, su ausencia se debió a que la actriz Lauren Socha fue condenada a 4 meses de cárcel (entre otras sanciones) por proferir insultos racistas a un taxista.

Este verano, Daniel Dae Kim y Grace Park dejaron ‘Hawaii 5.0’ tras reclamar sin éxito el mismo sueldo que sus compañeros Alex O'Loughlin y Scott Cann. Como no hubo acuerdo, los guionistas tuvieron que dar una explicación a estas dos ausencias. Lo hicieron en el primer capítulo de la octava temporada, emitido el pasado mes de septiembre, donde los protagonistas cuentan a un nuevo personaje que Kono Kalakaua (Grace Park) se ha desplazado a San Francisco para formar una unidad especial, mientras que Chin Ho Kelly (Daniel Dae Kim) está resolviendo un caso de tráfico de mujeres.

Aquí en España tenemos el ejemplo de Blanca Romero en 'Bajo sospecha' de Antena 3. La primera temporada se cerró con un beso entre su personaje (Laura) y el de Yon González (Víctor), resolviendo así la tensión sexual existente entre ambos.

Todo apuntaba a que esta historia de amor continuaría durante la segunda entrega, pero los guionistas reconocieron que se equivocaron con el personaje de Laura y prepararon otro plan para ella: eliminarla por completo. Una vez que a Víctor le mandan un nuevo caso, éste pregunta por su compañera. “Esta vez no te acompañará”, le dice el Comisario Casas (Lluís Homar). Fin de la historia.

Fichar a un doble y mostrarlo lo justo y necesario

Si no apuestas decididamente por cambiar a un actor por otro, puedes hacerlo a medias. 'Aquí no hay quien viva' tomó la calle de enmedio al dejar a Paloma en coma tras no llegar a un acuerdo económico con Loles León. Cuando despertó, la señora Cuesta siguió apareciendo en pantalla, pero solo de espaldas y con un tono de voz parecido pero diferente.

Evidentemente, era otra actriz. La comedia de Antena 3 utilizó una 'doble' como también lo hizo 'Prison Break' cuando despidió por embarazo a Sarah Wayne Callies, que interpretaba al principal personaje femenino de la serie, la doctora Sara Tancredi.

Su personaje fue secuestrado en Panamá, como así se contó a través de diferentes planos en los que no aparecía Wayne Callies, sino una doble de espaldas. La serie apostó tan fuerte por esta medida que hasta mostró en un primer plano la cabeza de la doble metida en una caja.

Fue la forma que tuvo 'Prison Break' de matar a la doctora Tancredi. Conscientes de la chapuza, los guionistas resucitaron al personaje al principio de la cuarta temporada alegando que el personaje de Lincoln Burrows (Dominic Purcell), el primero en ver la susodicha caja, había creído que era Sara cuando en realidad no era ella. Sarah Wayne volvió así a la serie vivita y coleando (con cabeza incluida).

Bonus track: el ejemplo de 'Dos hombres y medio'

Si ninguna de estas opciones convencen por sí solas a los guionistas de 'House of Cards', siempre pueden usar todas a la vez. Así lo hizo 'Dos hombres y medio' con Charlie Sheen. Con su mala vida y sus continuas disputas con el creador de la serie, Chuck Lorre, el actor se ganó a pulso ser despedido tras la emisión de la octava temporada.

Para justificar su ausencia a nivel de guion, se optó por decir que su personaje, Charlie Harper, había muerto tras ser atropellado por un tren. Al no mostrarse esta muerte en televisión, la esperanza de que Sheen volviera se mantuvo intacta hasta la emisión del doble episodio que puso el broche final a la serie tras 12 temporadas, titulado irónicamente 'Por supuesto, está muerto'.

Sheen finalmente no participó en él, pero sí su personaje. Y es que durante el mismo se desvela que Charlie Harper no estaba muerto, sino que había sido secuestrado por su amante más enfermiza, Rose, y que, tras conseguir escapar después de 4 años de cautiverio, había puesto rumbo a casa para vengarse de todos aquellos a los que conoce.

De hecho, la última escena corresponde a su llegada a casa. En ella, Harper aparece de espaldas, pero no interpretado por Sheen, sino por un Christian Slater que lleva la característica ropa del personaje y al que no se le ve la cara. Solo cómo un piano le cae encima acabando con su vida.

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