Las razones: poca audiencia y mucho trabajo

'Mindhunter' tiene un futuro incierto en Netflix: David Fincher la da por terminada de momento

Escena de 'Mindhunter'

Redacción

Un milagro. Eso es lo que hace falta para que David Fincher decida continuar con Mindhunter. El director estadounidense ha mostrado sus reticencias a grabar una nueva temporada del thriller que está disponible en Netflix. La serie lleva meses en un limbo del que parece tener una salida bastante incierta, a tenor de lo expresado por su director y productor ejecutivo.

Fincher no cree que pueda producirse una tercera temporada con menos presupuesto que la anterior, y pone en duda que el éxito de la serie sea suficiente como para que alguien acepte financiar un proyecto tan costoso. “Para la audiencia que tuvo era una serie muy cara. Honestamente, no creo que podamos hacerlo por menos de lo que hice en la segunda temporada”, ha explicado en una entrevista con Vulture, en la que para ser aún más claro ha agregado que hay “que ser realista a cerca de que los dólares tienen que ser iguales a los espectadores”.

Además, Fincher valora otra circunstancia que aleja la posibilidad de grabar nuevos capítulos: “Es una jornada laboral de 90 horas a la semana. Absorbe todo en tu vida. Cuando terminé, estaba bastante agotado y dije: 'No sé si tengo lo necesario dentro de mí para hacer la temporada tres'”, lamenta el cineasta, que prefirió rehacer los textos de la segunda temporada porque no le gustaron: “Miré lo que estaba escrito y dije que no me gustaba nada, así que lo tumbamos y comenzamos de nuevo”.

La puerta de Mindhunter parece haber quedado entornada. Aunque Fincher no esté completamente convencido de continuar, desde Netflix no descartan nada: “Quizá en cinco años”, ha explicado una fuente de la plataforma de streaming al ser preguntado por la posibilidad de que la serie se retome en el futuro.

La segunda temporada de este thriller sobre criminales se estrenó hace 14 meses. En enero, los protagonistas de la serie, Jonathan Groff, Holt McCallany y Anna Torv, vieron cómo se liberaban sus contratos y, de este modo, la producción de nuevos episodios quedó en “suspensión indefinida”.

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