Crítica Vertele

Ozark o cuando deseas que el prota desaparezca para que mejore la serie

Ozark o cuando estás deseando que el protagonista muera para que mejore la serie

Paula Hergar

Acabo de ver el último capítulo de la primera temporada de Ozark y me he sorprendido a mí misma finalizando una serie que no me gustaba desde el principio.

En cada episodio me prometía no seguir viendo el siguiente, pero aún así le daba al play para continuar con ella.

Netflix lanza teaser de Ozark, su nueva serie con Jason Bateman y Laura Linney 360

Una especie de placer culpable pero sin el placer, más bien dolor. ¿Y por qué “dolor”? Porque me la definieron como la 'Breaking Bad' de Breaking BadNetflixy la cosa es que no me chirría la definición, solo que se queda a medias... pero quizá el secreto esté en esa “otra mitad”: Su mujer.

Me explico:

¿La Breaking Bad de Netflix?

Ozark ha sido un dolor constante porque no dejaba de compararla con Breaking Bad. Y sabía que esa era una premisa injusta para la serie (de hecho, para cualquier serie) pero ver que un padre de familia se había metido en un lío y debía huir para arreglarlo, no me dejaba olvidar a Walter White.

Primer dolor: Marty Byrde no es Walter White. Ni de lejos, ni por una ráfaga de aire, ni con huracán... la lenta, creíble y magistral evolución que sufría el personaje de Bryan Cranston en su primera temporada no la ha conseguido Jason Bateman.

De hecho el protagonista es el mismo desde el primer hasta el último capítulo. Hierático, casi sonriendo al drama, casi sufriendo por lo cómico, casi que tenía ganas de atravesar la pantalla para entender qué tipo de problema tenía para no actuar consecuentemente con su personaje.

Segundo dolor: cabos sueltos que no se atan. En Breaking Bad nada pasaba al azar, todo estaba hilado. En Ozark todo lo previsible que puedas imaginar es lo que va a pasar. Aunque haya indicios de que algo interesante te va a sorprender, no será así, siempre es lo que pensabas. No esperes más, no te hagas daño como yo.

Tercer dolo: ¿Dónde estaba su Jesse Pinkman? Sabemos que en este tipo de huidas hacia adelante el protagonista siempre tiene un compañero, un Sancho Panza, un Lincoln Burrows, un Martin Hart, un Tyrion, el contrapunto que le complementa. Pues no, aquí no existe.

Lo intenté buscar en el abuelo que comparte casa con ellos (para entender su existencia), en su hijo, en su hija (de 15 años que parece que 30), en algún Langmore y tampoco. Entonces pensé que su compañero de fatigas podía ser Wendy, su mujer... y así llegué a mi siguiente conclusión:

Wendy Byrde es la verdadera protagonista y él debe sacrificarse para mejorar la serie.

El adelanto que supone Ozark en nuestra época dorada de ficción

En las primeras series de televisión nos enamorábamos de protagonistas heroicos. Años más tarde nos enseñaron a coger cariño a los antihéroes: Tony Soprano, Carrie Bradshaw, Dexter, Don Draper, Piper Chapman, Hannah Horvath.

Fue duro también aprender a que nuestros amados protagonistas, héroes o no, podían morir y aún así la trama seguía teniendo recorrido como nos pasó con Ned Stark.

Pero Ozark ha ido un paso más allá: valoramos tanto la historia que somos capaces de apartar al protagonista para preferir al secundario. Sacrificaríamos a Marty para engrandecer a Wendy y conocer la serie sin él.

Marty Byrde es el mayor MacGuffin de Ozark. Nos había estado ocultando que su mujer es la verdadera protagonista y el único personaje capaz de lograr la evolución que estamos deseando explotar. Marty es un mero espectador de ella, como lo es desde su ordenador.

Y por eso había seguido viendo la serie aunque creía que no me gustaba, por el deseo de ver morir a ese falso protagonista que va a liberar a la bestia de Linney. En esta temporada no ha podido ser, pero cruzo los dedos para que sea en la próxima.

Etiquetas
stats