Análisis

El bote de 'Pasapalabra' da un respiro a sus rivales: la gran oportunidad de 'Reacción en cadena'

Rafa Castaño en 'Pasapalabra' / Ion Aramendi en 'Reacción en cadena'

Gabriel Arias Romero

Los seguidores de Pasapalabra tienen motivos de sobra para sentirse huérfanos. Después de haber sufrido cientos de tardes con el duelo entre Rafa Castaño y Orestes Barbero, el pasado jueves se entregó el millonario bote al primero de ellos. En una ronda única plagada de aciertos, el sevillano completó El Rosco con una facilidad que enmudeció a los presentes. Acababa de ganar 2.272.000 euros, el mayor premio que se haya entregado en el concurso.

El programa es grabado, así que Antena 3 pudo anunciar con antelación que pronto se resolvería este larguísimo cara a cara. Tras 197 asaltos, la suerte estaba echada.

La expectación generada por la cadena en los días previos se tradujo en excelentes datos de audiencia, y el jueves, en una gala extraordinaria emitida en prime time, se resolvió el empate. Casi 4,6 millones de espectadores (el 37.4% del total) se pegaron al televisor para celebrar la sorprendente victoria de Rafa Castaño.

Pasapalabra aplastó a sus rivales sin piedad. Si en los últimos meses ha demostrado no tener contemplaciones con la competencia –nadie le planta cara a última hora de la tarde–, el duelo final entre Rafa y Orestes fue aún más duro para aquellos con los que comparte franja de emisión. Pero este desenlace también representa una pequeña oportunidad para ellos, para los programas que se mueven a la sombra del exitoso concurso que conduce Roberto Leal.

Pasapalabra tiene que reemplazar ahora a sus carismáticos concursantes, con los que el público había podido fidelizar en los últimos años. Es posible que la audiencia del programa descienda ligeramente con la falta de Orestes y Rafa, así que la competencia notará cierto alivio hasta que aparezca una nueva pareja que empiece a desatar pasiones entre el público.

Audiencias de 'Pasapalabra' previas al bote de Rafa Castaño

  • 6 de marzo: 24.6% y 2.989.000
  • 7 de marzo: 24.3% y 2.809.000
  • 8 de marzo: 24.4% y 2.847.000
  • 9 de marzo: 24.4% y 2.873.000
  • 10 de marzo: 24.3% y 2.530.000
  • 13 de marzo: 26.4% y 3.103.000
  • 14 de marzo: 27.1% y 3.126.000
  • 15 de marzo: 28.2% y 3.145.000
  • 16 de marzo (20:00h): 27.2% y 3.189.000
  • 16 de marzo (22:45h): 37.4% y 4.578.000 (bote de Rafa Castaño)

La importancia de tener concursantes carismáticos

Orestes Barbero llegó al programa en octubre de 2021, después de que Pablo Díaz lograra su preciado bote. Con 360 entregas a la espalda, el burgalés se ha convertido en el participante más veterano, muy por encima de Rafa Castaño, que llevaba 197 tardes.

Los espectadores los conocen bien. Han sufrido con ellos cada desafío, han celebrado sus victorias y ahora, posiblemente, tengan el corazón dividido por este desenlace que sería “injusto” en cualquiera de los casos, tal y como reconoció el propio Castaño.

El motor de Pasapalabra y de otros muchos programas– funciona en parte gracias al carisma de los concursantes. Si el público empatiza con ellos, les acompañará cada día. No hay mejor manera de tener a la audiencia de tu parte.

Saber y ganar es la cantera de la que salen algunas de las mentes más brillantes de la televisión. El histórico programa de La 2 vio nacer a muchos de los concursantes que después se han hecho famosos en otros espacios con más proyección.

Por el plató de Jordi Hurtado pasaron Javier Dávila, Erundino Alonso, Lilit Manukyan, Jerónimo Hernández y Jaime Conde, nombres perfectamente conocidos por la audiencia. El propio Rafa Castaño debutó en Saber y ganar y llegó a convertirse en uno de sus concursantes Magníficos.

Los Lobos (¡Boom!) y Pablo Díaz (Pasapalabra), con audiencias millonarias en sus respectivas gestas, son dos ejemplos más de la enorme influencia que pueden llegar a tener los concursantes cuando adquieren una plaza fija en determinados platós.

Un respiro (más que una oportunidad) para la competencia

Después del subidón experimentado en los últimos días, lo más probable es que Pasapalabra pueda ceder algo de audiencia en las próximas semanas hasta que encuentre a una nueva pareja protagonista y la tensión vaya en aumento semana tras semana. Hasta que eso ocurra, los programas de la competencia sentirán un pequeño alivio.

Será una buena oportunidad para que Reacción en cadena intente pescar nuevos espectadores. El concurso de Ion Aramendi llegó a Telecinco el pasado mes de diciembre y no lo está teniendo nada fácil para competir contra el gigante de Antena 3.

Aunque el 10 de marzo registró su mejor dato de cuota de pantalla (9.4%), en esta primera temporada promedia un 7% de share y 843.000 espectadores, tres veces menos que su rival directo. Por lo tanto, resulta imposible que Reacción en cadena pueda pisarle los talones a Pasapalabra en esa misma franja en la que Telecinco y Antena 3, hace no muchos años, tenían los roles totalmente invertidos. Pero sí que puede aprovechar este momento para intentar llegar a más público, siendo el formato más similar al tratarse de dos concursos.

La impotencia no solo se siente en Mediaset. Ningún programa de la tarde está en condiciones de arrebatar el liderazgo al concurso de Roberto Leal, que tiene una ventaja sideral sobre Aquí la Tierra (La 1), laSexta Noticias y Cuatro al día. Para ellos, el cambio de ciclo de Pasapalabra, más que una oportunidad, supone un respiro. Un levísimo descanso que durará hasta que Orestes y Rafa tengan sustitutos.

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