En el capítulo 3

'Pasión de Gavilanes' reflejó una agresión machista y mostró la indefensión de quien la sufre

Escena de 'Pasión de Gavilanes'

Paula Hergar

Telecinco emitió este miércoles, hasta tres nuevos capítulos de Pasión de Gavilanes 2. Una tanda de entregas marcadas por una trama que recordó al caso de la Manada y que, lejos de castigar a los agresores, los premió y ningunéo a la víctima.

Todo ocurrió cuando el personaje de Rosario Montes apareció en la finca de la familia Reyes interesada en conocer a Juan David Reyes y en comprar un caballo. Al llegar al establo, los mellizos (hijos adolescentes de Juan y Norma) se abalanzaron sobre ella agrediéndola de todas las maneras.

Los gritos de la cantante se escucharon fuera y, el resto de trabajadores no quiso ir en su ayuda por no meterse en problemas. Fue la criada la única que acudió al rescate, mientras los mellizos se apartaban y alegaban que la culpa había sido de ella, por entrar sin avisar y ellos creer que quería robar.

Lo ocurrido trascendió y a los padres de los mellizos solo les preocupó que si ella denunciaba, aquello podía agravar la situación de los hijos que ya estaban involucrados en el caso de un asesinato. Por lo que, Juan David (el primogénito) y los mellizos se fueron a disculpar ante Rosario para coaccionarla y que no acudiera al juzgado.

Ella se encontraba en la cama, en estado de shock tras lo ocurrido, y al llegar ellos el primero en aparecer fue Juan David- con el que habían cruzado miradas de flirteo- y él le pidió que por favor escuchara a sus hermanos. Lejos de pensar en el trauma que podrían haber generado en ella, casi le obliga a que les perdone, mientras ellos ni sentían arrepentimiento. Rosario tuvo hasta que enseñar los moratones que le hicieron para que Juan David le creyera y entonces él pidió disculpas de parte de sus hermanos. Ella finalmente las aceptó a cambio de tratar con él la compra de un caballo, dejando en segundo plano la agresión sufrida.

Más tarde, durante la cena en casa de los Reyes, los mellizos celebraron que no se les iba a denunciar y hasta criticaron que “esa loca” no les iba a volver a molestar. Dejando como mensaje final que la culpable había sido ella y que ellos eran jóvenes inocentes, sin ninguna maldad, que solo se divierten.

Una situación que las redes tampoco pasaron por alto:

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