Así fue el estreno de su sexta temporada

El “dragón” Chicote vivió su Pesadilla más hilarante en el Mizuna Thai

Chicote abraza a Zenge en el regreso de Pesadilla en la cocina

Alberto Chicote ya había avisado, durante la entrevista que nos concedió antes del regreso de Pesadilla en la cocina, que la primera entrega de la sexta temporada, en un restaurante chino de Girona, iba a ser “de los mejores programas que hemos hecho nunca”.

Pero como él mismo también explicó en esa charla, en Pesadilla en la cocina “la realidad supera siempre a la ficción”. Y así se encargó de demostrarlo la familia del Mizuna THAI, el restaurante que había recurrido a la ayuda de Chicote.

Los problemas con el idioma de Zenge

Se trataba de un negocio familiar de comida asiática con Yon al frente. Y desde el primer momento, los problemas de organización dejaron alucinado al conductor del programa. A mitad de servicio, uno de los cocineros tenía que ausentarse para entregar con la moto un pedido a domicilio. O la mujer de Yon se iba para alimentar a su hijo pequeño, dejando sola en la sala a su suegra, la madre de Yon.

Zenge, que así se llamaba la mujer, se erigió como la verdadera protagonista de la entrega porque pese a ser la camarera, sus problemas con el idioma al saber muy poco español hacían que continuamente estuviera pidiendo perdón y ayuda a los clientes.

El propio Chicote reconoció por la noche, mientras seguía el programa y tuiteaba sobre él, que se estaba enterando de muchas cosas porque como le hablaban en chino, en el mismo momento le era imposible saber qué decían.

Tras solucionar primero los problemas de dedicación de su familia y equipo, ya que a mitad de servicio decidían irse o directamente no se presentaban a los turnos de trabajo, Chicote habló con Yon para cocnocer su situación económica, y descubrió que tenía deudas que ascendían a 30.000 euros, y que perdía unos 2.000 euros al mes.

El Mizuna Thai sigue abierto, y con buenas críticas

Tras apretarle las tuercas a Yon diciéndole que “eres más lento que el caballo del malo”, y que éste reconociese que su trabajo no estaba a la altura de lo que se esperaba de él, el equipo de Pesadilla en la cocina realizó una profunda reforma en el local para darle otro aire.

Chicote se rindió a la entrega de Zenge, llegando a abrazarla al ver cómo se emocionaba por la reforma, y también les propuso una serie de cambios sobre todo organizativos para conseguir un mejor funcionamiento. La mujer, que había llegado a decir que “Chicote tiene más carácter que un dragón”, conquistó al chef por su trabajo.

Yon reunió a toda su familia y les pidió ayuda para sacar adelante el restaurante, y con esa nueva apuesta y aunque todavía les quedaba todo el camino por recorrer, el programa les preparó para el futuro. En la actualidad (recordemos que esta temporada se grabó hace más de un año), el equipo parece haber hecho caso de los consejos, y no sólo sigue abierto sino que cuenta con muy buenas opiniones en distintas webs de Internet.

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