A Belén Esteban se le llegó a conocer como La princesa del pueblo en su momento de mayor apogeo. Campechana y directa, era una líder de masas que enganchaba a millones de espectadores cada vez que aparecía en televisión. Su éxito fue tal, que incluso había gente que le esperaba a las puertas de Telecinco.
Pilar Eyre comprobó en primera persona la locura que desataba La Esteban allí por donde pisaba. Este sábado, en La Gran Confusión de TVE, la periodista relató una anécdota que vivió con la tertuliana de Sálvame hace años. Belén se acababa de operar de la nariz e iba a mostrar su nuevo aspecto en Sábado Deluxe. Pero, antes de entrar en el plató del programa, se encontró con una multitud que esperaba su llegada.
“En la puerta de Telecinco había un grupo de señoras que le tocaban la falda como hacen con la Virgen en Semana Santa”, contó Eyre, invitada al nuevo programa de Xavier Sardá para hablar sobre la fama que persigue a las celebrities.
Le tocaron la falda y casi se la arrancaron, querían un obsequio de ella y al final lo consiguieron: “Belén tiró un pañuelo a una papelera y fueron las señoras a buscar el clínex. Ella paseaba entre la multitud que estaba en la puerta, ¡y la gente lloraba!. Le pregunté a una de ellas por qué lo hacía, y me dijo: 'No sé por qué lloro, pero estoy llorando'”, concluyó la novelista, impactada por el fervor irracional que suscitaba la exmujer de Jesulín de Ubrique.
Precisamente, la fama de Belén Esteban ha estado bajo el escrutinio de Sálvame en los últimos días después de que Kiko Matamoros dijera que la tertuliana ahora interesa menos porque ha dejado de hablar de algunas polémicas cuestiones que interesaban mucho a la audiencia.