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El presidente de RTVE acusa ante sus consejeros a Anna Bosch y al Consejo de Informativos de “manipular los hechos”

El presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero, ha asegurado ante los miembros del Consejo de Administración de la Corporación que el testimonio de Anna Bosch amparado por el Consejo de Informativos -en el que la periodista denunció haber sido amedrentada por publicar un tuit, y que el presidente le había revelado la existencia de “dosieres” o “informes” de ella y del periodista Xabier Fortes- “se trataba de una falsedad y de una manipulación de los hechos”.

Las reuniones, discusiones y deliberaciones del Consejo son secretas, y de hecho el mismo presidente recordó hace unos días en el Congreso la importancia de la confidencialidad de los consejeros y su preocupación por el “incumplimiento” de esta máxima: “Nos pueden hundir filtraciones que dañan claramente no ya la reputación sino la supervivencia económica de la empresa”. Aún así, El Mundo ha logrado tener acceso a esta aclaración del presidente ante sus consejeros, mediante una exposición por escrito con la finalidad de evitar la convocatoria de una reunión extraordinaria y urgente para atajar esta polémica con Anna Bosch que han solicitado los dos miembros a propuesta de Unidas Podemos “como consecuencia de la actuación del presidente, (...) que amenaza la libertad de expresión”.

El citado diario ha tenido acceso a este documento, en el que Pérez Tornero repite que esa reunión fue acordada, y ante la petición de Bosch de que la Corporación “respondiese a ciertas denuncias periodísticas sobre irregularidades económicas presuntamente ocurridas en RTVE”, refiriéndose tanto a la gestión del presupuesto de promoción de la plataforma RTVE Play que fue finalmente destinado a la campaña La Gran Consulta, como a la relación de María Eizaguirre -directora de Comunicación y Participación de RTVE- con el estafador Ray Cazorla, él dio la siguiente respuesta, en defensa de María Eizaguirre:

“La conversación transcurrió en un ambiente de respeto y claridad. La colega [por Anna Bosch] exigió que RTVE respondiera de la denuncia de presunta irregularidad. A ello se le respondió que más bien podría calificarse de injuria contra otra trabajadora de la empresa, y que, en todo caso, la periodista podría utilizar nuestro canal ético para denunciar por su parte si tuviera pruebas de ello”, a lo que añade que Anna Bosch “afirmó que no tenía pruebas de irregularidades”.

Es por ello que Pérez Tornero no tiene reparo en calificar como “injurias, falsedades y bulos” lo ocurrido: “En cualquier caso, quedó claro que RTVE no consideraba adecuado responder sistemáticamente a injurias, falsedades y bulos con objeto de no extender la maledicencia”; ni tampoco en volver a desmentir las presuntas prácticas antidemocráticas: “Niego, pues, que hubiese intimidación, advertencia o prevención ninguna. Niego también rotundamente que se hablara de presuntos dossieres de periodistas de RTVE y, por último, también niego que se limitara el derecho de expresión de nadie en redes o en cualquier circunstancia”.

Para zanjar por su parte la polémica, Pérez Tornero resume: “Por tanto, lamento la mala información transmitida, las falsedades vertidas a la opinión pública y la manipulación de los hechos que ha tenido lugar”. Todo ello, pese a asegurar que “la reunión acabó con cordialidad”, y aunque la misma acabó convirtiéndose en una petición de amparo de Anna Bosch al Consejo de Informativos, que fue concedida por este órgano.

La reconstrucción de esta polémica

Anna Bosch, una de las periodistas más reconocidas de RTVE, pidió amparo ante el Consejo de Informativos de TVE por haber sido llamada por el presidente de la Corporación José Manuel Pérez Tornero a su despacho el pasado jueves 5 de mayo para una reunión urgente en la que éste estuvo acompañado por el secretario general de RTVE Alfonso Morales, quien se presentó como abogado. En la misma, se le reprochó un tuit en el que lamentaba la gestión del presupuesto de promoción de la plataforma RTVE Play, que fue finalmente destinado a la campaña La Gran Consulta -como había desvelado Bluper días atrás-, y además el presidente le aseguró que había recibido “dosieres” o “informes” de ella y del periodista Xabier Fortes.

El órgano de representación de los periodistas de la cadena pública concedió ese amparo, manifestando su “estupor y profunda inquietud” por lo sucedido, considerándolo como un “asunto de gravedad”, e incidiendo en que resulta “inaudito” que se reproche el contenido de un mensaje por parte del presidente de la Corporación y un letrado, una circunstancia que además “dejó a Anna Bosch en situación de vulnerabilidad y coercitiva”. El Consejo de Informativos avanzó que pedirá explicaciones para comprender el concepto de “libertad de expresión” de Pérez Tornero, teniendo en cuenta que poco antes había defendido el señalamiento de la consejera Carmen Sastre a la propia cadena, y aludió a la etapa de los 'Viernes Negros' refiriéndose a esos “dosieres” o “informes”: “Queremos creer que la aciaga etapa en la que en RTVE se hacían listas negras de trabajadores ha sido superada”.

El presidente de RTVE no eludió el contraataque directo. Mediante un comunicado oficial firmado por la Presidencia de RTVE, aseguró que esa reunión se debería haber celebrado semanas atrás pero se retrasó por agenda, y que en ella se informó a Anna Bosch de los mecanismos a su disposición para formalizar quejas o denuncias, además de defenderse “el derecho fundamental a la libertad de expresión”. Sobre la presencia de Alfonso Morales presentado como abogado, simplemente dijo que “ofreció su colaboración activa para ayudar” a la periodista, y en el último punto, realizó la declaración más importante: “No se corresponde con la verdad la mención que hace la nota a unos presuntos dosieres. Es rotundamente falso. Y preocupa sobremanera el relato realizado sin contrastar ningún hecho”.