Entrevistada en el programa de Telecinco

'Quijotes' preguntó a Ana Garrido qué le supuso destapar la trama Gürtel: “Me intentaron echar a la cuneta”

Ana Garrido en 'Quijotes del siglo XXI'

Redacción

La vida de Ana Garrido cambió para siempre cuando en 2007 decidió investigar el Ayuntamiento en el que trabajaba, de Boadilla del Monte, destapando lo que acabó denominándose la trama Gürtel. Quijotes del Siglo XXI rescató su historia este jueves en Telecinco, desgranando cómo fue el proceso, las presiones que recibió y el punto en el que se encuentra ahora.

Entonces ellas trabajaba en el área de juventud de la institución, hasta que llegó un momento en el que sospechó que “el alcalde era un corrupto y pensé cómo podía demostrarlo”. De ahí a que apostar por investigar para “demostrar que tenía un patrimonio infinitamente superior a los ingresos que percibía”.

“No me imaginaba que fuera una red de corrupción nacional”

Un año y 300 páginas después, se dio cuenta de que “no estaba ante una trama de corrupción que solamente implicaba a mi ayuntamiento. Había implicados otra serie de políticos del PP, de otros municipios. Sabía que estaba denunciando algo gordo, pero no me imaginaba que fuera una red de corrupción de ámbito nacional y en la que estuviera involucrado un partido prácticamente entero”.

Garrido entendió que destaparlo iba a tener “consecuencias” y consideró que “la mejor manera de denunciar la corrupción era ”preservar mi anonimato“. Contexto que llevó a tomar la decisión que consideró ”el peor error de mi vida“, porque acudió a un sindicato que en teoría le iba a ”proteger“, Manos Limpias, sin saber a lo que se exponía. El caso ”empezó a saltar a los medios de comunicación. Comienzan las detenciones y registros en ayuntamientos“. Con la filtración le llegó una llamada de ”una periodista de El Mundo. Creí morirme. Me acababan de poner en manos de mi verdugo“.

“Recibí amenazas de muerte”

Una vez su implicación en la investigación se hizo pública comenzó a ser acosada. “Han dicho que manipulé pruebas”, expuso, “que había sido la amante del alcalde, que como no recibí mi parte en la trama me reboté y denuncié. Se ha creado una imagen tan negativa de mi y todo el mundo se la ha creído, que yo me siento como una apestada”. De ahí a que haya decidido “no parar” hasta que “la gente sepa quiénes han orquestado todo esto para difamar mi imagen”. Y es que diez años después, todavía tiene asuntos que zanjar con la justicia“.

En Quijotes del Siglo XXI, preguntaron a Garrido cómo había gestionado la situación. “He tenido miedo por mi integridad física”, reconoció, “he sufrido persecuciones, avisos anónimos de 'sé donde vives', me reventaron las cerraduras del coche dentro de mi urbanización en tres ocasiones, me intentaron echar de la carretera a la cuneta, recibí amenazas de muerte”. Teniendo esto en cuenta, reveló aun así que “lo volvería a hacer”. “Nunca fui consciente de las consecuencias que me iba a traer durante tantos años y tan fuertes”, reveló igualmente.

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