Ramón García, a una señora que contestó de malos modos a su llamada: “¡Váyase a tomar por culo!”

A veces las llamadas en directo las carga el diablo, sobre todo si la parte que las recibe no sabe de qué va la historia. Lo comprobó hace poco El Hormiguero y también este martes En compañía, el magacín que Ramón García y Gloria Santoro presentan cada tarde en Castilla-La Mancha Media. Aunque, a decir verdad, Ramontxu y su compañera están ya más que acostumbrados a lidiar con espectadores que, bueno, digamos que no muestran su mejor cara al otro lado del teléfono.

Hace unos meses, Ramón le espetó “igual la mierda es usted” a un manchego que no había recibido de buen grado su llamada. Y a finales de mayo, una espectadora mandó “a tomar viento fresco” al presentador porque no creía que la estuviera llamando el verdadero Ramón García. En ambos casos, el motivo de la llamada fue algo tan amable como regalar un jamón. Igual que este martes. Pero si igual fue el motivo, también lo fue el desenlace de la llamada. Esta vez, con una señora como protagonista.

Una mujer que dejó las cosas muy claras nada más escuchar a Ramón García presentarse y decir que estaba llamando desde el programa En compañía. “Déjame de tonterías, por favor”, respondió la señora, que colgó el teléfono de manera inmediata. Aun así, Ramontxu no se dio por vencido y volvió a llamar a nuestra protagonista. “Señora, que no cuelgue. Somos nosotros, de la tele”, instó el vasco sin éxito alguno. “¡Que me da igual!”, contestó la mujer, que volvió a dejarlo muy claro: “Que no, que a mí no me interesan las tonterías estas”.

“A mí tampoco usted. Adiós, señora”, sentenció Ramón García, que dio por finalizada la llamada. “¡Qué asco! ¡Qué gente más maleducada!”, lamentó el presentador antes de dedicar las siguientes palabras a la señora de la llamada: “Con todo el cariño, con todo el respeto... ¡váyase a tomar por culo!”.

“A lo mejor la hemos pillado que tiene un mal día”, apuntó Gloria Santoro. “¡Que me da igual! ¡Que estoy hasta las pelotas de gente maleducada!”, insistió Ramontxu, que resumió tal que así su manera de proceder ante esta clase de situaciones: “Si la gente es educada, somos educados. Y si son maleducados, nosotros también”. “Déjala que tenga su espacio. A lo mejor no ha tomado los cereales esos que te hacen ir al baño”, comentó Santoro. “Igual tenía un mal día, señora. Discúlpenos”, zanjó Ramontxu.