Gracia Olayo cree que fue un engaño orquestado

El bulo de Ricky Martin en 'Sorpresa, sorpresa' fue “una estrategia comercial”, según una integrante del programa

Portada de una revista sobre el bulo sexual de Ricky Martin en 'Sorpresa Sorpresa'

Redacción

Sorpresa Sorpresa fue el origen de una de las leyendas televisivas más recordadas. A principios de 1999, el programa de Antena 3 en el que los famosos sorprendían a sus mayores fans dio mucho que hablar (más de lo habitual) después de que se extendiera un rumor que afectaba directamente a Ricky Martin.

Entre los españoles se corrió la voz de que el famoso cantante se había escondido en la habitación de una admiradora para sorprenderla. Las cámaras le acompañaban y, al parecer, se había filmado el momento en el que la joven se untaba mermelada en sus partes íntimas para que su perro, llamado Ricky, se las lamiera.

El bulo adquirió tales proporciones que la presentadora del programa, Concha Velasco, tuvo que desmentirlo. Ahora, más de 20 años después, el tema se ha vuelto de actualidad por boca de Gracia Olayo, que fue una de las azafatas del mítico espacio de Antena 3.

Preguntada al respecto en el programa Sesión Golfa, la actriz cree que la histeria colectiva que se despertó entonces fue orquestada por el propio programa: “Esto creo que se lo inventó, y no voy a decir la persona, pero se lo inventó alguien para dar más publicidad”.

¿El motivo para necesitar semejante autobombo? Al parecer, según Olayo, Sorpresa Sorpresa había perdido audiencia mientras fue presentadora Concha Velasco: “Ese programa, que lo hacía estupendamente bien Concha Velasco, no alcanza las cuotas de audiencia que con Isabel Gemio [anterior presentadora]”.

Así pues, los responsables del programa habría decidido ingeniárselas de este modo para volver a estar en el candelero, según la actriz: “Yo, y es mi opinión, creo que se lo inventaron. Fue una fake, como se le llama ahora. Una mentira. Estábamos ahí dentro y ni nos enteramos. Mentira. Eso fue una estrategia comercial. Pero esta es mi opinión, me dio ese pálpito”.

Un bulo que se extendió rápidamente y resultó difícil de desmentir porque en aquellos años, y a diferencia de lo que ocurre ahora, era muy difícil recuperar los programas ya emitidos.

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