ENTREVISTA VERTELE

Roberto Leal, el 'crack' que reparte juego en TVE: “En la tele no se puede vivir de las rentas”

Roberto Leal en 'Vaya crack'

Laura Pérez

Vivió su propia “operación triunfo” hace ahora dos años con su salto al prime time, y hoy en día resulta complicado imaginar un formato estelar de TVE sin su nombre en portada. Roberto Leal arranca su tercer curso como rostro de confianza de la cadena pública con Vaya crack, un formato en el que no se busca a la futura estrella del pop, sino a la persona más inteligente de España desde el entretenimiento más puro.

Con los pies de nuevo en el terreno de juego, y su cara cada sábado en La 1, el presentador charla con Vertele sobre los desafíos de su nuevo programa, el reto que tienen por delante con OT 2020 y su pasado, presente y futuro en una cadena que siente como su casa.

Acabas de estrenar programa en TVE, 'OT 2020' ya asoma con el inicio de los castings en menos de un mes... ¿cómo están siendo las sensaciones en ‘la vuelta al cole’?

Bien, con muchas ganas. Aunque realmente no había parado de trabajar hasta hace nada, ya que 'Vaya crack' lo grabamos desde finales abril hasta agosto, es ahora cuando ya te sientes otra vez ahí, en el terreno de juego. Tengo una sensación diferente, porque ahora me veo desde casa en el programa, pero tenía ganas de volver a estar con los comentarios, con los compañeros. Echaba un poco de menos estar ahí en el prime time.

Desde tu salto a presentador de prime time hace ahora dos años, con 'OT 2017', se intuye que las ofertas no han faltado. ¿Qué buscas en un proyecto actualmente, y qué has encontrado en ‘Vaya crack’?

Primero la confianza de la cadena que te lo propone, y luego lo que busco principalmente es tener garantía de que me aporte cosas. Pienso, ¿voy a aprender de este proyecto? ¿puedo seguir conociendo a equipos nuevos, otras formas de trabajar? Y ese ha sido el caso con 'Vaya crack'. En ese impasse que había mientras vuelve Operación Triunfo, este era un programa perfecto para mí porque también es entretenimiento, en este caso un entretenimiento cultural. Es un talent, pero no es musical, y era un poco salirme de lo que venía haciendo para probarme a mí mismo. Y creo que el reto ha salido bien. Siempre dependemos de la audiencia, pero las críticas están siendo buenas en todos los sentidos, que es algo que por lo menos te tranquiliza y te da esa alegría de saber que el trabajo está bien hecho.

Es cierto que la mayoría de los proyectos que me han llegado ha sido difícil decir que no, pero también han llegado cosas que quizás era mejor no hacerlas, o no hacerlas en el momento, y seguir cogiendo otro tipo de proyectos. Es verdad que cuando estás en este punto es difícil elegir, porque nunca sabes si vas a acertar o te vas a equivocar. Si tuviéramos esa varita mágica sería súper fácil.

'Vaya crack' recupera ese momento de reunión familiar familiar a través del entretenimiento y la divulgación, y eso no se ve mucho ahora mismo en prime time...

Es un programa que para TVE está muy bien, porque es servicio público. Se enseña ciencia de una forma muy cercana, muy coloquial. Tenemos a Luis Quevedo, al que respeto profesionalmente muchísimo, que es un divulgador que se encarga de bajar la ciencia a la Tierra y acercarla a las familias para que todo el mundo la entienda. Luego, Pablo Ibáñez hace la parte práctica de esa teoría.

Durante esta semana nos han llegado montón de mensajes y ha habido alguno que me ha gustado especialmente, porque han sido madres que me han dicho que estuvieron jugando con los niños, crearon como una competición familiar, y esa era la idea. Además, todo el mundo se puede sentar frente a la tele sin esperar llevarse ningún sobresalto o nada raro en prime time. En ese sentido creo que se están haciendo bien las cosas.

Como dices, el estreno tuvo muy buena acogida a nivel de críticas, pero las audiencias estuvieron en la línea de una Televisión Española que ha caído a mínimos históricos en los últimos meses. ¿Se siente la presión de conseguir buenos registros de audiencia? ¿Crees que los datos son importantes en una televisión pública, o deben primar otras cosas?

Te mentiría si te dijera que los que trabajamos en la tele no miramos la audiencia. Al final, cuando trabajas en un programa, lo primero que haces al levantarte es dar los buenos días a tu mujer y a tu niña, y buscar las audiencias. Yo no siento presión, pero sí que es verdad que cuando veo el dato después de un trabajo como el que hemos hecho, siempre gustaría tener algo más. En TVE estamos con una media más baja de lo habitual, pero creo que no es nada que no se pueda tratar de arreglar o remontar. Si hacemos las cosas bien, al final la gente se asoma.

En nuestro caso, 'Vaya crack' es una buena oportunidad para que la gente pueda encontrar otra cosa los sábados. Respeto mucho lo que hacen mis compañeros en Deluxe o laSexta Noche, que tienen ya su público fiel y asentado, y son formatos diferentes. El nuestro ha llegado ahora, acaba de aterrizar, y creo que como no hay nada parecido puede ser una buena excusa para sentarse y verlo.

Con los nuevos modos y hábitos de consumo parece que muchos se empeñan en dar por muerta a la televisión. ¿Cómo ves tú, desde dentro y también como espectador, el estado actual de la televisión?

Se dice mucho que la televisión tradicional o la forma de ver la tele está cambiando, eso es una realidad, pero no creo que sea su final. Los Netflix o Movistar Series no pueden competir nunca contra una televisión en directo, contra un informativo, contra la inmediatez. Está bien que lo haya, pero creo que hay sitio para las dos. Todavía hay una generación, que es la nuestra, que se sienta a ver la tele tradicional y puede combinarla con la otra. Yo veo los informativos, veo programas musicales, veo Antena 3, Telecinco... pero cuando lo que hay no me gusta o prefiero otra cosa, opto por lo otro.

En la tele tradicional tenemos que adaptarnos a la juventud y a las nuevas formas de consumir, hacer programas que sean transmedia, que tengan contenido también en redes. Es imposible decir que “esto es mío porque ha sido así siempre”, hay que adaptarse. Los periódicos lo hicieron y ahí tenemos todavía el papel y también el formato digital. Nosotros estamos en ese proceso de cambio, pero no creo que esto sea el fin de la tele tradicional. Simplemente hay que estar preparados para dar el salto.

Este verano, un programa de zapping rescató tu debut televisivo con solo 12 años, al lado de Jesús Vázquez. Ahora, unos cuantos años después, eres como 'el Jesús Vázquez' de TVE. No sé si estaba entre tus planes...

Jamás. Nunca, nunca. Cuando cuando fui a Hablando se entiende la basca no quería ser periodista, sino futbolista, astronauta o médico. Y al final, nada que ver (risas). Admiraba y admiro mucho a Jesús Vázquez y a grandes presentadores de nuestra tele como Carlos Sobera, me parece que son referentes de entretenimiento, que llevan toda la vida.

Viendo esas imágenes, es como si hubiera cerrado el círculo: ahí fui como un invitado más al que él entrevistaba, y de pronto unos años después fuimos presentadores del mismo programa [OT]. Eso es súper bonito. Es una sensación parecida a la que tuve con España Directo, que fui reportero y después acabé presentándolo.

"OT te exige mucho, también como espectador"

Cuando fichaste por 'Operación Triunfo', por tu trayectoria hasta entonces, costó situarte al frente de un gran formato de entretenimiento. Ahora, como presentador estrella de prime time, cuesta situarte de nuevo en la actualidad. ¿Hay camino de vuelta?

Sí, completamente. Es verdad que casi todo lo que había hecho hasta hace dos años estaba ligado a la actualidad en magazines como España Directo o en Informativos, pero por mi forma de ser siempre quise trabajar en entretenimiento. Ahora que estoy aquí, donde soy súper feliz, si mañana tengo que presentar un especial de cualquier noticia de actualidad me veo preparado porque estoy al día, soy periodista y me siento como tal. Sí que es verdad que estoy donde siempre he querido estar. Para mí el entretenimiento es un regalo, es lo que quería hacer cuando tenía 20 años. No siempre tienes la suerte de que alguien te de esa oportunidad y a mí me la dieron.

Y sí, cuando se dijo mi nombre para presentar OT 2017, Twitter era tremendo. Había una cosa que me repetían mucho, y era que no se imaginaban al que daba paso a los platos de comida diciendo eso de “cruza la pasarela”. Y ahora es verdad que pasa al contrario, muchos me dicen que no se imaginan OT sin que esté presentándolo yo. Es cuestión de costumbres. Nadie se imaginaba un Operación Triunfo sin Carlos Lozano y luego, nadie sin Jesús Vázquez. Ahora me toca a mí.

¿Cómo viviste tú ese cambio de opinión de la gente respecto a tu figura, ese fenómeno que se generó alrededor de OT 2017?

Fue todo muy orgánico y natural, porque fue progresivo. Tal como fue ganando adeptos en audiencia, esos comentarios fueron cambiando. OT 2017 empezó con una gala que no fue nada bien, tuvimos muchos errores, pero no se escondieron. Siempre fue verdad. Era algo tan bonito lo que teníamos entre manos que intentamos hacerlo bien, y los concursantes así lo entendieron también. Eso fue generando una energía súper chula, y todo fue creciendo. La percepción del espectador hacia nosotros, y hacia mí incluido, también fue cambiando. Pasó del “este no me gusta” o “yo no lo veo ahí”, al “este tío baila, canta...”. Para mí la clave fue mi madre, que después de la gala 0 me dijo que disfrutase. Cuando empezamos a hacerlo, OT empezó a funcionar.

En una entrevista anterior, hablando de los concursantes de 'OT 2018' antes del comienzo de la edición, nos dijiste que “Operación Triunfo no regala nada” y que tenían que “currárselo”. Eso se aplica también a una profesión como la tuya, donde no te consagras por un golpe de suerte. ¿Cómo te preparaste para ponerte al frente de un formato tan potente como ese?

Cuando me dijeron que iba a ser yo lo vi como una oportunidad. Sabía lo que tenía entre manos: la vuelta de un formato como Operación Triunfo. Las expectativas estaban muy altas y eso por un lado era muy bueno, pero por otro pensé: “menudo marrón”. Era mi primer prime time en directo, y eso te puede salir bien o mal. Y normalmente en esta profesión, cuando un prime time de ese calibre te sale mal, luego cuesta que te den otra oportunidad. Es así de injusto a veces. Sabía lo que me estaba jugando, pero evidentemente había que salir a por todas.

Nadie te regala nada en este oficio, tú vales mucho o poco dependiendo de lo que hayas hecho el día anterior, pero al día siguiente empiezas de cero. En la tele no se puede vivir de rentas. Si me ha costado 17 años de carrera que me den la oportunidad de estar en un prime time, ahora no puedo creerme que porque un programa me ha salido bien ya lo tengo todo hecho. Yo en cada proyecto que hago más allá de OT, tengo que estar dando el callo y demostrando que puedo hacer de todo. Es difícil, pero también es apasionante. Me encantan los retos y no relajarme. El día que no me ponga nervioso antes de cada programa, te prometo que me pensaré mucho si tengo que dedicarme a otra cosa. Creo que eso es lo que te mantiene alerta.

"OT está descansado, pero dentro de 6 meses diré si ha sido tiempo suficiente"

¿Cómo afrontas esta tercera edición consecutiva de 'Operación Triunfo'?

Con ilusión y también con incertidumbre, porque de momento solo se sabe que los castings empiezan ya. Hay bastante gente esperando que el formato vuelva, hay otros que opinan que tendría que haber descansado más... pero ahí las decisiones las toman las cadenas. Cuando vuelva estaré preparado, con ganas y dispuesto a estar a la altura. Sobre todo por la audiencia y los concursantes. En esta edición tienen que tener las mismas oportunidades que las que tuvieron los de OT 2017, por lo menos de nuestra parte. Vamos a apoyarles y a estar al máximo con ellos para que puedan brillar.

¿Crees que estos 3-4 meses de retraso con respecto a lo que separó las dos ediciones anteriores, son el descanso que pedía el formato?

Eso solamente lo vamos a saber cuando el programa arranque. Yo lo que siempre digo, y lo repito, es que el formato había demostrado que necesitaba un descanso. OT te exige mucho, también al espectador. El público se tiene que enamorar de los concursantes, y si pasa poco tiempo entre una edición y otra todavía tienes el recuerdo de los otros. Así que creo que está bien que el formato haya descansado, pero cuando hablemos dentro de 6 meses te diré si han sido suficientes o no. Yo espero que la gente lo coja de nuevo con ganas, que estos chavales tengan también buenas oportunidades, y que vuelva con la misma fuerza que se espera de un show de este calibre, que de eso si que no me cabe ninguna duda.

TVE nos habló hace apenas unas semanas de “un OT renovado”. ¿Qué crees que habría que cambiar para esquivar el desgaste?

De eso no tengo ni idea. Entiendo que cuando hablan de “renovado”, es que habrá gente que entre o que salga porque le coincida con otros proyectos. Creo que al final cuando algo funciona, cuanto menos se toque mejor. Claro que hay que darle un lavado de cara, hay que sacarle brillo y ponerlo a funcionar, pero no sabría decirte qué tocaría. Creo que no es tanto tocar algo del programa, sino que de la gente lo coja con ganas. Eso depende mucho del descanso del que hablábamos, y del casting. Ahí Noemí y todo el equipo tienen un trabajo muy complicado. Siempre lo es, pero a medida que pasan las ediciones más aún, porque se tiende a comparar.

Los concursantes de 'OT 2018' se han tenido que enfrentar una vez fuera a una realidad con menos focos que la que tuvo la generación anterior. Tú que mantienes el contacto con ellos, ¿cómo la han vivido?

Creo que eran conscientes antes de entrar, porque ya habían visto OT 2017 y sabían cómo funcionaba el programa, y ninguno se ha sorprendido de que no supusiera el mismo boom. Pero eso es algo que sabíamos todos antes de empezar, porque era imposible. El año en que Rosa fue a Eurovisión fue la bomba, pero al siguiente aunque fue bien, no fue igual. Pasó en 2002, en 2003 y así sucesivamente. Es algo normal.

Creo que tienen la cabeza bien amueblada. He coincidido con bastantes, y están pensando ya en sus discos y en sus carreras. Y tanto los de esta edición como los de la anterior son conscientes de que una vez salen de Operación Triunfo, aunque les hayan dado una buena oportunidad y hayan entrado en una discográfica, el resto depende única y exclusivamente de que hagan bien su trabajo y no bajen los brazos, porque esto no es salir y dar el golpe. Es muy difícil y hay muchos artistas buenos y poco un hueco en la industria. Eso es lo más difícil con lo que se encuentran.

Los veo muy tranquilos. He estado con Alba Reche, con Natalia, con Carlos Right,...Con Miki tuve la suerte de escuchar su disco antes de que saliese... Están trabajando muy bien. Ya eran buenos antes de entrar y ahora son además más maduros.

Hablabas de huecos en la industria, y lo cierto es que los de tu primera generación ya están metidos en el sector. ¿Cómo los ves a ellos desde la distancia?

Súper orgulloso. No me siento ni un hermano mayor ni como un papá, como dicen por ahí, sino como un colega, porque al final vivimos juntos una cosa muy bonita. Estuve en la cena de nominación de Los40 Awards y Aitana es una de las cuatro más nominadas junto con Manuel Carrasco, Leiva y Rosalía. ¿Cuántos años llevan todos ellos? Y Aitana está con ellos. Lola Indigo estaba nominada, Ana Guerra también...

Están muy bien y cumpliendo sueños, pero no es ningún regalo, se lo están currando, no paran. Algunos están más contentos que otros, porque al final es cuestión de gustos. Nos pasa lo mismo en la tele. Pero una vez salieron se lo han tomado bastante en serio. Ya les advirtieron en la academia que nadie les regalaría nada, y ahí están. Cuando veo a Lola Indigo llenando y poniendo al público patas arriba, y pienso que fue la primera expulsada, me siento muy feliz.

Comentabas que por ahora no se sabe mucho sobre 'OT 2020', pero sí se ha anunciado ya que no estará ligada a Eurovisión. ¿Crees que es acertado que vuelva la selección interna y quitar esa presión a los concursantes?

Pues no lo sé... Matemáticamente era imposible. Hay unos plazos que cumplir, y al retrasarse OT 2020 ya era imposible que fuese plataforma de Eurovisión. No sé si supondría más presión o no, porque había concursantes que desde el primer día dejaban claro que ellos querían participar. Para mí las galas de Eurovisión eran muy distintas a las de OT, mi sensaciones eran diferentes, porque sabía que habría muchos eurofans para los que asomarse al programa sería una novedad.

Lo que hemos conseguido estos dos últimos años es crear una cantera de fans de Operación Triunfo que se han hecho también fans de Eurovisión, y lo mismo al contrario. Solo espero que la decisión que se tome sea la correcta, porque hay mucha gente que ama el festival. A mí me encanta, por ejemplo. No es nada sencillo, se tiene que hacer muy bien, por el bien de todos. Ya he visto un montón de quinielas y cientos de nombres. Televisión Española se lo tiene que currar y lo va a hacer, porque saben la repercusión que tiene.

Cada vez que se retoma el tema eurovisivo salen voces críticas contra TVE y su implicación con el festival, asegurando que no se trabaja lo suficiente o no se toma en serio. Habiendo vivido desde dentro la preselección en los dos últimos años, ¿cómo ves estas consideraciones?

Creo que es injusto decir que TVE no se lo toma en serio. Me pongo la piel de los eurofans y entiendo que les pueda gustar más o menos la selección, pero el trabajo que se hace detrás de una candidatura es muy importante. Son muchos meses de mucho trabajo, con mucho respeto y mucha ilusión. No tengo duda de que cada año en Televisión Española sueñan como los eurofans de hacer algo bueno. El año pasado todos nos emocionamos con Miki, y fíjate lo que pasó. TVE sí que trabaja por y para Eurovisión. Este año no sabemos que va a pasar. Es muy difícil contentar a todo el mundo, pero que no le quepa duda a nadie del trabajo que hay.

"En TVE me siento querido y respetado, trabajo muy cómodo y creo que estoy donde he de estar"

¿Cómo estáis viviendo los trabajadores de RTVE esta etapa de incertidumbre con dirección, que se ha alargado más de lo previsto? ¿Afecta al trabajo?

A eso no te puedo contestar, ya que estoy en programas de entretenimiento. En mi caso en los años que llevo en TVE no me he visto perjudicado ni beneficiado por un cambio de gobierno. Ocurra lo que ocurra, entretenimiento tiene que haber, y me siento afortunado porque trabajo en una televisión que confía plenamente en mí, pero claro que tengo compañeros pendientes de los posibles cambios, y creo que no es una situación cómoda.

El bien para todos es tener un gobierno estable, sea del color que sea, para trabajar sin estar pensando en lo que pueda venir o lo que esté pasando fuera. Y esto no es solamente para la tele, hablo ya de lo que es bueno para el país. Los ciudadanos necesitamos estabilidad. Ahora tenemos que volver a las elecciones, se está alargando todo muchísimo y sobrevuela una calma tensa sobre nuestras cabezas. En el caso de TVE, a los trabajadores les pasa algo parecido: están deseando saber cuál es el gobierno para poder seguir trabajando, que es a lo que han venido.

Ya por último, ¿cuáles son tus planes más allá de 'OT 2020'? Te habrán llegado otras ofertas más allá de TVE...

¡Pues no, no me han llegado ofertas de otras cadenas! Y todo el mundo me dice lo mismo. No sé si a raíz de esta entrevista me van a llegar, pero te prometo que no me ha llegado ninguna oferta de ninguna privada.

Tengo proyectos e ideas propias que me gustaría hacer, por supuesto, pero ojalá siga en la situación en la que estoy y esté por muchos años en TVE. Aquí me siento querido y respetado, trabajo muy cómodo y creo que estoy donde he de estar. No tengo miras de futuro. En esta profesión hay que ser medioplacista como mucho, y pensar en el proyecto que te va a tocar a continuación, si piensas a cuatro o cinco años vista te puede cambiar la vida de un día para otro. Pero no, no soy Neymar... Yo me quedo.

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