En Twitter y en un comunicado en Facebook

Roseanne Barr, contra la ABC tras el estreno de The Conners: “¡No estoy muerta!”

Roseanne Barr en un estreno

La noche de este martes 16 de octubre la cadena norteamericana ABC ha estrenado la sitcom 'The Conners', spin-off de la exitosa 'Roseanne', tras cancelar la exitosa serie por un tuit racista de su protagonista contra Valerie Jarrett, la exasesora de Barack Obama.

Desde entonces la polémica ha girado en torno a la actriz Roseanne Barr, que primero respondió a las críticas y poco después pidió perdón, pero al ver que se quedaba fuera del nuevo proyecto primero perdió los nervios al intentar justificarse, y acabó diciendo su verdadero error fue “pedir perdón a la izquierda”.

En su espiral de opiniones cambiantes, y después de que John Goodman desvelase lo que iba a ocurrir con su personaje en 'The Conners', Roseanne optó por destripar lo que iba a ocurrir en el primer capítulo del spin-off, y cuál iba a ser el final de su personaje.

Pese a que no sólo ya lo sabía, sino que ya había hecho “spoiler” sobre ello públicamente, el estreno de 'The Conners' ha vuelto a generar el enfado de Roseanne Barr. Primero, con un mensaje publicado en su cuenta de Twitter en el que dice, en mayúsculas: “¡No estoy muerta, zorras!”.

Lamenta en un comunicado que ABC no la perdonase

Un par de horas después, de una forma más reposada gracias a su amigo el rabino Shmuley Boteach, con un comunicado conjunto de ambos a través de Facebook, en el que lo primero que hace es desear “lo mejor para el elenco y el equipo de producción de The Conners, que están profundamente dedicados a su oficio y fueron los queridos colegas de Roseanne”.

(Aviso: Spoilers de 'The Conners')

Sin embargo, y siempre hablando de forma conjunta, Barr y Boteach lamentan “que ABC haya elegido cancelar Roseanne matando al personaje de Roseanne Conner. Que se hiciera a través de una sobredosis de opiáceos prestó una dimensión sombría y morbosa innecesaria a un espectáculo familiar que de otra manera sería feliz”.

Así pues, y (repetimos) como ya había hecho, Roseanne Barr se queja de la forma en la que han “matado” a su personaje, y continua: “Esta fue una elección que cadena no tuvo que hacer. Roseanne fue el único programa de televisión que abordó directamente las profundas divisiones que amenazaban la trama misma de nuestra sociedad. Específicamente, el programa promovió el mensaje de que el amor y el respeto por la persona deberían trascender las diferencias en los antecedentes y la discordia ideológica”.

“La serie reunió a personajes de diferentes creencias políticas y orígenes étnicos en una familia unificada, una rareza en el entretenimiento estadounidense moderno. Por encima de todo, el espectáculo celebró a una mujer fuerte, matriarcal en un papel principal, algo que necesitamos más en nuestro país”, cuentan en el comunicado, queriendo relacionarlo también con el feminismo.

“El miedo, la arrogancia y la negativa a perdonar”

“A través del humor y de un personaje principal universalmente reconocible, la serie representó un momento de enseñanza semanal para nuestra nación”, explican encumbrando la ficción, y prosiguen: “Sin embargo, a menudo se trata de un error inexcusable, pero no imperdonable, por el que podemos descubrir la lección más importante de todas: el perdón”.

“Después de repetidas y sinceras disculpas, la cadena no estaba dispuesta a mirar más allá de un error lamentable, negando así los valores estadounidenses gemelos de arrepentimiento y perdón. En un clima hiper partidista, las personas a veces cometen el error de hablar con palabras que no reflejan realmente quiénes son. Sin embargo, es el poder del perdón lo que define nuestra humanidad”, explica el comunicado, culpando a la decisión de la cadena y no a las declaraciones racistas de la actriz.

Al final, el extenso texto termina intentando ser aleccionador: “Nuestra sociedad necesita sanar en muchos niveles. Qué mejor manera de curar que un momento compartido, una vez a la semana, donde todos hubiéramos podido disfrutar de una historia convincente con un personaje ingenioso, una mujer, con quien Estados Unidos se conectó, no a pesar de sus defectos, sino a causa de ellos. La cancelación de Roseanne es una oportunidad desperdiciada debido en partes iguales al miedo, la arrogancia y la negativa a perdonar”, aseguran Barr y el rabino Boteach.

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