'Sálvame' monta un show con la emisión de una discusión “inemitible” de Pipi Estrada y Miriam Sánchez

Pipi Estrada junto al equipo de 'Sálvame'

Redacción verTele

En “shock”. Así aseguraban estar Adela González y Nuria Marin con las imágenes ofrecidas por Sálvame en la tarde de este viernes 26 de agosto. El programa ha considerado oportuno ofrecer las imágenes de una discusión en plena calle entre Pipi Estrada y la expareja de este, Miriam Sánchez, con el primero en plató comentándolas.

“No sé muy bien cómo gestionar la información que maneja este programa”, aseguraba Marín sobre unas imágenes “durísimas” con las que el programa jugaba y cebaba la emisión. Se trataba, según explicaban, de un enfrentamiento acaecido en la noche del miércoles 24, en las que la otrora colaboradora de Mujeres y Hombres y Viceversa aparece particularmente alterada y empleando un vocabulario duro.

“Una secuencia desgarradora”

La expareja ha tenido un incidente muy desagradable”, se leía en el cebo emitido durante la primera hora del espacio. Las imágenes, de baja calidad, permiten ver a Miriam acercándose a Pipi y exclamando: “¡Que me meten en la cárcel!”, se escuchaba en un fragmento sin contexto. “Una secuencia desgarradora”, añadían en Sálvame, donde jugaban a colocar un aviso de “contenido delicado”.

Por su parte, Estrada también entraba en el juego y, con los ojos llorosos, daba algunas claves de lo sucedido. “Fui a la ayuda de Miriam, pero no sé qué ha podido pasar por su cabeza, dentro su cuerpo, pero evidentemente ha sido una reacción desproporcionada y completamente irracional”, comentaba el comentarista deportivo.

'Sálvame' recalcaba que había imágenes “inemitibles”

“Las imágenes que hemos visto protegen a Miriam”, avisaban, indicando que existían otras “con mucha más virulencia” que no emitirían en pantalla. Todo ello, con la promesa de que se vería y abordaríae la secuencia completa a partir de las 18:00 horas, con un rótulo a toda pantalla para avisar de la cuenta atrás.

“Son cinco minutos de imágenes. Solo vamos a poder emitir tres, porque el resto son inemitibles. Para proteger sobre todo a Miriam. La parte que no vamos a emitir la van a ir viendo los colaboradores”, recordaba. Así, unas y otros iban yendo a una zona apartada del plató para verlas y comentarlas. De este modo, iban generando más interés.

Finalmente, Marín y González se trasladaban a una sala anexa al plató con Estrada, para que este hablase de la experiencia. El colaborador aludió al estado de salud mental de su expareja y a la medicación que toma, advirtiendo de que “ha tenido otros momentos difíciles”: “Todo es producto de que ella siente, como es tan inteligente, que le gustaría hacer cosas pero no puede por falta de autoestima”.

“De lo más fuerte que hemos visto en años”

Con las imágenes en bucle ocupando la mitad de pantalla, Estrada acabó pidiendo a Sánchez que acudiera a profesionales para tratarla. Las presentadoras pedían más detalles y una descripción de todo lo ocurrido antes, durante y tras la discusión grabada, que no se emitió hasta pasados veinte minutos de conversación al respecto.

“Ha llegado el momento”, anunciaban, haciendo énfasis en que es “de lo más fuerte que hemos visto en años”. Si bien se hablaba de que se trataba de una persona “enferma”, tal y como repetían varios tertulianos, la emisión y el “juego” que han dado, sin embargo, parecían buscar el efecto contrario, al cargar las tintas sobre la otrora televisiva. De forma reiterada se hablaba de fragmentos “inemitibles” de una persona “fuera de sí”. “Se pueden imaginar cómo de grabe es lo que hemos decidido no emitir”.

Todo ello se complementó con una conexión en directo desde el lugar donde ocurrió todo, con Kike Calleja relatando nuevos hechos relativos a Sánchez. Todo ello para dar “todos los detalles del altercado”, e incluso rehaciendo el recorrido que hizo la protagonista. A ello contribuyó Estrada, que leyó algunos mensajes recibidos de su expareja.

Este tema fue el principal asunto con el que se complementó otro en un tono bien distinto: el de las dudas sobre la continuidad de Rafa Mora en Sálvame, con la aparición de dos posibles sustitutos para el valenciano. Una pantomima que chocaba con la seriedad de lo emitido, y en el enfoque empleado.

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