Análisis

Acaba 'Secret Story 2': los aciertos y fallos de una edición ahogada en plena crisis de Telecinco

Imagen de la semifinal de 'Secret Story'

Laura Pérez

Secret Story culmina en la noche de este jueves 7 de abril su segunda edición en Telecinco. La coronación de Rafa, Marta o Adrián pondrá el broche a una temporada que arrancó el pasado mes de enero como la gran baza de entretenimiento del canal y que tres meses después, se despide con una sensación más agria que dulce.

Tras una primera edición con famosos que rindió de manera aceptable, Mediaset y Zeppelin TV se lanzaron a cumplir un deseo común que sus espectadores demandaban desde hacía tiempo: el regreso de los concursantes anónimos a Guadalix, cinco años después del último GH Revolution.

La apuesta parecía llegar en el momento indicado y con el tiempo de reposo suficiente para que la audiencia se interesase por descubrir de nuevo a un tipo de perfiles desconocidos que durante años fueron la seña de identidad del canal. Sin embargo, en un contexto de crisis como el que atraviesa actualmente Telecinco, La casa de los secretos 2 no ha sido ese salvavidas para las audiencias que la cadena necesitaba y ha terminado chapoteando en el mar de la inestabilidad en busca de oxigeno constante.

Esa inestabilidad se ha traducido en la introducción sistemática de cambios en la dinámica que por un lado han reavivado las tramas de los concursantes, mientras que por otro han transmitido una sensación de improvisación que tampoco ha ayudado a la hora de impulsar las audiencias. Aún así, y pese a ese regusto negativo que dejan los datos, Secret Story 2 también cierra su trayectoria con lecciones positivas que Telecinco haría bien en tener en cuenta para el futuro del género reality en su parrilla.

Audiencias insuficientes en un contexto poco favorable

El baremo que determina si un formato ha funcionado o no en televisión son sus datos de audiencia. Y en ese sentido, lo cierto es que con su segunda edición, La casa de los secretos no ha conseguido consolidarse como una marca de telerrealidad a la altura de Gran Hermano, La isla de las tentaciones, Supervivientes o ni siquiera La casa fuerte, la producción más 'low cost' de la oferta de realities de Mediaset.

A la espera de conocer el dato de su gala final, Secret Story se despide con una media de 12.1% de cuota y 1.176.000 espectadores en las galas principales, que han estado a cargo de Carlos Sobera. Un registro que se ha traducido en seis liderazgos de trece posibles, todos ellos concentrados a partir del sexto programa.

El prometedor estreno de la edición, que debutó con un 14.5% y 1.541.000, no tardó en desinflarse, y ni la entrada de rostros famosos ni las dobles expulsiones han sido aliciente suficiente para que el reality se acerque durante las semanas siguientes a un dato que a falta de la gala definitiva, sigue siendo su techo.

En lo que respecta a La noche de los secretos de Toñi Moreno, se ha despedido del prime time dominical por la puerta de atrás y sin estrenar su casillero de victorias en un total de diez programas. De hecho, fue sustituido el último domingo por la película Bohemian Rhapsody, y el anterior por una gala con Sobera. La media, a falta de incluir el último debate (que se desconoce quién lo conducirá), es de 10.9% y 1.135.000 espectadores.

Por su parte, la Última hora de Sandra Barneda y Lidia Torrent tampoco ha sido revulsivo para la franja de access prime time de la cadena, que se ha mantenido a la sombra de El Hormiguero, y no parece haber aumentado el interés de los espectadores por las tramas del reality, puesto que desde su estreno la trayectoria de las galas ha seguido siendo irregular.

Así las cosas, en todo balance es importante el contexto. Y la realidad de Telecinco en estos tres meses de Secret Story es que de las otras apuestas de entretenimiento del canal, solo Montealto, regreso a la casa ha rendido de manera óptima en prime time. Mi casa es la tuya y Deluxe están en mínimos, mientras que Idol Kids ha tropezado en su segunda edición hasta el punto de ser retirado de la parrilla de manera indefinida.

En lo que respecta a la audiencia social, y sin conocer los datos que han registrado las dos señales del canal 24 horas en Mitele y Mitele Plus, lo cierto es que el seguimiento de la convivencia del reality ha reportado buenos resultados en redes. La última muestra la hemos tenido este marzo, cuando La casa de los secretos 2 se ha convertido en lo más comentado del mes acaparando un 49.1% del total de la conversación social sobre televisión.

Los cambios de dinámica no han conectado con el público

Una vez analizado el rendimiento, toca centrarse en lo que no ha funcionado. Y en ese sentido, aunque las mismas dinámicas pueden triunfar o no en función del momento, lo cierto es que ninguno de los alicientes propuestos en Secret Story han relanzado al reality.

Tras la pérdida de seguimiento en las galas sucesivas al estreno, Telecinco recurrió al comodín de los personajes famosos que en otras ocasiones ha funcionado para tratar de impulsar los datos. Sin embargo, las visitas puntuales de Nagore Robles, Isa Pantoja, Carmen Lomana y Belén Esteban no lograron invertir la tendencia a la baja de manera suficiente.

Tras las estancias VIP llegaron las dobles expulsiones, otro aliciente que tampoco sirvió para estabilizar la curva de audiencias de Secret Story. Y de vaciar la casa a llenarla de pronto con la entrada de una concursante nueva y de tres famosos que como ya analizamos, terminaron por pervertir la esencia y naturaleza de los míticos encierros de desconocidos en Guadalix.

Esos cambios en la dinámica -especialmente en lo relativo a las expulsiones- unidos a los datos de audiencia de las galas, condujeron a pensar en un final acelerado del programa. Sin embargo, como también analizamos en este otro artículo, no fueron más que estrategias puntuales introducidas con el objetivo de dinamizar el desarrollo de un reality que ha sorprendido sobremanera a sus concursantes, pero que no ha dado con la tecla de puertas para afuera.

Al final, y pese a lo que por momentos parecía definitivo, La casa de los secretos termina según lo previsto para ceder el testigo a Supervivientes, que arrancará pasada la Semana Santa. Así las cosas, el programa de Zeppelin ha cumplido con la ventana de emisión fijada en un principio, habiendo podido cerrar su ciclo de manera natural.

Los aciertos de 'Secret Story 2'

Cumplir finalmente con las galas previstas y no ver adelantado su desenlace es positivo para Secret Story y también para Telecinco, por si en algún momento del futuro quiere volver a apostar por la marca. En ese sentido, y aunque ahora mismo pueda parecer lejana una nueva edición, de esta temporada con anónimos también pueden extraerse algunas notas de color.

Como ya analizamos en este otro artículo, la apuesta por un grupo renovado de presentadores ha sido acertada en líneas generales, ya que ha distanciado la edición de sus correlativas y ha servido para promocionar a nombres importantes de Mediaset. Unos han pasado el examen con mejor nota que otros, pero dar la alternativa en el papel principal era un paso clave para la supervivencia del género de la telerrealidad a medio plazo.

También hemos analizado anteriormente cómo Secret Story ha intentado pulir su juego de los secretos, una mecánica clave para la marca que no se presentó de manera clara en la primera edición, y que tras introducir mejoras y darle peso en la segunda, ha ayudado al reality a desmarcarse de alguna manera de GH, el formato del que nace. A su vez, las dinámicas de las galas han sido más variadas respecto a lo visto en la temporada VIP, innovando en las nominaciones... pero no tanto en el reparto de protagonismo entre los concursantes.

No explotar de manera equitativa a todos los inquilinos de Guadalix en los vídeos de las galas ha podido pesar en el desarrollo de la edición, cuyo casting sí puede considerarse acertado en base a lo prometido. La casa de los secretos 2 ha cumplido al presentar perfiles novedosos en un reality de anónimos, como ya destacamos en su estreno: ha habido personalidades broncas, estrategas y también naturales, además de perfiles diversos, inclusivos y multiculturales.

De ellos han llegado al día 84 de convivencia tres: Rafa, Marta y Adrián. Solo uno se llevará el maletín de 150.000 euros con el que sueña cualquier concursante de reality, y lo hará por elección de una audiencia que por primera vez en un formato de esta naturaleza en Telecinco ha podido votar de manera gratuita.

Eliminar los clásicos SMS y llamadas y apostar por un sistema de votación más adecuado al momento actual ha sido sin duda el gran acierto de la edición, pues cumple una petición que el público llevaba años demandando y democratiza los habitualmente cuestionados votos de los programas del género. Es labor de Mediaset estudiar si ha sido rentable prescindir de las líneas de pago en pro del aumento de implicación y participación (se han batido récords de votos en un programa de TV), pero parece indiscutible que este sistema de votación gratuito debería haber llegado para quedarse.

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