Crónica de la semifinal en Telecinco

'Secret Story' alzó a su primera ganadora, vivió el romántico reencuentro de Rafa y Carmen y expulsó al cuarto finalista

Paula Hergar

Tras 78 días de convivencia, Marta, Adrián, Carlos y Rafa protagonizaron la semifinal de Secret Story. Aunque ellos creían que esa noche era la gran final y se arreglaron para la ocasión, Carlos Sobera les informó que no, que aún les quedaban unos días para conocer al ganador o ganadora de la edición.

Aún así, la entrega les valió mucho la pensa al reencontrarse con Carmen, Brenda, Cora y Colchero, sus jefes de campaña, en la casa. Que se quedarán hasta el último día con ellos. Sin duda, el clímax de la noche lo vivieron Rafa y Carmen al verse de nuevo y, tras abrazarse sin parar, darse el beso más esperado de las últimas semanas.

Además, el juego de los Secretos otorgó los 50.000 euros a Marta, a la vez que la audiencia expulsó a Carlos, convirtiéndolo en cuarto finalista.

Carlos se convierte en el cuarto finalista

Tras un “debate electoral” en el que cada uno de los cuatro finalistas defendieron su candidatura, Marta, Carlos, Rafa y Adrián se sometieron a una nueva decisión de la audiencia: “El público ha decidido que el concursante menos votado y que, por tanto, se queda fuera de la final sea Carlos”.

El madrileño acataba la decisión con deportividad: “Me hubiese encantado llegar a la final, no me lo creo aún. No pasa nada, he llegado muy lejos, entramos 18 y salgo el cuarto. Mi premio ha sido conocerme a mí, quitarme los miedos y llevarme a mis compañeros”, decía con sinceridad.

Algo que convertía, automáticamente, a los otros tres en finalistas definitivos.

Marta se alza con los 50.000 euros del Juego de los secretos

Antes de conocer al ganador, el programa desveló los últimos secretos que faltaban por poner propietario (aunque ya se lo esperaban todos):

Colchero: “Tengo una hermana que no conozco”; Cora: “Recurrí a las colas del hambre para comer”; Adrián: “Engañé a mis padres para vivir un amor”; Marta: “Cuando me aburro en el sexo, me duermo”.

Seguidamente, Nissy y Álvaro fueron los encargados de ir cantando las esferas que no tenían premio. Adrián tenía una, mientras Marta y Cora conservaban varias más.

El primero en salir del juego fue el profesor al tener uno de los números no premiados. Para después seguir descartando hasta que Sobera leyó la carta del notario en la que daba como esfera ganadora la 1, que pertenecía a Marta. “Estoy tan nerviosa que no sé qué decir, estoy temblando. ¡Me voy de viaje y Adri se viene también”, confesaba entre gritos.

Se trataba de una esfera que había cambiado varias veces de manos: primero la escogió Kenny. Al abandonar, la consiguió Rafa, y Marta se la robó al de Cuenca la semana pasada al desvelar su secreto.

El esperado beso entre Rafa y Carmen

Tras la entrada de Cora, Colchero y Brenda, le tocó el turno a Carmen. Desde el confesionario, la cordobesa corría para reencontrarse con Rafa y ambos se fundían en un abrazo eterno. Se miraban el uno al otro y volvían a abrazarse sin creerse que estaban otra vez juntos. “Perdona por haberte condicionado muchas veces en la casa. Te he echado de menos”, le decía ella tras días fuera en los que había visto vídeos y reflexionado.

“No me lo he pasado igua de bien sin ti”, le confesaba a la vez, mientras se seguían abrazando. Pero como el beso no llegaba, Sobera les engañó diciéndoles que ella se marchaba y debían despedirse. Entonces él la besó y pidió que se quedara. “¡Pues se queda!” le decía el presentador y ambos lo celebraban abrazándose de nuevo.

No fue el único beso de la noche, cuando expulsaron a Carlos, y Carmen vio regresar a Rafa a la casa, también volvieron a abrazarse y besarse.

Sara y Tom: “¿Es un crimen desenamorarse?”

Los que también volvieron a verse fueron Tom Brusse y Sara, a la que subieron a la casa para reencontrarse. Ambos se abrazaron y besaron, y explicaron al presentador sus planes nocturnos: “Vamos a salir un poquito, cenar, bailar un poco...”, decía el francés entre risas.

Minutos después, ya en plató, el francés explicó que tenía una conversación pendiente con su ex pero que sus amigos le habían recomendado que no la llamara, porque “me está poniendo a parir en Francia, no sé si voy a tener los huevos de pisar mi país”, lamentaba.

Pero a la vez, Tom se ponía en pie y gritaba: “¿Es un crimen desenamorarse y estar con una nueva persona? Me he emocionado con Sara. Entiendo que esté dolida pero puede esperar a que salga y tengamos una conversación”, se quejaba.