Crónica de la nueva entrega

'Secret Story' vivió una revolución contra Adara: “Nos vamos todos y le dais el maletín”

La casa, contra Adara

Paula Hergar

En la décima entrega de Secret Story: Cuenta Atrás los nominados de la semana vivieron la salvación de Luca. Por lo que Isabel Rábago y Cristina Porta se enfrentarán a la próxima expulsión.

Minutos antes, los tres recibieron la llamada de sus seres queridos, destacando la de la hermana de Rábago que sorprendió con la aparición de su cuñado, semidesnudo.

Pero si algo destacó en la casa durante la noche, esa fue la tensión creciente que se sintió. En plató, Carlos Sobera mandó a callar a Nuha - el novio de Frigenti- en un momento de alteración, mientras que la casa estalló por los aires con la amenaza de Adara de marcharse y el alzamiento de Luis Rollán indignado con su “victimismo”.

Adara: “Me quiero ir a casa, no aguanto más”

Desde la repesca de Adara, el distanciamiento entre ella, Frigenti, Julen y Sandra con el resto de la casa es cada vez más evidente. Así lo dejaron ver en los vídeos que mostraron, con constantes enfrentamientos entre ambos bandos, que discutieron hasta por quién cocinaba.

Fue este último tema el que llevó al límite a la ganadora de GH VIP que se marchó corriendo del salón, para encerrarse en el baño y gritar: “Me quiero ir a mi casa ya, no lo aguanto más. Me quiero ir con mi familia ya”. Frigenti y Sandra, desde fuera, la intentaron consolar, hasta que salió y habló con Sobera.

Paralelamente, en el salón, varios concursantes se mostraron hartos de la actitud de Adara y fue Luis Rollán el que estalló: “No hace nada para agarrarse a esto, porque solo reacciona los días de gala y aquí todo el mundo callado. Estoy cansado de las injusticias, estoy cansado de ceder y estoy cansado del victimismo”, asguró en voz alta.

Mientras el resto le escuchaba, y muchos asentían: “Yo estoy viviendo una experiencia maravillosa, pero una cosa le quiero decir a la audiencia, que si esto es lo que les gusta [refiriéndose a la actitud de la joven] nos vamos todos, le dais el maletín y se acaba el programa. El plan victimismo no, aquí nadie le ha hecho el vacío”, recalcó.

Seguidamente, Julen puso punto y final al hervor de la noche: “Parecemos chavales de 10 años y tendríamos que empezar a actuar como putos adultos que somos”.

Isabel Rábago y Cristina, solo puede quedar una

A lo largo de la velada se anunció quién de los tres nominados quedaba fuera del actual proceso de expulsión. Los últimos porcentajes arrojaban casi un 90% para el que más votos había recibido para abandonar el concurso y un 0,6% para el que menos.

Y Sobera desveló quién era el afortunado: “El público ha decidido, con sus votos, que debe continuar en la casa de los Secretos: Luca”. Al escuchar su nombre, Cristina se alegró tanto que casi le dio un beso en la boca. El italiano agradeció el apoyo y aseguró que no se sentía tan solo con esos votos.

Rábago se mostró contenta por la salvación y aseguró que sabía que se marchaba ella en la próxima gala.

La línea secreta de la vida de Isabel Rábago y el “espectáculo” de cuñado

Isabel también repasó ‘Línea secreta de su vida’, hablando de los episodios más importantes que han marcado su carrera profesional: desde la primera oportunidad que le dieron en Madrid como protagonista, “haciendo calle”, hasta su paso por Supervivientes y la reinvención en el PP.

Además, recibió la llamada de su hermana desde Brasil: “Eres muy fuerte, a veces se te olvida. Lo estás haciendo súper bien. Disfruta, canta, vive, que aquí te estamos esperando y estamos muy orgullosos de ti”, le dijo.

También Cristina pudo hablar con su hermana: “Estoy alucinando con lo fuerte que estás siendo, estate tranquila que estamos todos muy orgullosos. No te preocupes con lo de Fátima y lo que te contó Miguel porque aquí estamos súper unidas, hablando cada día, estamos en el mismo barco. Otra gente no ha estado nunca en este barco. No te creas nada, sigue así, como hasta ahora. Con cuidado que eres demasiado buena. Con Luca desde el princpio hasta el final, déjate llevar”, subrayó la familiar, mientras Porta no dejaba de sonreír.

Por último, Luca habló con sus padres que le dieron ánimos y transmitieron su alegría por verle contento con Cristina.

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