Tras analizar 18 de las ficciones más exitosas

Las series españolas “siguen siendo patriarcales” y muestran a la mujer “estereotipada y cosificada”

Élite, de Netflix, una de las series analizadas

Redacción / EP

Las series de televisión en España “continúan retroalimentando la cultura sexista” al mostrar a la mujer en roles “estereotipados” y cosificados“ bajo una ”mirada patriarcal“.

Esas son las conclusiones del estudio “Estereotipos, roles y relaciones de género en series de televisión de producción nacional” elaborado por la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) para el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades (IMIO), y presentado este jueves por Beatriz Gimeno, directora de IMIO.

El equipo de investigación -que se llevó a cabo desde finales de 2019 y durante el año 2020 y ha estado dirigido por Fátima Arranz- ha recopilado datos del sector a través de las páginas web oficiales de las series analizadas y a la base de datos IMDb Movies (TV and Celebrities).

Las series analizadas han sido: Cuéntame, La caza. Monteperdido, Allí abajo, La catedral del mar, Presunto culpable, La verdad, Vivir sin permiso, La que se avecina, La casa de papel, Las chicas del cable, Paquita Salas, Gigantes, Hierro, Vida perfecta, Élite, Skam, Acacias 38 y Amar es para siempre.

Además, se ha llevado a cabo un análisis de contenido de esas 18 series, visionando 300 horas en capítulos que han compuesto las temporadas del periodo 2018-2019. El análisis de los datos cuantitativos se ha realizado observando las series de televisión de acuerdo con la tipología: 'Prime Time', 'Juvenil' y 'Sobremesa'.

Las conclusiones del estudio

En su nota de prensa de resumen, el Ministerio de Igualdad destaca las siguientes conclusiones, con datos concretos sobre el sector audiovisual en España:

  • El 78% de las series españolas son dirigidas por varones.
  • Los hombres ocupan dos de cada tres puestos de trabajos en la producción de series (66,9%).
  • Las mujeres desempeñan el 61% de los puestos de maquillaje, peluquería, vestuario y decorado, pero solo el 8,3% de los encuadrados en el grupo directivo.
  • La violencia masculina, hacia otros varones o hacia mujeres, está representada en el 58,4% de las secuencias analizadas.
  • La “femme fatal”, la “chica buena”, la mujer sumisa o la hipersexualizada son los principales roles femeninos representados en las series, así como los dos estereotipos de madre: la castradora y la sufridora.

Una de las primeras conclusiones es que en la creación de contenidos y en la dirección de las series, la participación de las mujeres es “prácticamente inexistente”. Así, de las 18 series más vistas en España durante el periodo 2018-2019 solo una es de autoría femenina.

Al hablar sobre la representación de hombres y mujeres, resume literalmente: “El estudio muestra que los roles masculinos y femeninos de las series han cambiado en su forma y su estética, pero no en su base, que siguen siendo patriarcales”.

Además, el estudio asegura que los mensajes de las series nacionales se caracterizan por “su inequidad y porque la manifestación de los distintos tipos de violencia (de género, sexista, violencia simbólica) ocupa un lugar primordial”.

“La representación de las relaciones de los hombres y de las mujeres, a través de las series, llevan la marca de la diferenciación de géneros según estiman esa realidad sus creadores. Y esto significa el uso (y abuso) de estereotipos tanto de los personajes masculinos como femeninos”, apunta el estudio.

En el caso de los personajes femeninos, se alerta de que “lo más frecuente es que se de cuenta, a modo de catálogo, de todos los estereotipos y 78 roles más comunes, teniendo todos ellos el sesgo patriarcal”. “Sesgo que tiene la función de mantener el orden de subordinación de las mujeres”, han añadido.

Las mujeres protagonistas se han incrementado

El estudio pone de relieve que, en el apartado actoral, la proporción de mujeres protagonistas se ha incrementado “manteniendo proporciones semejantes” al protagonismo masculino, si bien a cambio “se reincide más en los estereotipos que se fundamentan en una feminidad pasiva que solo parece activarse ante la búsqueda del amor de la pareja o el cuidado de los hijos”.

Por el contrario, el trabajo ocupa en la vida de estos personajes “un pequeño espacio”, que a veces es o de “baja cualificación profesional” o en profesiones “encuadradas en los cuidados o los servicios”. “Su rol familiar sigue siendo el eje central y motivacional de sus vidas”, ha denunciado el estudio.

También se apuntan “nuevos modelos” de mujeres, sobre todo las más jóvenes, pero la mayoría son esquematizadas con las pautas de comportamiento masculino en todos los órdenes de la vida: desde el tipo afectivo, al sexual, pasando por las relaciones de amistad o el trabajo.

La cosificación del cuerpo de la mujer

En las series, el universo de la mujer “sigue girando alrededor del mundo masculino” y la cosificación de su cuerpo “buena parte de las veces es empleada para justificar su aparición en el relato”.

“Son pocas las mujeres que protagonizan o coprotagonizan una serie que no sean físicamente deseable, a no ser que se planteen como cuota o como contrapunto a otra protagonista -guapa- o para encarnar la maldad femenina. Por tanto, no hay novedades destacables que no pasen por la mirada patriarcal en la representación de las mujeres”, ha señalado.

Otros datos sobre la representación de mujeres y hombres y sus relaciones:

  • El 45,4% de las series apuestan por un protagonismo mixto, llegando al 68,8% en el rango juvenil. El protagonismo femenino prima en las series de sobremesa o juveniles, mientras que en prime time se reduce al 25,4% frente al 31,9% del masculino.
  • El 82,2% de los personajes femeninos responden al estereotipo de “feminidad”, caracterizado por su pasividad, ser figura florero o soporte emocional o por limitar su actividad al cuidado de otros.
  • Solo el 14 % de mujeres son representadas en el ámbito laboral.
  • En cuanto a las relaciones entre mujeres, el 71,5% son representadas de forma positiva (complicidad, cariño y ayuda), 11,5 puntos más que en el caso de los hombres (60%), y el 28,5% negativa (conflictividad, enemistad o rivalidad), 11,5 puntos menos que para los hombres (40%).
  • Sobre las relaciones de pareja, conflicto y armonía se reflejan de manera equilibrada (54,7% frente a 45,3%, respectivamente), aunque en la franja de sobremesa se exaltan más el amor y los cuidados.
  • Las relaciones sexuales están presentes en el 8 % de las secuencias analizadas, y de ellas el 14,8% son homosexuales, con una sobrerrepresentación de la homosexualidad femenina.
  • En el 6,3% de las secuencias se produce una cosificación explícita de las mujeres, porcentaje que se reduce hasta el 3,2% en las series de sobremesa.
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