'Supervivientes 2022' destrozó con la expulsión de una de las enemigas íntimas y celebró el primer beso de Anabel y Yulen

Marta Peñate y Tania Medina en 'Supervivientes 2022'

Paula Hergar

La octava entrega de Supervivientes 2022: Conexión Honduras arrancó con el habitual entusiasmo de Ion Aramendi - favorecedor para el reality, como hemos analizado en un especial- que celebraba lo siguiente: “¡Lo tenemos! Anabel y Yulen se han besado muchísimo con movimientos bajo una manta”. Unas imágenes que cebaron y no emitieron hasta el final de la noche.

Menos celebrada fue la votación de la audiencia para que Tania Medina se convirtiera en la nueva expulsada, frente a Marta Peñate que se quedó sola en el Palafito alargando su condición de parásita.

Todo ello en un programa en el que los concursantes protagonizaron uno de los juegos de recompensa que más lágrimas les provocó y Ana Luque se reencontró con su marido en la playa.

Expulsión de Tania, entre sonrisas y lágrimas

Se trataba de una de las expulsiones más difíciles de la edición: Marta o Tania, las dos enemigas íntimas que, con varios días compartidos, se habían podido encontrar un poco más. “Me decepcioné con ella y me lo traje aquí, pero ya la he conocido mejor y ahora está bien”, decía la primera. Mientras la segunda también opinaba en la misma línea: “Ni tan mal, nos hemos conocido más y ni tan mal”.

Minutos después, Aramendi comunicaba la decisión del público: “La audiencia ha decidido que la expulsada definitiva sea Tania”, algo que entristeció a Marta - que por una parte ya quería volver- y alegró a Tania: “Me llevo el saber lo que importa y lo que no. Te das cuenta de lo que realmente hace falta y que las cosas materiales no valen nada”.

Y el presentador dejaba que el padre de la modelo entrara le dijera unas palabras desde plató: “Eres una ganadora, estoy orgulloso de ti, es el camino que recorres”, aseguró entre lágrimas. A lo que ella contestaba muy emocionada: “Te quiero mucho de verdad, nos vemos pronto. Tenía ganas de quedarme para seguir pero ahora estoy feliz de volver a ver a mi familia y comer”.

Pero no fue aún al hotel, sino que se reencontró con Alejandro para despedirse de forma definitiva. Los dos se abrazaron, se preguntaron si se habían echado de menos y ella le pidió que fuera fuerte, que llegara hasta el final. “Espérame, por favor”, le rogó él.

Seguidamente, el padre de ella también tuvo unas palabras para su nuero: “Estoy orgulloso del programa que estás haciendo, a veces te equivocas con esa boca, pero te quiero un montón, gana este programa porque te lo mereces”, dijo provocando el derrumbe del concursante.

El esperado ¿primer? beso de Anabel Yulen

El programa emitió las imágenes en las que Yulen y Anabel compartían mucho más tiempo y flirteo juntos. En el agua del mar se tocaban entre bromas, y una vez tumbados en la arena, se acercaron las caras. “Quiero ya estar fuera de aquí, contigo. Que aquí no se puede hacer nada..”, le decía él. Ella reía y le tapaba la boca para que no siguiera hablando.

Pero por la noche, cuando casi todos dormían, la cámara captó cómo ambos se cogían la cabeza bajo la manta y hacían movimientos que no pararon hasta que vieron el piloto de grabación.

Unos sentimientos que muchos pusieron en duda desde plató, porque sospechaban que justo esta semana que él está nominado es cuando más cariñoso está con la sobrinísima. Así como seguía la sombra de la duda sobre si habían tenido algo ya en la preconvivencia.

Ana Luque se encuentra con su marido

Ana Luque, que había pasado varios días lamentando no tener noticias de su familia, recibió un pergamino con unas palabras de sus hijos que le dieron un chute de energía: “Sois lo más grande que tengo, ya no quiero comer nunca”, bromeó celebrándolo.

Para más tarde, escuchar un mensaje de su marido y, cuando pensaba que no tendría nada más, los compañeros se sacrificaron comiendo cosas asquerosas (como Kiko que probó un vómito y Anabel un ojo de vaca) para darle las llaves de una cabina en la que le esperaba su marido. Ambos se fundieron en un abrazo y entre lágrimas se dijeron lo mucho que se querían.

Les dejaron solos en un rincón de la playa y ambos se pusieron al día. Él pidió poder dejarle su camisa y el público aceptó. La concursante repitió un millón de veces, lo “guapo” que era su marido y “lo bueno que está”. Para acabar despidiéndose entre besos sonoros y abrazos.

“¡Qué subidón más grande, soy la mujer más feliz del mundo ahora mismo”, confesó ella, tras la noche de emociones que acababa de vivir.

Drama de Kiko y Anuar por unos churros con chocolate

El juego de recompensa de la noche hizo la boca agua de los concursantes al ver que si eran de los dos más rápidos podían comer chocolate con churros. Así, Nacho Palau, Mariana, Julen, Alejandro, Anabel e Ignacio fueron los ganadores y pudieron comer.

Mientras que Kiko Matamoros, Ana Luque y Anuar se quedaron mirándoles. El colaborador de Sálvame casi ni intentó pelear la prueba: “Psicológicamente es duro quedarme fuera de esto. Entiendo que las prueba son las pruebas y el que vale, vale y el que no, que ni lo intente”, dijo derrotado.

Mientras que Anuar no pudo reprimir las lágrimas: “Aquí se pasa muy mal, he visto al resto disfrutar mucho del chocolate con churros y tengo ansiedad. Siempre te quedas con hambre, llego a mi limite”.

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