Crónica de la gala en Telecinco

'Supervivientes' recurrió al equipo médico para tranquilizar a la nueva expulsada

Paula Hergar

La nueva gala de Supervivientes tuvo un sabor agridulce para Charo Vega que celebró su expulsión hasta que vio que no volvía a España, sino que debía vivir desterrada como un parásito en el Palafito y junto a Rubén Sánchez Montesinos. Al descubrir que debía quedarse más tiempo y que aún estaba en manos de la audiencia sufrió un gran bajón.

El juego de líder alzó a Mariana y a Tania como las capitanas de sus respectivos equipos. Mientras que Anabel Pantoja batió su propio récord de permanencia. Todo ello en una noche en la que Enrique del Pozo no quiso acudir a plató, según informó Jorge Javier Vázquez por estar “enfadado” con el programa, y Anuar logró hacer fuego, por lo que resolvió el misterio de sus posibles “trampas”.

En cuanto a las nominaciones de la semana, los Royales sacaron a la palestra a Alejandro Nieto y Ainhoa Cantalapiedra y los Fatales a Kiko y Juan Muñoz.

La audiencia salvó a Kiko, Ainhoa y Juan

Kiko, Ainhoa, Charo y Juan eran los nominados de la semana. Solo la amiga de la Pantoja quería marcharse de nuevo a casa y lo logró. La audiencia salvó en primer lugar a la triunfita, después al colaborador de Sálvame y finalmente al ex de Cruz y Raya.

Al conocer la decisión del público, Charon lo celebró por todo lo alto :“¡He soñado tanto con este momento! Muchísima suerte a todos. Me lo he pasado bien, no mucho, pero creí que lo iba a hacer mejor. No me ha gustado llenarme de piojos, cucarachas, tener orugas por el mismísimo chichi, todo bien pero no vuelvo”, aseguró al despedirse de la Palapa.

La crisis de ansiedad de Charo al descubrir que no volvía a España

Sin embargo, toda esa alegría se convirtió en ira al llegar al Palafito, junto a Rubén: “Llegas en calidad de parásito, sois los parásitos del paraíso. No podréis hablar con los invitados de la zona noble pero sí intentar algun trueque”. Charo fue cambiando el semblante al descubrir que aún le quedaban varios días allí: “Que yo no me quedo aquí, que no, por favor os lo pido. Ni tengo humor, ni ganas, me duele todo”, dijo histérica sin dejar hablar al presentador.

Jorge Javier convenció a su nieto para que hablara con ella: “Solo te pido que aguantes un poquito más. Hasta el domingo y el miércoles estamos tomando un café en casa. Por favor, que lo estoy pasando mal defendiéndote”. Finalmente y a regañadientes ella acabó aceptando.

Pero minutos después, cuando volvían a conectar con ambos, aparecía Charo con una crisis de ansiedad: “Por favor, que alguien me ayude. Me ahogo. Lo siento me encuentro mal”, decía entre lágrimas y desesperada. Por lo que el presentador acababa tranquilizándola y avisándole de que llegaba el equipo médico y que así no le dejarían seguir allí.

Un momento crítico que, por otro lado, el nieto de Charo - desde plató- aseguró que no era para tanto: “La he visto así muchas veces y es algo momentáneo. Después se le pasará”, dijo con tranquilidad.

La bronca a Rubén Sánchez Montesinos

El culturista no llevó bien su destierro en soledad y empezó a criticar el trabajo de los cámaras, así como a hablarles mal. Unas imágenes que emitieron y que no habían gustado a Enrique del Pozo, por eso no estaba en plató.

Jorge Javier entonces le preguntó cómo se encontraba: “Un poco solitario, ha habido días con ánimo bajo, me he venido arriba, y he demostrado que solo se puede vivir. No tengo gafas de bucear, ni snorkel...”. Pero el presentador quiso que reflexionara sobre su trato al equipo: “Reconozco que ha habido momentos de tensión, he sido un poco déspota, he reaccionado un pelín brusco y les he pedido disculpas. La soledad y la mente te juega malas pasadas. Ahora me encuentro bastante bien de ánimo”.

Por lo que Vázquez acabó echándole una pequeña bronca: “Estamos pendientes de lo que haces, de cómo es tu día a día, estás en ese sitio porque te expulsaron, algo tiene que tener de malo. No estás fuera de tu concurso. El año pasado alguien como tú llegó a la final. No decaigas, no tires la toalla antes de tiempo. Entiendo que la cabeza te puede jugar malas pasadas, pero el equipo tiene que trabajar. Estás en lo que has dicho tu sueño, y si te desnudas no podemos emitir las imágenes. Te vamos a regalar unas gafas y un tubo de snorkel, lo hacemos para que dejes de dar por ahí al equipo”.