Acabó subida en hombros de un transeúnte

La surrealista misión de Paz Padilla en 'Sálvame' para darle su libro a Isabel Pantoja

Paz Padilla, en busca de Isabel Pantoja en los estudios de Mediaset

Redacción

La dirección de Sálvame pidió este jueves a Paz Padilla una hilarante misión: trasladarse a los estudios de Villaviciosa de Odón para entregar un ejemplar de su libro a Isabel Pantoja. Así, la presentadora se trasladó desde los platós de Mediaset en Fuencarral hasta las instalaciones en las que la tonadillera grababa el nuevo concurso de Telecinco, Top Star. ¿Cuánto vale tu voz?

La conductora viajó en su propio coche y retransmitió en directo la travesía, con su teléfono móvil. “He recibido llamadas. Pero lo voy a intentar”, comunicó a sus compañeros. Al llegar, Padilla grabó al guardia de seguridad que impidió que continuara su ruta. “Tengo orden de no dejarle pasar”, explicó el vigilante. Ante su negativa, la actriz pidió que le animaran dando palmas desde el plató de Sálvame, buscando otra solución.

Finalmente, consiguió aparcar. “Me han llamado tres personas diciéndome que ni lo intente”, insistió. “Me dicen que llamadas de muy arriba, se ha liado muy gorda”, afirmó Kiko Hernández. La situación se tornó en surrealista, con Padilla corriendo para esconderse una vez en la calle. Finalmente hizo un sprint para entrar por la puerta, pero otro guardia la detuvo.

“¡No me toque usted!”, gritó, “no me agarre tan fuerte por favor”. El vigilante le obligó a entrar en la garita y le acompañó a la salida, pero la presentadora volvió a intentar entrar a la carrera. Lejos de rendirse, Padilla pidió por la calle a un transeúnte que le ayudara a saltar la valla. El chico puso sus manos para que le sirvieran de 'banqueta' con la que impulsarse para alcanzar la altura de la verja.

Remató la hazaña subida a hombros de un viandante

Cuando volvió a recuperar el teléfono, se vio cómo al otro lado de la valla, le esperaba de nuevo uno de los guardias. El mismo chico que le había tendido la mano, cooperó para que pudiera bajarse sin soltar el móvil. “Si solo quiero darle mi libro a la Pantoja, ¿se lo puede dar usted?”, preguntó de nuevo desde fuera del recinto. Padilla continuó su recorrido acercándose a la zona en la que están los camerinos.

Dos compañeras de la cadena se acercaron, mientras la presentadora Padilla se puso a gritar intentando que la tonadillera le escuchara. Mientras tanto, el chico que le había ayudado fue quien sujetó el móvil para grabar la escena. Finalmente accedieron a cogerle el libro. Concluida la misión, se subió en los hombros de otra persona que pasaba por la calle, y se acercó a las cámaras de seguridad para mandarle un nuevo mensaje a Isabel Pantoja. Ya en el suelo y ante el aplauso de sus compañeros desde el plató, dio por finalizada su surrealista misión.

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