Crónica del nuevo programa

'La isla de las tentaciones': los 3 primeros infieles, el “castigo” a Melyssa y el peluche de la discordia

Marta, en 'La isla de las tentaciones' al ver las imágenes de Lester

Paula Hergar

La tercera entrega de La isla de las tentaciones 2 ya ha situado a todos sus protagonistas en la casilla de no regreso. Se han vivido las primeras infidelidades, con sus excusas habituales (“por fin pienso en mí”, “en realidad no era feliz” y “necesito vivir el momento”) y las trágicas -o liberadoras- consecuencias que se esperaban.

El programa mostró a Tom besándose con Sandra, a Mayka con Óscar y Lester durmiendo con Patri. Algo que provocó la indignación de sus parejas en una segunda hoguera de llantos, reproches y espadas en alto.

Además, Sandra Barneda dio la bienvenida a la nueva pareja que vivirá la experiencia en sustitución de Inma y Ángel: el conocido Alessandro Livi (GH 12-1) y Patricia.

La decisión de Melyssa tras saltarse las normas

Como el programa anterior acabó con Melyssa saltándose todas las normas del formato y colándose en la villa de los chicos, en la emisión de esta noche han mostrado la discusión completa con Tom. Si ya habíamos visto las lindezas que le gritó, solo quedaban unos minutos más desesperación y desahogo de la ex tronista: “Desde ahora hemos roto la relación. Me has desgraciado la vida y no me vuelves a ver en tu puta vida. 48 llevo horas sin dormir. No entras en mi casa, tú ya no eres mi novio, ya puedes follarte a la que quieras”, dijo y se marchó.

A su llegada a la casa de las chicas se derrumbó y confesó sentirse mal por lo que le había dicho: “Le he dicho de todo y ahora me siento súper mal pero es lo que me ha salido. Se me ha ido la olla. Le he fallado a mucha gente, pero... ¿estoy loca verdad?”, preguntaba a sus compañeras que la consolaban con caras de alucinadas por su huida.

Roto se mostró Tom ante la cámara, pero solo ante ella, ya que pasado el susto de ver a su novia cual niña de l Exorcista, animó a toda la casa a que le ayudaran a “desconectar” con una fiesta en la que quería bailar pero, eso sí, “chicas, masaje una a la vez, no tres”.

A las pocas horas ya estaba besándose con Sandra y durmiendo junto a ella. “Espero que esto le haya hecho cambiar el chip y pensar que me puede perder”, decía Melyssa paralelamente desde su villa. Sin saber que sí, que él había cambiado totalmente el chip, y el sistema completo.

Barneda, a Melyssa: “Sabías perfectamente a lo que venías”

Después de lo protagonizado por Melyssa, al escaparse en plena noche y caminar varios kilómetros por un lugar que ella desconocía y que podría haber provocado problemas al programa, Sandra Barneda llegó a la casa para hablar con ella: “Ayer rompiste las reglas. Sabías perfectamente a lo que venías, las normas era vivir separados pasara lo que pasara”, le dijo completamente seria.

Entonces, lejos de castigarla o ponerle alguna sanción, le dejó solo dos opciones: “¿Sigues en La isla de las tentaciones asumiendo las consecuencias o te marchas ahora mismo sin él y sin despedirte?”, preguntó la presentadora y la concursante no dudó: “Si no puedo hablar con él me quedo”.

Segundas citas y primeras eliminaciones

Tras su charla con Melyssa, Barneda pidió a las chicas que volvieran a escoger a los solteros con los que querían tener sus segundas citas: Melyssa señaló a David por la “afinidad” que siente, Mayka hizo lo mismo con Óscar por la misma “afinidad”, Melodie hizo lo propio con Beltrán, ¿adivináis por qué? Exacto, por “afinidad” y Marta con Dani, pero se curró más la excusa: “Para conocerle un poquito más”.

Otra petición de la presentadora fue que todas se pusieran de acuerdo para echar a uno de los solteros, y así lo hicieron: “Creemos que no vamos a encontrar un feeling como pareja con Cristian”, decisión que no sentó bien a Melodie pero, hija, tampoco luchó demasiado por evitarlo.

Nuevamente, Barneda apareció en la villa de los chicos para repetir la situación. Les pidió a todos que escogieran a una soltera con la que querían disfrutar de una segunda cita: lógicamente, Tom eligió a Sandra por sentir “conexión”, Pablo repitió con Dorothy, Cristian con Andrea porque le parece “guapa y simpática” y Lester se decantó por Elisa porque se sentía “mal por todo lo que pasó desde los principios”.

Todos, por su parte, estuvieron de acuerdo en despedirse de Yun porque no veían ningún feeling: “Me alegro de haberos conocido pero no me sentía yo”, respondió ella al marcharse.

Obviamente, ambos solteros rechazados se marcharon y el resto siguió disfrutando de la experiencia.

Las 3 primeras infidelidades

Como ya comentamos, el primero en caer en la tentación fue Tom que, tras la bronca con Melyssa, tuvo la excusa perfecta para dejarse llevar y besar a Sandra durante la fiesta. Además de compartir cama “sin hacer nada más”, tras los bailoteos.

Pero no fue el único infiel de la emisión. Aunque Mayka había asegurado que Óscar no era su prototipo, desde que él aseguró que ella sí lo era, no se habían separado. El acercamiento fue cada vez a más, hasta el punto de ella asegurar que no quería más citas con ninguno. Estar abrazados en el sofá, pasarse las fiestas bailando juntos y acabar en la piscina donde al fin se besaron.

Lester fue el más ambiguo de todos ya que, después de tener cita con Elisa aseguró que había sido como “pasear a su perro” y no había sentido nada. Por lo que fue en busca de Patri, con la que sí había tenido más sintonía, y le pidió que durmieran juntos. Así lo hicieron pero las cámaras no aclararon si hubo algo más allá.

Segunda hoguera con guerra abierta Nueva hoguera

Las chicas llegaron a su segunda hoguera que inauguró Marta viendo cómo Lester tenía cita con Elisa y más tarde dormía con Patri. Eso le hizo derrumbarse, con lágrimas que le duraron dos segundos y se recompuso, explicando que ella había venido a la “guerra”.

Le siguió Melodie que vio cómo Cristian esquivaba de todas las maneras posibles a Andrea y aún así se indignó. Mayka buscó cualquier excusa para sentirse mejor y cuando vio a Pablo con Dorothy hablando de almas y abrazándose, aseguró que no lo reconocía. Pero lo que más le dolió fue ver cómo su chico se reía del peluche que ella le había regalado, “Rosito”, con dos solteras. Esa fue la línea roja que para ella cruzó y no tenía perdón: “Como tenga los santos huevos de darle el peluche a otra chica, no le quiero ver más en mi vida”.

Así acabó una hoguera en la que guardaron las imágenes de Tom a Melyssa para la próxima entrega.

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