Así fue la primera entrega con famosos

De Van Gogh a Bécquer, las perlas en el Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition

El primer Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition

Cuatro estrenó la noche de este martes la primera entrega de Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition, con la escritora Lucía Etxebarría como anfitriona en su casa de Ana Obregón, Víctor Janeiro y Rappel.

La toma de contacto entre los cuatro fue complicada, ya que Etxebarría reconoció al enterarse de quiénes iban a ser sus acompañantes que “sinceramente, no me apetece que vengan a cenar conmigo”.

En el breve vídeo de presentación de cada uno de los participantes, la escritora destacó, por iniciativa propia, que ha cenado con políticos e incluso con el Rey de España. También afirmó estar segura de que junto a ella habita el espíritu de Gustavo Adolfo Bécquer.

Los vídeos de presentación ya sorprendieron

Víctor Janeiro también dejó boquiabiertos a los espectadores con su vídeo de presentación. El torero expresó: “Como artista que soy, me encanta el arte”, así que el programa le llevó a un museo para ponerle delante de un Van Gogh: “Cuando yo me pongo delante de un cuadro y veo eso, yo digo: esto es como cuando yo estoy delante de un toro y hago una buena faena”.

Después, mientras el vídeo mostraba cómo se acercaba a uno de los cuadros, Janeiro comentó: “esto lo ha pintado... con un pincel. Pintura”, dando paso a otro vídeo en el que decía: “Eso simplemente lo podemos captar los artistas”, montado a propósito en ese momento. Al ver una obra de Van Gogh, bromeó: “Van Gogh, otro artista muy grande, muy grande, muy grande. E hizo una faena para cortarle una oreja, ¿no?”.

Etxebarría, tensión con Janeiro y Rappel

Ya durante la preparación de la cena, Etxebarría sorprendió tanto por sus elaboraciones como por sus comentarios. Quiso hacer unos platos tradicionales de Marruecos y Paquistán, aunque no le salieron bien y acabó modificándolos. También dio un consejo: “Cuando cortas un puerro, lo fundamental es que pienses en tu exmarido o tu exjefe. Aquel al que odiabas de corazón. Esto proporciona un alivio inmediato del estrés”.

En la mesa, también hubo momentos un tanto tensos. Como cuando la escritora afirmó no conocer de nada a Víctor Janeiro, para empezar. Después, al enterarse de que es torero, ella que es firme defensora de los animales y antitaurina, dijo que “estar con un torero para mí es una experiencia muy dura, con todos mis respetos o sin ellos”. Por si fuera poco, en un momento de la cena al volver de la cocina bromeó con apuñalar por la espalda al torero, entre risas tanto del resto como de ella, que dejó claro que “atacr a una persona no arregla nada. Lo que quieres es acabar con la institución”.

Pero Etxebarría no sólo mostró su particular “sinceridad” con Víctor Janeiro. Se negó a recoger el abrigo de Rappel para apartarlo y que pudiese cenar sin él, porque era de piel. El propio vidente televisivo lo contó molesto ante las cámaras del programa.

Para Ana Obregón también tuvo lo suyo, aunque fue distinto. La escritora explicó que una de las experiencias más dramáticas de su vida, como así la definió, se produjo durante una firma de libros en la que coincidió con la polifacética presentadora: “Tengo un Premio Planeta pero todos iban a su firma de libros”.

Entre adivinaciones y fantasmas

Al avanzar la velada, lo cierto es que la cena tuvo más momentos divertidos. Por ejemplo cuando la escritora, convencida de que el espíritu de Bécquer vive en su casa con ella, pidió ayuda a Rappel. Pero el vidente respondió con más ironía que seriedad, y el tema quedó en nada. Lo que sí se prestó a hacer es a leer el futuro en el amor tanto de ella como de Ana Obregón, o que derivó en una conversación sobre exparejas e hijos de la que tampoco quiso participar la escritora, explicando que no quería hablar de su vida privada.

Etxebarría sí que sorprendió al “robarle” su faceta a Rappel. Pidió a sus tres invitados que escribieran un pequeño cuento, y leyéndolo se atrevió a adivinar cómo eran sus personalidades, destacando que el vidente es fogoso en privado pero reservado en público; que Ana Obregón es más inteligente de lo que aparenta y que Víctor Janeiro es el más listo de su casa.

A nivel gastronómico, que es lo que luego tienen que valorar los invitados, la experiencia fue un poco dura para los tres. De hecho, Ana Obregón llegó a asegurar que tenía gastroenteritis y apenas probó bocado, algo que Rappel no acabó de creerse: “Es una gran actriz y ha quedado muy bien, ha hecho papel, pero yo creo que es que no le gustaba”.

Fin de fiesta de poesía y música

Dejando claro que se había preparado la noche, acabada la cena Lucía Etxebarría tenía listas dos apariciones estelares. La primera la de Tichu, que con su guitarra amenizó la lectura de un poema por parte de la escritora. La segunda la de su vecina DJ, que puso música y con la que los cuatro acabaron bailando y, ciertamente, demostrando que habían “roto el hielo inicial y pasado muy bien”, como explicó Rappel.

Pese a ello, al final del todo, las votaciones de los tres invitados no fueron demasiado buenas. Rappel y Víctor Janeiro le dieron un 5, y Ana Obregón subió a un 7 pese a no haber comido casi ningún plato. A la escritora no le importó: “No es por arrogancia, pero yo gané un Planeta y Nadal”.

Etiquetas
stats